¡Qué bello es ver un ave en libertad!
Su majestuoso aletear... y al fin planea.
Tocan el cielo... y la virtud de las estrellas,
porque el registro es amplio... fuego y tierra.
Algunas aves son de gracia tan excelsa,´
que los humanos solo quieren retenerlas.
Cortan sus alas, las esconden... "las preservan",
¡Es tan difícil!.. solo mueren de tristeza.
Como ese colibrí... ¡Cuánta belleza!,
dueño de mitos, de colores, de destrezas.
NO se deben atrapar con esas tretas,
porque el designio desafía toda ciencia.
Cualquiera que no vuele y que no entienda,
engaña con su agua azucarada... ¡No es un néctar!
¡Dios se apiade de quien corte alas abiertas!
porque ese karma le caerá, sin más clemencia.
Otras aves, pueden ser intimidantes,
vuelan muy alto, son en sí, un estandarte.
Águila enorme, que no juega... no se acerca,
la cetrería es un arte... ¡Si se deja!
¿Quién se le anima a los ojos de su esencia?
Solo los torpes cazadores... ¿Qué enfrentan?
¿Es solo un ave en libertad en pleno vuelo?,
¿Y frente a frente?.. temblarán por su destierro.
Porque puede el colibrí ser tan vistoso,
que así distraiga a los ilusos en su entorno,
Con esa física a favor, en pleno vuelo,
y esa astucia escurridiza en zigzagueo.
Porque ese amplio cielo los exhorta, ,
poderosas por igual... distinta forma.
Si esos dos, se hicieran uno... ¡Qué proesa!,
¡Ay de ustedes predadores de aves bellas!
¡Basta ya! es por su bien... ¿Quién los redime?,
oscuras armas en su espalda que no exhiben.
Las aves son del cielo... ¡Son poesía!,
¿Porque es su jaula de oro?... ¡Qué ironía!