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sábado, 9 de febrero de 2013

El duelo, es destierro


Me asiento en esta paz que me rodea
de suspiro tenue... de no estar afuera,
de aprender que el llanto no es el camino,
cuando un sentimiento no tiene destino.

Cuando ya las cartas exponen el juego
y la cobardía no tiene remedio.
Cuando no coinciden esas prioridades
que generan sueños sobre las verdades.

Cuando las barreras se cierran de afuera
para la partida de otro tren sin puertas.
Cuando la demanda no encuentra respuesta
y avanzan los pasos buscando otra senda.

Cuando llegan horas de romper poemas...
de volver los ojos a lo que nos queda,
de abrazar un hijo... de escuchar a amigos,
de entender que es justo lo que he pedido.

Cuando se que hay miedos detrás de sus puertas,
tan enmascarados como mi impotencia.
Pero me he soltado... ya no es una tregua.
el duelo, es destierro... ya no habrá una espera.

Norma Marchetti
9/2/13
http://www.youtube.com/watch?v=-aWoTDsa56k&feature=endscreen&NR=1


jueves, 7 de febrero de 2013

Sin soportes


Espacios silenciosos...
sin soportes,
de frente las pisadas...
sobre el borde.

Un hueco de los brazos...
el vacío,
las brechas que se abren
son de olvido.

La fuente del deseo...
es despojo,
ausente la mirada...
vidrios rotos.

Se borra la expresión
y queda neutra,
depura algunas dudas...
cierra puertas.

Se guarda las demandas...
ya no valen,
descarta sentimientos
que no cuadren.

Se cubre con su paz...
ya no hay rencores,
le agrega al corazón
otros colores.

Se viste de verdad...
y se rearma,
trabaja en su interior...
por su mirada.

De nada se arrepiente...
fue elegido,
el tiempo es artesano
del alivio.

Norma Marchetti
7/2/13



miércoles, 6 de febrero de 2013

Otro recuerdo


Rearma los pedazos
de músculo y cenizas,
los trozos coagulados
de su vida.

Se sienta en soledad...
se siente débil,
los ojos se han secado...
pero duele!.

Se alista en el tesón
y se equilibra,
le deja las verdades...
sangre viva.

Un tiempo de evaluar
lo que ha perdido,
se para...
va menguando sus latidos.

Protege el corazón
con ambas manos,
las gotas de carmín
surcan sus brazos.

Es su mirada triste
un testimonio,
abrazos la rescatan
de su agobio.

Y sabe que será
otro recuerdo,
guardado en su interior...
y entre sus versos.

Norma Marchetti
6/2/13








martes, 5 de febrero de 2013

Sin reservas


Martes 5 de Febrero de 2013. Otra hermosa tarde que se va, otra esperada tarde de este descanso tan ansiado... y la vida poniéndome a prueba... y los años se unen a mi historia como dos enormes columnas de mármol, que sostienen con su fría omnipotencia (como ruinas), vestigios de un coloso semiderruído, que aún no se rinde... que perdió el torso y la cabeza... la razón y el corazón, pero siempre se sostiene firme sin hundirse en el barro de la resignación. Estoy en la escena del adiós sugerido, para que las alas crezcan y me eleven alto... y encuentre un lugar donde posar mis ojos para ver el interior de otra verdad, la luz tenue que necesita oxígeno para crecer, para ser un faro y encontrar el puerto donde arribar... la costa imperfecta que se acople a las formas de mi nave... y encontrar la manera de estar cerca aunque la corriente me arrastre hacia otro lado. Sin el dulce bálsamo de suponer lo que no se dijo, de intentar lo que esta perdido... de leer el mismo libro, aferrada a la esperanza de que el final sea otro... subida a una nube que no sostiene, porque solo es vapor que a lo lejos se imagina como un suave pedazo de algodón, como los pinos que se perciben esponjosos a cierta distancia, pero sus hojas han mutado para adaptarse a la aridez del suelo y toman un aspecto punzante, extremadamente estrecho para sobrevivir en la escasez de lo vital... de lo mínimamente imprescindible... y en esa dureza... en esa batalla constante por mantenerse con vida... lastiman en la cercanía. Entonces, lo que aparenta, no es real, no tiene tiempo para acariciar con hojas... porque no puede, porque se lo impide ese desesperado intento por mantenerse con vida... aunque nadie se le arrime... aunque la ausencia de lo vital lo sumerja en la soledad. Y crece alto... muy alto, y allí se encuentra nuevamente con esa soledad, donde ni las copas de otros árboles llegan... pero sigue firme en su mundo de madera y espinas, donde otros pinos se elevan a la par en el rígida omnipotencia de su egoísmo.
 Y yo observo... pero sin los ojos... siento, me abrazo a otros corazones que no se pueden gritar... solo lloran una soledad enmascarada, escondidos detrás de una coraza de hierro... porque el corazón es débil... y la debilidad no queda bien... nos hace humanos... nos hace abrirnos, confiar, enamorarnos... y también sufrir.
Pero lo real es que solo se atreve al amor el más fuerte, el que sabe que tiene el coraje y la fuerza para sobrevivir a pesar de todo... y los demás... se estructuran en una realidad superflua, donde se controla el sentimiento y se vive a medias... donde el corazón no sangra... pero tampoco se acelera al ritmo que requiere para estar pleno y sentir la intensidad de lo que se da sin reservas... sin guardarnos restos que nos producen úlceras imperceptibles... pero agudas e indelebles...
 Mirar de frente, amar con ganas, ponerse de pie las veces que sean necesarias... hasta el último aliento, hasta dejar el cuerpo... para seguir vivos en el amor de alguien...
Un beso enorme.
Norma Marchetti
5/2/13

domingo, 3 de febrero de 2013

Espinas sin rosas


Voy a desteñir el mar...
el cielo, el ocaso,
el silencio... el eco,
será mi descanso.

Voy a asumir el reto
que me espera afuera,
mi valor se suma
a mi lucha interna.

Voy a ser tan fuerte
como se requiera,
el adiós, la herida
que me queda abierta.

Voy a salir del tiempo
que me ató las piernas,
pasaré otro duelo...
ganaré otra guerra.

Voy a eludir fantasmas
y cambiar mi historia,
empezar de cero...
asumir derrotas.

Voy a borrar poemas...
tirar esas rosas,
cerrar hemorragias
que muchos ignoran.

Voy por ese resto
de amor que me queda,
a ponerlo en manos
de quien yo prefiera.

Voy por la verdad...
la daga filosa,
la muerte sin manos...
espinas sin rosas.

Norma Marchetti
3/2/13
http://www.youtube.com/watch?v=YqIsokKBWnw&feature=share

domingo, 27 de enero de 2013

La impotencia de mis brazos


Me voy por el camino de la noche,
a buscar un sol casi en penumbras,
a arrancar los sueños de las piedras,
a amoldar mis manos al vacío,
a gritarle al eco de mi sombra,
a parar de pecho un torbellino.

A enjugar las gotas de mis ojos,
a bailar al ritmo de mis versos,
a cambiar paredes por pisadas,
a escuchar sonidos más internos,
a doblarle el brazo a la desgracia,
a quedarme sola con mi cuerpo.

