Creo, en las sonrisas espontáneas,
creo, en las miradas que me hablan.
Creo, en la lealtad y en el respeto,
creo, en ese abrazo más intenso.
Creo, en el humano y su belleza,
creo, en el valor de estar de vuelta.
Creo, en el poder de un sentimiento,
creo, en la pasión y sus desvelos.
Creo, en el pulido de experiencias,
creo, en el tropiezo y resiliencia.
Creo, en ese pulso acelerado,
creo, en las verdades y su hallazgo.
Creo, en esos gestos tan marcados,
creo, en los silencios tan humanos.
Creo, al natural, porque es perfecto,
creo, en esa sangre a cielo abierto.
Creo en libertad, feliz, al viento,
creo, en proponer... crear un cuento.
Creo en dignidad, la frente en alto,
creo, en la belleza de lo innato.
Creo, en cercanías con distancias,
creo, en el calor sobre mi espalda.
Creo, que no todo es razonable,
creo,en la emoción fuera de encuadre.
Creo en el coraje, aún con miedo,
creo, en esa ayuda y en lo incierto.
Creo en la caricia y su milagro,
creo en lo imposible... lo esperado.
Creo, en la sonrisa del recuerdo,
creo, en la ternura de lo ingenuo.
Creo, a pleno sol y en los ocasos,
creo, en las historias que contamos.
Creo, en ese humano tan genuino,
creo, en los legados del destino.
Creo, en sus lecciones más complejas,
creo, en la enseñanza de una afrenta.
Creo, en esa paz que trae un trino,
creo, en los valores no cautivos.
Creo, en esa voz sin un sonido,
creo, porque quiero verte vivo.
Norma.
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