Astro rey.

De pronto, como si nada,
mis ojos vieron brillar
los tesoros de la tierra.
¡Fue algo sorprendente!
de dorados muy brillantes,
de rozados cautivantes
y de azules muy variados.
De praderas y montañas
que se unían en el cielo,
de cascadas y desiertos
besándose con los cerros,
de las aves y los peces,
de sus trinos y silencios,
de sus llantos y caricias,
de promesas y sus sueños.
Con omnipotente lujo
y majestuosidad de reino,
van subiendo sus guardianes
para preparar su ascenso.
Y así comienza entonces
toda la magia del día,
bañándonos de colores
y abriendo flores dormidas.
Algunos dicen: -¡El sol!,
otros gritan: -¡Alegría!,
pero saber... lo sabemos,
es la fuente de la vida.