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lunes, 30 de marzo de 2009
En el estrado de las noches
Y siempre estas ahí,… en los silencios,
y en el sonido azul de la alborada.
En mis rincones revestidos de misterio
y en el fulgor sutil de mis mañanas.
Parado allí,… tras de mi sombra,
como guardián celoso de mi tiempo,
que se repliega adhiriéndose a mis formas…
cautivando mis espacios con su vuelo.
Compones claroscuros en mis muros,
grabando flor de hiedra entre mis hojas,
combinando mis verdores con conjuros,
que transmutan mis defensas en corolas.
Almizclas con lavandas mis florestas,
asiendo mi mirada a tus campiñas,
apostado en el estrado de las noches…
subyugando mis defensas con caricias.
FRANCISCO PINZÓN BEDOYA dijo...
Una forma clásica de rimar y de tener un ritmo monocorde... pero hermoso
Un saludo desde esTe Medellín
Luis Carlos dijo...
Norma:
Simplemente maravilloso. Ni le quito ni le pongo. El color, el amor, el vuelo, la sensación claroscura, la dibujaste en la justa medida, y dibujar en este caso, es colocar el corazón sobre la página.
Un beso
Luis Carlos
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Una forma clásica de rimar y de tener un ritmo monocorde... pero hermoso
ResponderEliminarUn saludo desde esTe Medellín
Norma:
ResponderEliminarSimplemente maravilloso. Ni le quito ni le pongo. El color, el amor, el vuelo, la sensación claroscura, la dibujaste en la justa medida, y dibujar en este caso, es colocar el corazón sobre la página.
Un beso
Luis Carlos