De pie al borde de un ocaso nuevo,
dimito ese lugar que me confluye,
arraigo mi verdad a mi sosiego...
me abro a la verdad de lo que fluye.
Mis manos más abiertas que ese cielo,
mi fe más decidida entre las sombras,
los ecos de otras voces en silencio...
me hacen ver la luz entre las formas.
Hay algo en el aire que da vueltas,
una extraña interacción del universo,
una alarma que se activa... una seña...
la cósmica visión viene al encuentro.
Me voy a mi interior y lo percibo,
traspasa esta dermis que me cubre,
me quedo en el silencio sin decirlo...
me bebo ese tiempo que me urge.
Busco ese lugar a mi medida...
no extenso mar ni calle angosta,
es el cinturón que ajusta al talle...
es estar de pie tras la derrota.
Norma Marchetti
18/11/11
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