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jueves, 26 de junio de 2008
Allí quedaban.
Lindos recuerdos en la casa de “la tía”
ver mis amigas trepando el paredón,
las siestas, callando nuestros juegos
la parra cubriéndonos del sol.
Y por las tardes vivíamos los juegos
que en la infancia podes imaginar,
en dulces rondas de tardes infantiles
en que la magia se hacia realidad.
Yo caminaba por la quinta de esa casa
y caminando jugaba a explorar
y cada piedra podía ser diamante,
y cada flor era una especie sin igual.
Dulces caseros y pan en la merienda,
o tal vez torta de limón, para variar,
y así esos años se grabaron en mi mente
y así mis tíos me querían enseñar.
Yo jugaba con los chicos de la cuadra
que no eran mis vecinos de verdad,
pero eran los que allí quedaban
al comenzar cada ciclo escolar.
Hoy tan lejos de esos días y momentos
de esas noches con la silla en la vereda,
con la tienda de mis tíos y sus cosas
los recuerdos se me vuelven mariposas.
16/12/95
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