Las letras son diamantes
en mis dedos,
pasiones abrochadas
a mi cielo.
La luna es un recorte
sobre negro,
pegado al azabache terciopelo.
Abrázame al partir
la luz del día,
Resguarda en tu pañuelo
mis poesías,
cultívame en el zurco
de tus manos,
abrígame en silencio...
entre tus brazos.
Encuéntrame al marcar
mi horizonte,
moldéame en el tacto
de tu roce,
descifra mi metáfora
en un verso,
hubícame al latir
tu lado izquierdo.
La noche es escenario
de un cortejo,
la luna que modula
en su reflejo,
retrato de transmuta
con el día,
milagro cotidiano...
en bambalinas.
Norma Marchetti
3/1/12
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