Prefiero caminar... eso me calma,
y me acompaña el sol, con voz callada.
Un pacto de bondad a mis sentidos,
y dudo si es verdad eso que sigo.
Camino por mis calles conocidas,
las que me acompañaron mucha vida.
Temidas, cuando el miedo fue dañino,
aquel, que me apreso desde un principio.
Conozco cada bache y lo que cambia,
me fuí con esperanza de ser calma.
Y sí, me hizo crecer desde el tormento,
muy pocos, son pasajes no desiertos.
Estuve allí, tan cerca de la historia,
de excelsa arquitectura... luz y sombra.
Y recorrí las calles de otros barrios,
de voces de otros siglos, y de esclavos.
El parque con gastadas escaleras,
museos que se colman de extrañezas.
La plaza de otros tiempos, y los balcones,
el arte del herrero... hierro y bronce.
Leyendas de fantasmas sin descanso,
de lazos en barrotes... deseos varios.
Entrar en corredores muy antiguos,
de almas que han sufrido... lo he sentido.
Y allí, donde la Patria alzó su lucha,
también hubo rufianes sin censura.
Sentí hasta su olor... trajes gastados,
y si que me impactó... fue muy extraño.
Las calles empedradas... los tranvías,
los bares de bohemia... letras vivas.
Iglesia de seglares... por la culpa.
vendiendo hasta sus hijas... ¡Qué locura!
Las fábricas de ayer, los que apostaron,
los gringos desde Europa y su legado.
Lenguajes fusionados en modismos,
su anhelo de afrontar algo distinto.
Y allá, en los arrabales, suena un tango,
el baile pasional... burdel y guapos.
Candombe y su sonido de tambores,
danzando con su ritmo y sus colores.
La casa del virrey, y el gran mercado,
las rejas, los vitrales, lujo y mármol.
Detalles ostentosos de otro status,
cariátides y atlantes... sus palacios.
Los patios con malvón... pisos dameros,
oscuro el interior, buscando el fresco.
Personas que se han ido... o, ya sin cuerpos,
suspiros de existencias... solo el eco.
Y luego... el fracaso, fue un regreso,
volvía a desandar viejos recuerdos.
Pero, bajo mis pies, no había miedo,
los pájaros, son parte del silencio.
Mis hijos, con sus pasos tan pequeños,
tomados de la mano hacia el colegio.
Hablándome a la vez... yo contestando,
de risas y tristezas... ¡Tantos años!
Norma.
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