traductor
miércoles, 25 de junio de 2008
Gracias papá.
Recuerdos mi infancia de dulces momentos,
cuando noches de lluvia, se hacían cuentos;
de grandes hazañas, de personajes buenos,
de caras de asombro, que derrotaba el sueño.
Chocolate con churros, después caramelos,
como cena de reyes... como manjar inmenso.
Mejillas mojadas por tristes momentos,
besadas a tiempo para ahuyentar el miedo.
Quisiste ponernos siempre en lo más alto,
alentando sueños... y eso no fue en vano.
Encontré la dicha en tu buen ejemplo,
creyendo siempre, en los padres buenos.
Padres que solo saben ser sinceros,
aquellos que saben hacer un lucero;
de pan y de leche, de azúcar y cielo,
de amor y promesas, de manos sin miedo.
Manos lastimadas de fríos inviernos,
trayendo a la mesa voluntad y sustento.
Quiero agradecerte todo en este día,
gracias por tu ejemplo... gracias por mi vida.
19/6/83
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