A inventar verdades que sostienen,
a esquivar las trampas repetidas,
a enfrentar al agua en sus vaivenes,
a aceptar las curvas de la vida,
a ponerle un freno a la nostalgia,
a empezar de nuevo sin mentiras.

A extirparme la impotencia de los brazos...
a encontrar mi propia ruta... tal vez lejos.

Norma Marchetti
27/1/13

domingo, 20 de enero de 2013

Camino ambivalente


Transito un camino ambivalente,
la estrofa a culminar se queda inerte.
La escena recurrente... esa trampa,
mis piernas avanzando sin escala.

Un cielo dividido... dos verdades,
pasiones y razones se debaten.
Me paro en la cornisa... es la vida,
que juega a pararse en la salida.

La voz de mi interior... asumo el reto,
sigilo al desandar los desaciertos.
La huella conocida y la cercana,
un tiempo de motivos que no cuadran.

Asumo este presente tan concreto,
me niego a someterme al sufrimiento.
Aprendo a dominar mi propio pulso,
de gélido exterior... domino el curso.

Norma Marchetti
20/1/13





  



jueves, 17 de enero de 2013

Presente abierto


Soy la fuerza viva...
mi innata templanza,
rearmo mi fuego...
lucho por mi causa.

Defiendo el derecho
de ser lo que quiera,
lava sobre agua...
cimiento de piedra.

Aplaco ese pulso...
triste... desbordado,
fijo mis pupilas...
y giro mis pasos.

Soy esa guerrera...
de antiguas lides,
escudo en el pecho
y los pasos firmes.

Soy esa voz clara
sin más estrategia,
no lamento nada...
ame sin reservas.

Soy la mano abierta
sin cartas marcadas,
sin odios ni envidias,
cuidando su alma.

Soy ese pasado
que cargué en la espalda,
y el presente abierto
que amoldo a mis ganas.

Norma Marchetti
17/1/13




domingo, 13 de enero de 2013

¿Cuántas veces?


¿Cuántas veces más será lo mismo?
la escena de un adiós y otro principio,
la chance de intentar... y la trastienda,
segundos de un reloj que nunca cesa.

Pedazos de un amor a contramano,
un tiempo de evaluar lo equivocado,
Salidas razonables entre dudas...
y el sordo corazón que nunca escucha.

La firme convicción de la cordura,
impulsos de pasión, verdades crudas,
los sueños sin cumplir... dilapidarios,
angustias archivadas en armarios.

¿Y cuántas veces más lo haré de nuevo?
queriendo despegarme de mis yerros.
¿Y cuántas veces más será mentira
la historia sin final sobre utopías?...

Norma Marchetti
13/1/13


Decisiones.


Ya es tarde... los hechos son verdades tangibles... descifrables. Quisiera no ser tan sensible, pero es la raíz de mi vehemencia, esa que me hace tan etérea y potencialmente penetrable.
 Debo decidir a donde voy... con un pie en el estribo y ese grito intempestivo desde el pecho, que sabe a sangre y a latidos... a manos agrietadas... a murallón de lágrimas comprimidas en la garganta... a noches de desvelo... a soledad.
 Y las decisiones se desprenden como pétalos de margarita, ofreciendo opciones tan disimiles como extrañas... una realidad absolutamente impredecible...
 Los sentimientos son esas sensaciones que dejan marcas indelebles en el corazón, esos hilos transparentes que te atan sin permiso... y duelen cuando intentas alejarte. Esos hilos que no se cortan, para liberarte de sus ataduras, es necesario arrancarlos...  y esto, lleva a un dolor agudo y una herida abierta que demora en cicatrizar... mientras tanto, se pierde un fluido constante que nos debilita... y siempre queda una cicatriz que se plasma sobre la memoria... dejándonos a la defensiva... con el miedo propio de quien se expone sin defensa al sufrimiento... y todo por un momento de intensa felicidad... que dura un momento, se acentúa en el tiempo y jamás se olvida.

Norma Marchetti
13/1/13

viernes, 11 de enero de 2013

Armar mi cielo


Abro esos puños apretados,
suelto con tristeza otro suspiro,
vuelvo a ese camino que se abre
y acompaña el curso de mi río.

Suelto las cadenas que sostuve,
se que todo es fácil en teoría.
Tengo ese coraje que preciso...
tengo la mirada aún perdida.

Voy a descansar en esos logros...
voy por esa senda que me lleva,
tiempo de ordenar viejos baúles...
tiempo de cerrar lo que no cierra.

Subo escalones a mi ritmo...
voy equilibrándome sin prisa,
busco en mi interior armar mi cielo...
lágrimas se mután en sonrisas.

Norma Marchetti
11/1/13





martes, 8 de enero de 2013

Lo intuyo...


Lo intuyo... te siento,
en la distancia... en el tiempo,
en la verdad... en lo incierto.
En el silencio infinito...
en lo que unió el reflejo,
en esa noche de luna,
en lo real... lo que advierto.
La sensaciones traspasan
esa dermis de mi cuerpo,
y esos ecos de ese pulso
que aceleran mis desvelos.
Lo que dice... lo que calla,
lo que motivan sus peros,
la estreches de sus palabras
por no enfrentar sus miedos.
Ese beso interminable
cuando termina el contacto,
ese abrazo de dos almas
que se buscan sin consuelo.
Lo intuyo... te siento,
vas a negarme los hechos...
voy a alejarme mañana...
me lastiman los recuerdos.
Las cartas están ocultas,
intuyo lo que no veo,
yo ya expuse la jugada...
ya no voy por otro intento...

Norma Marchetti
8/1/13





Emociones encontradas


En este mundo ambiguo,
de emociones encontradas,
de finales sin comienzos...
de comienzos sin mañana.

De abrazos sin apuros...
de verdades vapuleadas,
De palabras sin sentido...
de sentidos sin palabras.

De aspecto enmascarado,
de amores reprimidos,
de dolores disfrazados...
disfrazando los motivos.

De los besos indelebles,
de tatuajes borroneados,
reprimiendo lo desnudo...
desnudando lo impensado.

De esas noches de desvelo,
de los sueños infinitos,
de ese pulso equilibrado...
de esa cuota de delirio.

De lo que nunca se olvida,
de lo que dura un momento,
de lo que oculta mi boca...
de lo que grita mi cuerpo.

Norma Marchetti
8/1/13






viernes, 4 de enero de 2013

Empezar...


