Cada tramo del camino.

Dulces recuerdos de mi infancia entre muñecas,
gratos momentos de mi vida, hay en mi alma,
momentos imborrables, que lograron...
hacerme ir creciendo acompañada.

Imprevistamente así, la adolescencia,
provocó en mi vida un torbellino
y creyéndome ya adulta en rebeldía,
me conseguí a ponchazos un destino.

Después, la vida me enseñó de a poco,
que nada puede conseguirse sin trabajo,
sin desvelos, sin saber, sin renunciar,
sin sacrificio, sin amor... sin fracasar.

Mal no estoy encaminada ante la vida,
y no se si he vivido apresurada,
lo cierto y lo que cuenta, que no es poco,
es que sigo con amor acompañada.

Lo que he atesorado es invaluable,
he encontrado recompensa en lo que vivo,
y quisiera hacer feliz a los que amo...
aunque en ello ponga todo mi destino.

29/12/93