Mis manos son de piedra
en este infierno frío.
Mis manos son la tregua,
que le faltó un suspiro.
Y yo soy esa estela
que no tiene colores.
Y yo soy esa vela
que se agita en los tifones.
Y mi piel es esa estrofa
que se trunca en los recuerdos.
Y mi canto es el sonido
que deambula en el desierto.
Mi papel es la ceniza
de algún verso asesinado.
Mi vergel es la caricia
que ha dejado en el armario.
Ya no quiero las penumbras,
de esa afónica neblina.
Mis brazos a ambos lados...
no abrazan lo que soñaron.
Y algún día entre mis flores,
un retrato será un brote.
Algún día... tal vez nunca...
complete mi estrofa trunca.
Norma Marchetti
26/6/11
Tan grande como tu "Ultimo intento"
ResponderEliminarUn beso
Luis Carlos
Gracias, vos sabes lo que representan tus comentarios para mí.
ResponderEliminarBeso.