 Un nuevo año se cierne sobre la ciudad, algo despoblada... en calma. Tras el éxodo propiciado por esas irrefrenables ganas de evadir esta urbe de cemento y luces, de aire viciado y bullicio... este complejo conglomerado de ambiciones y urgencias. Donde el espíritu es aturdido y los reclamos aplacados, porque la idea es... sobrevivir.
 En este nuevo año de dulces promesas y decepciones encontradas a la vuelta de la esquina, donde los pendientes, cuelgan de la consciencia... junto algunas piezas dispersas del rompecabezas incompleto de la niñez.
 En los primeros pasos de un inicio... con el menguante de la luna sobre el agua, como un ojo entrecerrado sobre la cara de la noche. En el marco biselado de este Enero a estrenar. Y yo con mis momentos a destiempo... un pasado del que aprender y un futuro proyectado que me sorprende todas las mañanas... cuando se vuelve presente. En resumen, la idea es no volver sobre errores, es intentar, no rendirse... es adaptarse, acomodarse a este calendario que no siempre evoluciona de acuerdo a lo estipulado, entonces, lo impensado es posible y lo posible, descartado... donde sufrir no debe anotarse de antemano en el menú diario y la experiencia no puede ser solo el estigma sobre el cuerpo... donde la vida a favor sea el espacio a descubrir y donde la senda transcurrida, sea ese libro de consulta permanente, pero sin que represente un muro de defensa, porque la idea no es aislarse... es caminar más seguro con los zapatos que nos deja la sabiduría.
 Empezar... todo un desafío sin garantías, pero todo inicio es sinónimo de vida... de despertar a nuevas sensaciones... a que la emoción de intentar nos pase por dentro y por fuera... para no vivir a medias, con la mezquindad del egoísmo y el miedo impropio de aquellos que saben que no existe nada absolutamente irrefutable.
 No temerle a los sentimientos es imprescindible para apreciar la intensidad de todo lo posible.
 Gracias.
4/1/13

lunes, 31 de diciembre de 2012

Espacio


Un espacio de sol...
la vuelta a casa,
una esfera de luz
que no se escapa.

Una porción de amor...
que es espera,
hasta encontrar el aire
que nunca llega.

Una cuota de fuerza...
esa sonrisa,
prendida de mi rostro
como su insignia.

Un silencio de a dos...
de madrugada,
guardando mi vehemencia,
por ser más cauta.

La distancia pautada...
un trago amargo,
ese frío en la espalda
tras el ocaso.

Un suspiro en la noche...
a las estrellas,
un puente el abismo
de historias huecas.

Un vuelo a ese espacio...
que se ciñe a mi alma,
sensible cordura...
para mi calma.

Norma Marchetti
31/12/12




domingo, 30 de diciembre de 2012

Promesas a mis ganas


En la amplitud azul de un nuevo cuadro,
en la colina gris de algún deseo,
en el derrame absurdo de mi arena...
en la ceguera propia de los necios.

Voy a despertar al nuevo sol en otro día,
en el espacio invertebrado de mi tiempo,
en el después de toda meta superada,
en un presente afortunado del comienzo.

Arribo a este quizás que es desafío,
en la disputa interna del intento,
en la apertura firme de mis alas...
en la veraz reforma que pretendo.

Estoy en el ardid de otra jugada,
en la respuesta austera... sin un eco,
en la expresión ambigua y mutilada,
en la versión distorsionada de mis versos.

Le agrego otro matiz a mi paisaje,
un marco descuadrado... verde intenso,
la suave melodía del abrazo...
promesas a mis ganas... en silencio.

Norma Marchetti
30/12/12




viernes, 28 de diciembre de 2012

El vacío


Voy a llenar el vacío
y ya no habrá nadie,
que corte mis alas...
que no sepa amarme.

Voy a llenar el vacío
con mis propios sueños,
ya no habrá un espacio
esperando un beso.

Voy a llenar el vacío
y no habrá una espera,
voy a ser tan libre
como el alma pueda.

Buscaré un sentido
a nuevas pisadas...
ya no habrá un vacío
pesando en mi calma.

Norma Marchetti
28/12/12


domingo, 23 de diciembre de 2012

Sombra de otro árbol


Estoy en la expresión del sentimiento,
un lapso sin final... enrarecido.
Estoy en la expresión de mis deseos,
prendidos al ritual de los latidos.

La senda es de final insospechado,
un salto en la ceguera del vacío,
un coro entre las voces más terrenas,
un pétalo en el viento suspendido.

La espera es el temor adolescente,
las manos aferradas a los muros.
El tiempo es el fantasma que demanda
subido al pedestal de los impulsos.

Un paso hacia adelante sobre el agua,
las bases insolventes y confusas,
los ojos absorbidos en presente,
mis manos solitarias sin cordura.

No voy a renunciar a esos sueños
que tuve desterrados de mis ganas,
no quiero ser la sombra de otro árbol...
si hoy tengo esa luz que ayer negaba.

Norma Marchetti
23/12/12





                                          MUCHAS FELICIDADES!!!
                                          Gracias por acompañarme!!!.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Cuando nada cierra


Levanta los ojos
se yergue en la Tierra,
la savia del tiempo
se mezcla en sus venas.

Un silencio absurdo...
verdades a medias,
la magia... un abrazo
de piel y carencia.

Sensación extraña
que no se perturba,
realidad ambigua...
pasión y cordura.

Calendario a cuestas,
mochilas cargadas,
apertura al muelle
donde siempre atraca.

Se abren las manos...
y luego se cierran,
cautelosos pasos
que lentos se alternan.

Un cielo pintado
sin sol... sin tormenta,
la visión se abre
cuando nada cierra.

Norma Marchetti
12/12/12

No logra nivelarse.


Quiero atravesar mi noche...
recostarme en los recuerdos,
que se seque ese perfume,
que me humedece el cabello.

Mi Cruz del Sur en los hombros,
soportando otro destierro,
estampando otra utopía
en las sílabas de un verso.

Una balanza colgada
en la alborada del día,
que no logra nivelarse...
que no da una alternativa.

Con las promesas aisladas...
entre puntos suspensivos,
con la consciencia encallada
en las arenas del frío.

Norma Marchetti
12/12/12

martes, 11 de diciembre de 2012

Me voy...


No voy a caminar...
voy a esperarme.
No quiero respirar...
no encuentro el aire.

Me voy a algún lugar,
espero afuera.
Me voy con el silencio
que me queda.

Mis brazos que se anudan
en mi espalda,
Mis sueños, que son nubes...
se desarman.

Cadenas de un amor...
que es susurro.
Encuadre incompresible...
como un  yugo.

Un pálido horizonte...
que se altera.
Un tiempo de empezar...
en otra senda.

Mis huellas digitales...
en su espalda.
Hoy hago lo que puedo...
con mi calma.

Enfrento el desafío...
mi respeto.
Saber lo que yo ansío...
y lo que puedo.

