Nunca es demasiado.

Saber que te amaba, me hizo feliz
tener un anhelo, llegar hasta el fin.
Supe del amor mas bello del mundo,
supe del fracaso, temible y profundo.

Conté desde el aire, montañas y ríos,
y sentí de golpe ahogarme en lo mío.
Supe sentir ganas de olvidarlo todo,
mas no fue posible hacerlo a mi modo.

Creí no soportar tantos desengaños,
porque los momentos, se me hacían años;
mas salí adelante, lo se y lo aseguro,
lo perdimos todo, y ganamos mucho.

Vos me diste todo lo que yo esperaba,
desde la ternura, hasta tu mirada.
Me juzgaste mal, yo soy pretenciosa
por quererte mío... mas que a cualquier cosa.

Te quise y te quiero, te admiro y te extraño,
te agradezco todos, todos esto años.
Lo vivimos todo, casi lo aseguro,
¿Si fue por amor?... eso no lo dudo.

Pretendo de vos, solo tu lealtad,
jugarnos de frente por una verdad.
Nunca es demasiado lo que yo te doy,
porque soy tu amiga... porque sos mi amor.

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Carta a la vida.

Quiero escribirle una carta a la vida,
por ser la culpable de mí profunda alegría.
Quería que supieras, que agradezca los días,
los cielos, los campos y el agua cristalina.

Quisiera contarte todas mis desdichas,
también los besos y las caricias.
Quisiera decirte que ya se de ausencia,
ya se de silencio... ya se de urgencia.

Quiero agradecerte por tener marido,
por tener mi casa... por tener mi hijo.
Quisiera enseñarte todo lo aprendido,
para enseñar de amor... para enseñar de olvido.

7/6/83