Vestiré de luna,
seré ese reflejo,
sobre el río manso...
sobre el mar intenso.
Dejaré a su guarda
mi esperanza intacta...
la paz de mis ojos,
la verdad de mi alma.
Seré en el paisaje
el junco y la brisa,
seré esa mirada
sobre la desidia.
Abriré la vida
con estas dos manos,
con sangre en la herida
abriré los brazos.
Y estaré de pie
cuando vuelva el día,
y seré quien soy
cuando no creían.
Norma Marchetti
28/3/12
Escribes bonito, me ha encantado este poema... Saludos!!
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