Norma Marchetti
11/12/12

viernes, 7 de diciembre de 2012

Límites a la soberbia


Buenos Aires, 6 de diciembre de 2012.
 Hoy recordaba que cuando era chiquita, le preguntaba a mi papá... ¿Por qué llueve tanto? y él, siempre me contestaba riéndose... "Es San Pedro que está baldeando el cielo" y como todos los chicos, mi imaginación hacía que esa respuesta se tradujera en una imagen... y esa imagen, ajustaba en el diámetro exacto de mi duda, cubriendo así mi curiosidad. Cuando tenía unos 9 años, estando en casa de una tía, llegó una enfermera a inyectarle una medicación a mi tío, que estaba enfermo. Cuando estaba por retirarse, se detuvo un momento a conversar con mi tía sobre enfermedades, síntomas y esos temas que suelen tocarse cuando se dan estas circunstancias. Recuerdo que yo escuchaba atentamente y me angustié, entonces le pregunté... -¿Por qué la gente tiene que sufrir?... y ella me contestó...-Por qué sino, la gente sería muy mala. Yo la quedé mirando un poco asustada, sin entender bien la relación entre el dolor y la antítesis de la maldad, entonces ella me explicó, que si nada nos doliera, no entenderíamos el dolor ajeno y que si supiéramos cuando íbamos a morir... haríamos cualquier cosa los últimos días, sin importar las consecuencias... que Dios era sabio en esto y no nos dejaba saberlo. Sin duda, esta explicación y otras tantas que se alinearon a lo largo de mi vida, formaron los cimientos de mi forma de actuar. Tal vez parezca que no existe relación entre el primer recuerdo y el segundo... pero sí la tiene. Más allá de cualquier connotación religiosa, o asociación a un poder de cualquier tipo de deidad, lo que es innegable, es que la naturaleza parece ensañarse en ocasiones... y todos sabemos que es indomable, incontenible e impredecible en ocasiones. El tema es... "¿Por qué?"... es perfectamente razonable y demostrable, que la desidia y los intereses mezquinos de los humanos, hacen estragos en el equilibrio natural... pero, también es una manera de poner límites a la soberbia humana, a la estupidez de imaginarnos todopoderosos... y el dolor, también nos recuerda que nadie esta exento del padecimiento y que el que sabe de que se trata... ya es consciente de lo que ocasiona al provocarlo en alguna persona o simplemente siendo indiferente al dolor ajeno. Finalmente, es sabido, que la muerte es parte de la vida, que no se puede predecir el momento y no hay soborno posible, ni fortuna que la detenga.
 Después de tanta lluvia y en una mirada algo melancólica y reflexiva, podría decir, que nada se parece tanto a la definición de felicidad, como la paz interior... y ella viene de la mano de buenos sentimientos y de un sentido profundo de la ubicación dentro de un tiempo y espacio en el que la vida nos es dada, para cultivarla y disfrutarla, pero desde la humildad y la generosidad, entendiendo que "Quien no vive para servir, no sirve para vivir". Juan Bosch.
 Rescatemos lo más lindo de cada persona...

Norma Marchetti
7/12/12

jueves, 6 de diciembre de 2012

Y la vida sigue...


Y la vida sigue... a pesar de todo,
después de ese llanto tatuado en los ojos,
después de los años.. de horas perdidas,
después de de la noche, regresa otro día.

Y la vida sigue... nada la detiene,
vuelve al equilibrio a ubicar pendientes,
vuelve la cordura a encausar los pasos,
vuelven los sentidos a aflorar sin daños.

Y la vida sigue... de eso se trata,
tan solo una larga cadena de causas,
tan solo el momento que pasa y no vuelve,
tan solo un futuro soñado en presente.

Y la vida sigue... restaura los daños,
le agrega matices, de oscuros a claros,
le agrega esa cura a la herida expuesta,
le agrega un sentido a soñar sin tregua.

Y la vida sigue... se abraza a la espalda,
de los gestos nobles que buscan mañana.
de los gestos tiernos que alivian el peso,
de los gestos dignos de algunos comienzos.

Norma Marchetti
6/12/12


domingo, 2 de diciembre de 2012

A la vuelta de la esquina


A la vuelta de la esquina,
mi pedido a las estrellas,
solo faltaba la alfombra
para amortiguar mis huellas.

A la vuelta de la esquina,
alguien me dejó el pedido,
un desafío impensado
sacudiendo mis sentidos.

Los zapatos de princesa
para olvidar mi cansancio,
un despliegue de promesas
de matiz inusitado.

Un portal a otro mundo...
esos ojos que sostienen,
un suspiro en el alivio...
sin relajar mi consciente.

A la vuelta de la esquina,
mi posición en alerta,
las dos manos extendidas
aplacando mi demencia.

A la vuelta de la esquina,
se despliegan escenarios,
me sorprende este presente
que me trae lo esperado.

A la vuelta de la esquina,
en esa curva forzada...
alguien me ofrece los ases
para ganar la jugada.

Norma Marchetti
2/12/12



sábado, 1 de diciembre de 2012

Soy mujer entera

Que Dios me proteja
sobre mis dos piernas,
que tiemblan mis manos
en la herida expuesta.

El desgarro interno...
miradas perdidas,
la cruz en la espalda
cuando no hay salida.


La mano extendida...
algún cuento de hadas,
en el cauto inicio
que a gritos reclama.

Y cierro mis ojos...
me voy desangrando,
no entiendo ese yugo
de amor desmembrado.

Y me enfrento al reto...
y al dolor punzante,
soy mujer entera
que no va a ocultarse.

Voy por mi revancha...
reclamo el derecho,
con la frente en alto...
y el pedido al cielo.

Norma Marchetti
1/12/12 





miércoles, 28 de noviembre de 2012

Detrás de mi cara


Descorriendo el techo,
abriré ventanas,
cambiaré los muebles
de la vieja sala.

Hundiré mi espalda
sobre las corolas,
un suave sonido
me abraza en las sombras.

Las cartas mezcladas,
las palmas arriba,
elevo plegarias...
el cielo me abriga.

En letras extrañas
describo mi pulso,
que impulsa el arribo
de lo que no oculto.

Mis ojos abiertos
desmenuzan tramas,
alerta el sentido...
se abre en la pausa.

Escalera al borde...
asciendo con calma,
en pequeños tramos...
mis huellas lacradas.

Un paisaje ajeno
con puerta de entrada,
ofrece el futuro
una imagen plana.

Oídos atentos...
la escena alterada,
me guardo los ases
detrás de mi cara.

Todo lo perdido...
el amor... la trampa,
el instinto intacto...
voy hacia el mañana.

Norma Marchetti
28/11/12

domingo, 25 de noviembre de 2012

El pequeño cajón vacío


¿Quién  no tiene un cajón vacío?... un espacio en esa geografía imposible de plasmar por medio de la cartografía... un espacio sin tiempo, guardado en el fondo destemplado de las sombras... una escena en desnivel, un castillo en el reloj de arena... la ausencia sin imagen, un lugar de reclamo enmudecido, un bolsillo   sin abrir. Un laberinto sin salida, una ruta inexplorada, esa línea punteada en las vocales por completar... un cielo sin destellos... siempre azul, sin un matiz... el hueco oculto sin lugar para otra cosa.
 Algunas veces, describo al corazón, como el lugar donde se guardan y protegen los sentimientos... los seres que impulsan nuestro ritmo cardíaco, una función no reconocida desde lo fisiológico, un sitio que lo seres sensibles le otorgamos dentro del cuerpo. Algunos lo describen como "una bomba muscular del tamaño de un puño, que hace circular la sangre por todo el cuerpo"... yo, en mi delirante y novelesca visión, lo describo como un habitáculo con varios cajoncitos, de diferentes tamaños... el de los padres, tiene capacidad para más de dos, porque algunos aman a sus padres del corazón o a quien cumpliera con esa abnegada tarea... el de los hijos, sin capacidad determinada, el de los amigos, que en ocasiones parece estar completo y en otras algo despoblado... y así, con cada persona que consigue penetrarnos esa capa dura de la piel... incluso los recuerdos, tiene lugares más o menos privilegiados, algunos se visualizan algo amarillentos en contraste con aquellos que aún parecen vivos... pero hay uno en especial, que es muy pequeñito, que alberga solo a una persona a la vez... porque cuando el sentimiento termina, pasa a otro compartimento... es el de ese compañero/a de vida, que nos impulsa, que nos desarma, que nos vulnera y revive. Es un cajoncito muy especial, que no tiene más capacidad que para una persona, aunque algunos pretendan hacer coexisistir a dos o más... y eso no es posible... en tal caso, todo funciona mal y alguno resulta dañado... o simplemente la gran incomodidad lo obliga a abandonar ese diminuto receptáculo. Duele, cuando acomodamos a alguien que no quiere permanecer y duele, incluso, en el vacío.
 Algunos pueden no compartir mis ideas, pueden tildarme de idealista, etc. etc., pero a pesar de todo, soy lo que elijo... porque así lo quiero y amo lo que amo, porque así lo siento.
 Cuando estrecho cajoncito queda vacío, por miedo al dolor o por abandono, solemos correr en busca de placebos, de amores diferentes, diversiones, distracciones de cualquier tipo, incluso perder la conciencia en adicciones absurdas, que en definitiva... nunca llenan ese abismos del pequeño cajón vacío. En resumen... nada ajusta en un lugar hecho a medida para la persona indicada y el silencio de la ausencia retumba en los oídos... cuando la música termina, el bullicio de otras voces se aplaca y el dolor se acentúa como punzada en el centro del impulso, marcando un soledad imperceptible, pero aguda y profundamente íntima.

Norma Marchetti
25/11/12
 

Me voy...


La sombra del dolor desgarra adentro,
un tiempo de  morir en mi verdad,
un pacto con mis venas, desde el llanto,
un vínculo en vacío...con mi paz.

El precio del perdón a las ofensas,
un hálito de fe que va a quebrar,
tragándome la hiel de los desplantes...
me fui con ese abrazo a mi lugar.

Y vuelvo a claudicar en mis intentos,
la vida es un fragmento a transitar,
los fallos, me acobardan entre sombras...
le quitan a mi impulso de volar.

Me voy a acurrucar a ojos cerrados,
me quedo en este amor de dignidad,
el abrazo es a mis hijos, mis pilares,
me voy a recluir de la maldad.

Norma Marchetti
25/11/12



domingo, 18 de noviembre de 2012

En perspectiva


Busco en mi interior el aire escaso,
busco en la demencia la salida,
vuelvo a descansar sin un remanso,
voy siguiendo el son de una utopía.

Fijo el curso nuevo... en perspectiva,
busco posición entre dos faros,
calzo estos zapatos de osadía....
y un vestido azul... del cian, al claro.

Escucho algunas voces desde el viento,
prefiero discernir y ser más cauta,
le agrego algún matiz al pensamiento,
dibujo algunos sueños sin distancia.

La huella, es la que marco con mi nombre,
el tiempo, es pendular y acompasado,
la piel, es ese tacto con el mundo...
lo interno, es la vehemencia en lo que abrazo.

Norma Marchetti
18/11/12

Con paso lento


Otra prueba que me enfrenta...
otra afrenta en mi interior.
Un tiempo de asumir lo que no puedo...
un tiempo de sumar a mi favor.

Secuencias de la vida arraigadas,
cadenas que condenan la razón,
la lluvia que relaja mi impotencia...
templanza en la conciencia y el perdón.

Me pongo un antifaz y salgo al ruedo.
reclamo otro lugar para mi voz,
le resto a mis pisadas esas sombras,
encuentro plenitud en lo que soy.

Avanzo en la estrechez con paso lento,
le acerco a mi pupila otro color,
me niego a ese lugar que no me alberga...
camino introspectivo... al corazón.

Norma Marchetti
18/11/12

jueves, 15 de noviembre de 2012

El lado anverso


Me voy a despertar al son del viento,
despierto de mi voz sonidos nuevos.
La nota en el revés del calendario...
la escena como filo entre mis manos.

Un tiempo de esperar... de ojos abiertos,
el sueño que no fue... y el lado anverso.
La esquirla en el torrente de mis venas,
el lapso en la cordura que se niega.

La mano que se afianza sobre el pecho,
cubriendo al corazón... latido expuesto.
Los labios en sordina... y su misterio...
un salto en la atadura del regreso.

Norma Marchetti
15/11/12

Me llevo mariposas


Estalla la implosión
entre las sombras,
la dura nulidad...
que me desborda.

De tinta la emboscada...
y entre comas,
se quiebra en el desdén...
siembra congoja.

La absurda dilación...
y el verso trunco,
la esquela que quedó
fuera del rumbo.

La búsqueda imperiosa...
y el silencio,
la estéril realidad
de un sentimiento.

Visiones del después...
e intento nulo,
razones vapuleadas...
claroscuros.

Desgarro la atadura...
me libero,
me abrigo en este frío
tan complejo.

Reclama mi interior
el tibio abrazo,
se suelta el corazón...
se abre en gajos.

Prefiero dormitar...
mi mente escapa,
me guardo la pasión
que me desangra.

Y vuelve a repetir
la misma escena,
me acosa ese adiós
tras de la puerta.

Le dejo lo mejor...
me voy al alba,
me llevo mariposas
de su cama.

Norma Marchetti
1/11/12



domingo, 11 de noviembre de 2012

11 de Noviembre


 Buenos Aires, 11 de noviembre de 2012, la mañana esta fresca y el sol no es más que una intermitencia de luz dorada que se insinúa tímido, bajo de ese manto agrisado que viste el cielo... Esta Primavera tan esperada, que ostenta sus bondades veraniegas y en sus intentos, recorre esos ensayos de Invierno... que no le cuadran y se asienta en un Otoño desteñido, desubicado y aburrido.
 Esta mañana de silencio... de soledad elegida, de ambiguas sensaciones... de despedidas necesarias y proyectos obligados... para no morir ahogada en el hueco de la nada... en un lugar prestado que no necesito... en un volver sin sentido, a un espacio de sombra que nunca me correspondió... a un agónico respirar entrecortado cuando debo retener el aire en mis pulmones para los momentos en que se vuelve escaso y viciado.
 Solo Dios sabe el dolor y precio que pagué por esta libertad de mochilas pesadas en mi columna y de piernas cansadas que jamás se detienen... solo Él, sabe que mis apuestas son a manos llenas... sin venganzas... asumiendo el riesgo de perderlo todo... porque la vida a medias, es esperar el tren en un anden y seguir allí parada, aún, cuando el tren cierra sus puertas y se va... es esperar el próximo, con las manos en los bolsillos y el coraje agusanado dentro del miedo, que genera la supuesta llegada del dolor. Y allí quedamos, con los ojos atentos al próximo arribo y los pies clavados sobre el cemento frío del gris andén, que no va a ninguna parte... que nunca se percata de nuestra presencia absurda... mientras las agujas del viejo reloj, giran en un solo sentido... silenciosas, incansables, inconmovibles... insobornables.
 Por esta convicción de apostar al amor, claudico una y otra vez a la pereza y al egoísmo... y yo no sé como de ingenua suena esta declaración... la verdad... tampoco me importa! Yo soy esta persona que elegí ser hace muchos años... y me adapto... y acepto... y me rozo con un sistema que no condice con lo que siento... y sobrevivo... me rearmo... me reivindico.
 Tengo la paz de intentarlo todo, sin pasar los límites... sin dañar... al menos, nunca en forma consciente. Tengo el amor que sembré, con el sacrificio de postergar lo secundario, para doblar mi espalda en la tierra y posponer lo superfluo... y no es queja... es entender que todo tiene un precio y que no tiene que ver con lo material... que la cosecha es acorde y proporcional a la siembra... y eso es todo.
 De aquí en más... la vida, la oportunidad que me espera... los silencios que me aguardan... la felicidad que me corresponda... la dignidad sostenida... el coraje que me queda... los pies que me llevan en el cíclico ritmo       de mi pulso... un sentido hacia adelante... aunque las lágrimas se deslicen o se insinúen sonrisas... cuando el abrazo sea al alma... o a los huesos revestidos de piel...
 Todos somos únicos e irrepetibles... dejamos marcas indelebles... como tatuajes extraños, en las profundidades de un espacio inorgánico, pero que pesa y duele como la más desgarradora herida... o que nos endulza los recuerdos con la sonrisa que se instala sin aviso y esa inconmensurable ternura del abrazo, etéreo y distante... pero que se siente cálido y contenedor.
Las personas no se reemplazan... no hay otra igual.
El amor no desaparece... el sentimiento se acomoda de otra manera.
Los hijos son para siempre... las parejas... mientras se elijan.
El que no vive... esta muerto.

Gracias!!!.
Norma Marchetti
11/11/12

lunes, 5 de noviembre de 2012

La cuerda se afina


Voy a sacudirme el polvo
de este nocivo desgaste,
cuando el lugar no es el mío...
cuando no puedo quedarme.

Cuando la entrada es muy amplia
y las salidas estrechas,
cuando falta la cordura...
cuando la angustia es interna.

Cuando la opción esta afuera
y el corazón no escapa,
cuando se agota la fuerza
y se quiebran las bisagras.

Cuando el latido es muy leve...
cuando la cuerda se afina,
cuando el aire es tan escaso...
que no alcanzan las caricias.

Cuando la pérdida es grande
y el quedarse... un suicidio,
cuando no voy a entregarme
como presa de egoísmo.

Norma Marchetti
5/11/12

Un simbólico alegato


Un espacio en el silencio,
un cerezo en mi vereda,
un capítulo en mi cuento,
varios nudos en mi cuerda.

Un atril para mis versos,
una aurora en mi ventana,
el idioma de los besos,
un abrazo sin palabras...

Una expresión sin vocablos,
sobre angustiadas pupilas...
un simbólico alegato,
al costado de la vía.

Un cansancio desmedido
entre lágrimas calladas,
una duda en los latidos
en desnudas madrugadas.

Norma Marchetti
5/11/12

jueves, 1 de noviembre de 2012

Se aferra el corazón


Crece en mi interior otra carencia,
un tiempo de abrazarme a mi cordura,
la apuesta a otro escalón... en el vacío,
un tiempo de empezar mi cuesta arriba.

Hoy cargo en mi hombro esta tristeza,
la pérdida... el cadáver de algún sueño,
la sangre en mi interior... en esa herida,
me enfrento a las verdades que no quiero.

Y debo caminar aunque no pueda...
y debo hacerle frente a ese demonio,
la frente sostenida hacia el cielo...
las cuentas sin pagar de mis "no puedo".

Las lágrimas latentes... reprimidas,
un frío en mi interior dilapidario,
se aferra el corazón hasta el desgarro...
se aísla en la estrechez del desengaño.

Norma Marchetti
1/11/12



lunes, 29 de octubre de 2012

Un día más...


Octubre 29 de 2012, llueve otra vez en Buenos Aires y despertamos en la madrugada con ese rugido grave, de un cielo porteño y desvelado... con ese descontento contenido y desbordado... con esa nostalgia gris de tango que me hacía "piantar un lagrimón" en mi infancia... recuerdo, por ejemplo...  "Mi noche triste" de Contursi y Castriota, porque mi padre tarareaba esos versos que decían... "siempre llevo bizcochitos pa´ tomar con matecitos como si estuvieras vos"... y era exactamente lo que hacía cuando mi madre debía ausentarse por unos días. 
 Esta ciudad de bohemios, apasionados y extremistas... de creativos a la hora de sobrevivir... de pasos apurados... con la calidez cimentada en los afectos.
 Esta vorágine del tiempo que te empuja a incorporarte a una masa de pasajeros disconformes y forzados a una rutina asfixiante... que escapan de la rigidez del cemento, desesperados...  y vuelven con la resignación de los reos que se dirigen al cadalso... y así se suceden los días, con la conciencia marcando los inicios y finales de una semana... y un "finde" escaso que no llega a conceder el respiro necesario. Entonces... nos cruzamos y nos quejamos del tiempo, de los precios, del trabajo, del vecino, de los políticos, de los programas de televisión, de las boletas de servicios, de los sueldos, de los transportes, de las calles, de los puentes... etc. etc. etc. y no importa con quien... incluso balbuceamos a solas algún insulto. Y claro esta... la violencia, es un tema que nos sumerge en un clima de pánico justificado... pero paralizante. Sin detenernos en lo esencial... "Hoy estoy vivo y puedo hacer algo más"... no se trata de tener más dinero, acumular más bienes materiales, o someternos a implantes o cirugías para conservar una juventud artificial y externa... nada de eso nos da la verdadera satisfacción de sentirnos queridos, o nos conforta tanto como sentir la paz interior que equilibra y nos sustrae de las mezquindades y sentimientos de resentimiento, que sin duda, nos dañan profundamente. Allí aparece la soberbia... esa exagerada sensación de "poderlo todo" y ser "mejor en todo". Escucho y leo todos los días que es prioritario "amarse por sobre todo"... y es cierto, no tengo la autoridad para desmentirlo, pero tengo la firme convicción de practicar el... "ama a tu prójimo como a ti mismo"... no creo que amarnos un poquito menos, para amar un poquito más, nos quite nada... en tal caso... suma. Es muy bueno intentar ser autosuficientes y superarnos... pero... ¿Qué hace tanta gente interactuando con nosotros?... ¿Qué compartimos?... Si amamos la soledad porque nos hace independientes... ¿Qué hace un televisor, una computadora, un celular?... si desconfiamos hasta de nuestra sombra... ¿Quién podrá abrazarnos cuando estemos tristes?... ¿Por qué lo bueno es lo que esta por venir?... ¿Quién lo garantiza?...  ¿Con qué parámetros medimos a la gente que dejamos pasar o quedarse en nuestras vidas?... ¿Qué priorizamos?... ¿Cuánto cuesta hacer que alguien se sienta un poco mejor, destacando sus virtudes y no sus defectos?... ¿Cuántas cabezas hay que hundir para que se vea la propia?... Un día más, es más importante de lo que podemos aceptar... no firmamos ningún contrato de permanencia cuando nacemos... la vida es un PRIVILEGIO... no un castigo, somos dueños y responsables de lo que concedemos y de lo que elegimos... la vida es elección... segundo por segundo . Las capacidades que poseemos son para compartirlas... y nuestra capacidad de amar es totalmente gratuita, estimulante e ilimitada...
Gracias por ayudarme a ser mejor!!!.

Norma Marchetti
29/10/12  

domingo, 28 de octubre de 2012

Estas alas de mi cuerpo


Agito estas alas de mi cuerpo,
livianas de culpables y de miedos,
al margen de los vientos de zozobra,
ausente en las curvas de las sombras.

Suspiros aliviados sin captura,
la escala que asciende sin premura,
un tiempo en libertad inusitado,
un lapso en mi interior acompasado.

La ruta que conduce hasta mi espacio,
cadenas que se rompen a mi paso,
Un cielo transparente a ambos lados,
un tiempo de aprender lo inesperado.

Las manos, con las palmas hacia arriba,
los ojos, exponiéndose a la vida,
el centro, equilibrado en la columna,
las piernas, que se alternan más seguras.

Voy planeando en la calma del mi ritmo,
ese espacio insospechado y definido,
esa página que se abre en otro texto...
el lenguaje más acorde a mis sueños.

Un paréntesis de oxígeno en mis venas,
la esperada redención a mis falencias,
la fragancia de una paz desconocida,
la esencia de esa luz que hoy me habita.

Norma Marchetti
28/10/12

martes, 23 de octubre de 2012

Proyecto lo que soy


Se me cae la luna y la sostengo,
la acerco a la tibieza de mi cuerpo.
La imprimo en el espacio del vacío,
la arraigo a mi horizonte comprimido.

Me acerco a su face más callada,
la enciendo alumbrando mi llegada,
la espero en el portal de los silencios,
la arrimo a las falanges de mis sueños.

La estrecho en el abrazo inusitado,
la abrigo en el reverso de mis brazos,
me siento en su versión de luna nueva,
le acoplo ese menguante que le queda.

Me quedo en su figura de reflejo,
proyecto lo que soy, con mis complejos,
le agrego un nombre más... es masculino,
tatuado en el espacio más genuino.

Norma Marchetti
23/10/12



sábado, 20 de octubre de 2012

Soy artífice


Soy artífice del tiempo
que perdí en los suspiros,
de la angustia que me muerde
con la rabia en los colmillos.

De esos miedos me que asfixian
entre lágrimas calladas,
de ese hueco que me oprime
sobre el filo de mi espalda.

Soy artífice del nudo
en el centro de mi tráquea,
de los momentos cedidos
a mi corazón en calma.

De las caricias flexibles
a los bordes de su forma,
de los momentos cedidos...
de mi entrega sin zozobra.

Soy artífice del beso
que acelera mi torrente...
de lo que nunca le he dado...
de como quiero quererte.

Norma Marchetti
20/10/12


jueves, 18 de octubre de 2012

Yo quiero despedirme.


Me paro en la otra orilla...
y es confuso,
yo quiero despedirme
de estas ganas.

¿Quién soy en su país
si no me extraña?...
¿Qué soy en esos brazos
sin mañana?

No voy a explicarle
lo que valgo...
si tengo que decirlo...
ya no cuenta.

Lo dejo con sus logros
materiales,
me enfrento a la verdad...
si me quisiera...

Conservo mi universo
y mis amores,
un cielo vertical...
y el alma entera.

Las cuentas que pagué...
y mis retratos,
la vida que me abrí
sobre estas piedras.

Hoy voy a acurrucarme...
tengo miedo,
en esta soledad
que me congela.

Ya no voy a sufrir
si no te tengo,
yo sé que es mejor
que así lo entienda.

Norma Marchetti
18/10/12

martes, 16 de octubre de 2012

Mañana...


 Hoy vuelve a deshacerse el cielo en pequeñas gotas, un ínfimo sonido tras otro, conformando una extraña melodía... que se acrecienta y se aplaca... que se hunde en la tierra y se desliza sobre el pavimento, como arañazos sobre los vidrios de las ventanas. Y se presenta gris... y predispone al abrazo, este derrame... este reflejo de ojos tristes, cansinos y solapados, cargados en melancólicos lagrimales que se avistan desde la tormentosa noche, que llega a cobijarse entre sus sombras... cuando el sol se viste de ausencia y la luna se abraza a la espalda álgida de otro sueño.
 Y me pregunto cómo es... ¿Es esperar a que la vida me defina?... ¿O es definir lo que de la vida se espera?... ¿Es esperar a que todo suceda?... ¿O hacer que suceda lo que espero?... 
 La verdad, me defino entre la aceptación de lo "real", que siempre es discutible, apelable y relativo... y ese matiz rebelde con que se tiñen mis franjas alternas, inestables y sanguíneas. Intento ubicarme en un medio necesario y equilibrado, pero siento un desnivel bajo mis pies que me hace recordar que es necesario, en ocasiones, flexionar una rodilla, para encontrar el equilibrio necesario. Entre tanta base inestable e impredecible, entiendo que el desafío diario, consiste en acomodar el cuerpo y todo lo que subyace en él. 
Y me despido con un "Hasta mañana"... un alfiler de gancho que me aferra a un futuro inmediato, la escena que no sucedió... un número en el calendario que voy a marcar como uno más... o uno menos... la cita impostergable con la vida... es siempre otro mañana, hasta que se extinga la cuota de oportunidades, de sucesivos tramos de una historia ordenada en lapsos de 24hs... como cuentas de un collar que varía en el tamaño y en la intensidad de los tonos que le imprimimos... una gargantilla abierta, con el extremo oculto.
La vida... este camino a recorrer que se hace a fuerza de abrirse paso día a día... con la constancia de los latidos y la esperanza de encontrar lo que se espera...
Hasta mañana...

Norma Marchetti
16/10/12

sábado, 13 de octubre de 2012

No creo en los cuadrantes


Los pasos se suceden aplacados,
conscientes del valor de los segundos.
La espera es esa cuerda que se suelta...
cansada de estirarse en los preludios.

Y yo que ya no creo en los cuadrantes
que vienen a ubicarme en mis dominios,
y yo que en el amor soy incansable,
buscando la armonía de mi instinto.

Te invito en la premura del presente,
trazada en perspectiva hacia el futuro,
me abrazo a la ternura que aparece
como el oasis blanco de lo oscuro.

Y creo en tu mirada más profunda,
aquella vulnerable... amurallada,
y creo en la ternura de la dermis,
que corre irrefrenable y desbordada.

Norma Marchetti
13/10/12











lunes, 8 de octubre de 2012

No sé rendirme


 Llovizna en Buenos Aires, en este preludio de explosivos colores, en esta tímida Primavera que se esconde tras la máscara de un Otoño desubicado. Esta ambigua sensación de estar transitando por la alfombra roja hacia el Verano, mezclada con esta incapacidad de recordarlo. Me despierto con el aroma a azahar del limonero y el perfume del jazmín japones en las veredas, que me recuerda que aunque el clima no se resigne a cambiar, la Primavera no claudica a su derecho de manifestarse en sus formas, aromas y colores... una batalla ganada en los florecidos malvones y las suntuosas azaleas.
 Algo me dice que 48 Primaveras no han pasado en vano... que no sé rendirme... que lucho incansablemente cuando siento que algo vale la pena, pero que agotados los recursos... me retiro con los bolsillos vacíos y la sensación de haber entregado todo. Cuando esto sucede, lavo con lágrimas los resabios y comienzo otra vez... y es indescriptiblemente doloroso... pero necesario...
 Mi vida comenzó como un Verano, aunque mi nacimiento aconteció en Invierno. Tuve una infancia muy feliz... en la austeridad de los recursos materiales... pero aprendiendo a valorar los gestos... las buenas intenciones... los sacrificios... y los sentimientos, por sobre toda expresión humana. Ese fue mi Verano... el inmenso amor que me brindaron... el apoyo incondicional y el claro significado de la palabra dignidad como recurso para cimentar las columnas que me mantendrían de pie a pesar de todo y de todos.
 Mi adolescencia... un Otoño, por mi timidez... por sobreprotección... o tal vez, solo por ese desafío que conlleva el ganarse un lugar en el mundo adulto. A los 15 años, me aventuré en una historia que viví como los cuentos de princesas que habían marcado mi infancia... no entendí que estaba dando un giro abrupto a mi vida que más tarde transformaría a "La bella durmiente"... en "Rapunzel"...
 Fui menor emancipada a los 17 años... y le di inicio a un Invierno largo, donde puse a prueba mi perseverancia... mi paciencia, mi fortaleza y mi inagotable instinto maternal. Y fueron mis hijos mi razón... mi sentido, mi prolongación genética... mi orgullo... mi costado sensible... mi sello vulnerable de por vida...
 Ahora transito esta Primavera, que hidrata mis raíces con lloviznas inusitadas, con sus matizadas sensaciones... entre pueriles y adultas, entre lo osado y el recato, entre me voy... y regreso... entre un "te espero"... y un "no te necesito"... entre la sensación de acomodarme  plácidamente en esta desconocida libertad... y la necesidad de vivir abrazada. Una conjunción extraña y bifurcada... la experiencia que advierte... la omisión del miedo que me hace bendecir esta inercia necesaria e inducida. Este codiciado milagro de sentirme joven, desafiando las imposiciones del calendario y de las supuestas normas de conducta... las pequeñas prisiones en las que otros condenan a muerte sus deseos... sus anhelos, que por imposible que parezcan, no deberían ser depuestos hasta haber transitado todos los caminos posibles para alcanzarlos. 
 En este perfume de azahares... en esta expuesta rebelión de colores disimiles... en esta prolongación de luz sobre los días... en esta manifestación de libertad auténtica y contrariada... en esta reafirmación de mis sentidos intactos... sorprendentemente renovados y exaltados... la vida me regala el elixir de lo impensado y descubro que tengo mucho por aprender... que jamás esta todo dicho... que lo mejor vivido... es superable... que mientras la vida me habite... no existen los imposibles... que amo sin medida... porque es la única manera posible y que todos los días de mi vida guardo, al menos, el placer de una sonrisa conseguida.
Gracias!!!,

Norma Marchetti
8/10/12

domingo, 7 de octubre de 2012

Libertad y apego


Esa ruta estéril
que pinte de olvido,
se quedó a la vera
y varió el destino.

El paso apurado... 
agudo el instinto,
se calmo el reclamo
cuando fue preciso.

Los cristales nuevos
cambiaron la forma,
la visión renueva...
comprendiendo el dogma.

El margen se extiende,
flexible... menguado,
corazón latiendo
fuerte y atinado.

Estoy en el centro...
libertad y apego,
los pies en la tierra...
sentimientos nuevos.

Norma Marchetti
7/10/12


jueves, 4 de octubre de 2012

Que sea AHORA.


¿Cuántas veces escuchaste decir que el amor es como una plantita, que si no se riega diariamente... se seca y muere?... Seguramente ya perdiste la cuenta. Yo creo que es un valioso consejo que pocas veces se tiene en cuenta. Cada uno elije como quiere cuidar lo irreemplazable, lo que nos vincula internamente... desde lo humano, la conexión sensible. Algunas personas, realmente valoran a otras cuando se alejan...
-No des a otras personas lo que te gusta dar... dales lo que necesitan.
-Nadie puede dormirse en el placer de una conquista, porque ese es el momento en que todo comienza a desmoronarse.
-Las personas no nos pertenecen, son seres humanos libres que elijen... o no, nuestra compañía.
-El amor no condiciona ni ata definitivamente a alguien, porque los sentimientos no desaparecen... pero se transforman.
-No es bueno confiar en que una promesa de amor garantiza algo eterno... las consecuencias suelen ser dolorosas.
-Si vas alejar a alguien por un tiempo... pensá que es posible que no este cuando cuando regreses.
-Nada más importante que valorar lo que se tiene... mientras puedas.
-Nada garantiza un mañana... que sea AHORA.
-Buscá el equilibrio... no sobrevalores y no desmerezcas...
-No esperes que llueva... ama sin miedo... hoy estas vivo/a!!!
Un abrazo enorme



 

miércoles, 3 de octubre de 2012

Presente impensado


La vida esperaba
en una emboscada,
la luna en el río...
corazón sin guardia.

Unos ojos tristes,
misteriosos... claros,
la dulzura interna...
sereno recato.

Lenguaje de gestos,
pasión y ternura,
expresión renuente
en fría cordura.

Historias guardadas
que exceden el tiempo,
lazos infantiles...
tatuajes perpetuos.

Ágil el ingenio,
consciente... constante,
disciplina y temple
junto a sus contrastes.

Sensible... sincero,
inquieto... intuitivo,
un portal incierto...
derribando muros.

Intrínseca fuerza...
medida y pautada,
esa que no expone...
su esencia demanda.

Distante... impensado,
personal... huidizo,
presente impensado...
me abrazo y confío.

Norma Marchetti
3/10/12

sábado, 29 de septiembre de 2012

La ruta sin mojón


Me arraigo a la cordura
casi ausente,
la nueva mutación...
y su textura.

El nuevo andarivel
que me sostiene,
la ruta sin mojón...
a la deriva.

El sueño que busqué...
y su trasfondo,
el cielo trastocado...
y las diatribas.

Elijo la abstracción
y sus recodos,
la exigua agitación
de la mesura.

Desplazo la razón...
late el sentido,
le sumo una pasión
a esta ternura.

Norma Marchetti
29/9/12






viernes, 28 de septiembre de 2012

Sin mover los labios


Abriré ese cerco
de mis sueños blancos,
del torrente interno...
un perfil alado.

De la brisa inquieta
que acaricia y calma,
de los ojos buenos
que llegan al alma.

Mirada extasiada
que no ve la forma,
que no evade el riesgo,
y aprende el idioma.

Que es carne y es tacto...
ensamble y memoria,
canto adolescente...
amnesia de historias.

Sublime... elegido,
único... indecible,
el momento eterno
que no quieren irse.

Y serán los gestos...
y serán las manos,
y será ese eco
sin mover los labios.

Y tendrá en los ojos
un brillo impensado,
correrá en sus venas
el pulso agitado.

Mágico el efluvio...
conexión sin reglas,
un portal abierto...
una vida nueva.

Y será el deseo...
de su compañía.
y el sentido impulso
que genera vida.

Norma Marchetti
28/9/12