En una cuerda.

¡Qué increíble sensación de soledad
da la dura realidad de ir creciendo!
De ir sabiendo que crecer duele en el alma,
subiendo un escalón por cada intento.

Se van quedando atrás esos momentos,
que se me han hecho chicos a la distancia
y no quiero olvidarlos, por si acaso,
me pudieran evitar alguna falla.

Aunque todo en mi entorno quede intacto,
aunque el amor no me abandone ni me exija.
Yo sé que dentro mío hay un vació
porque me falta aún, sabiduría.

Necesito que comprendas sensaciones,
novedades que me han ido madurando,
sentimientos que explotaron dentro de mí
y son rasgos de mí que van quedando.

Voy sintiendo que camino en una cuerda
y es difícil mantener el equilibrio,
si me niego a caminar, y me detengo,
tal vez caiga en la dureza del destino.

Finalmente con la fe me fortalezco,
por cariño y por amor voy reviviendo.
He querido enfrentarme a lo que temo
para no temerle más y resolverlo.

Sus años nos dejan.

Con pocas palabras no podré decir,
todo lo importante que son para mí.
Nobles artesanas de pequeñas vidas,
guían los destinos, muestran las salidas.

Cuentan las historias de aquellos héroes
que dieron sus vidas, por nuestro presente.
Enseñan poesías que endulzan el alma...
y vamos aprendiendo a pensar con calma.

De letras y números llenan pizarrones
y sueñan con vernos como grandes hombres,
gente más honesta, más pura y sincera,
esa es la meta de nuestras maestras.

Las que por las noches corrigen las pruebas,
sin tener descanso, sus años nos dejan.
Siempre las guardamos en el corazón,
porque son ejemplo de dedicación.

10/9/96

Grandes soles.

Décadas de vida pasaron por mí,
tiempos de nostalgia quedaron aquí,
pétalos de flores ocupan mi mente,
suaves de ternura, frescos de presente.

De cielos nublados, grises, tormentosos,
nacen grandes soles, de fondo azulado.
De cada problema se aprenden las claves
para alcanzar un cielo más claro.

La luz de esperanza se nos duerme adentro,
y la despertamos solo si queremos.
Yo busco en un rostro solo su mirada,
del color del ojo no se tiñe el alma.

Senderos sinuosos ofrece la vida
verdes de esperanza, claros de alegría,
grises de silencios, rojos de pasiones,
negros de tristezas, floreados de amores.

Gracias a los seres que me han dado vida,
gracias a el ángel que guió mis días.
Gracias a la vida que habitó en mi cuerpo,
gracias al amor que soñé y me dieron.

19/7/96

Cuadros vivos.

Cuadros vivos puedo ver
cambiando mi posición,
descubro infinitas variedades
parándome en distinta dirección.

Cuadros vivos de belleza inigualada,
son las plazas, los bosques, la ciudad.
Esos árboles de esfumados tonos verdes,
que buscan en la luz tonalidad.

Cuadros vivos, fondos ocres, tristes hojas,
van cayendo del paisaje otoñal.
Y crujientes fragmentos se dispersan...
salpicando de sonido al caminar.

Cuadros vivos, silencios, trinos, calles,
su alma comienza a amanecer,
reviviendo natural entre la noche
con el aire refrescándonos la piel.

Cuadros vivos, de azules cielos fríos,
y de noches con la luna sobre el mar
y de agua transparente, que cayendo,
va espumando su contorno al pasar.

21/6/96

Tesoros.

A esa unión sagrada y bendecida,
a esa suma perfecta del amor,
al más fiel de todos los cariños,
al sublime secreto de creación.

A mis hijos humanos y perfectos,
a su padre, elegido por amor,
mi familia, tesoro de riquezas,
sostén de toda fuerza y condición.

Tres vidas han nacido de dos vidas
son causas y razones diferentes,
son llantos y son risas tan distintas
como códigos marcados en sus sienes.

Un regalo del Creador, que no merezco,
como ver en el campo amanecer,
como tres primaverales flores tiernas,
como ver sobre el agua anochecer.

La vida nos regala día a día,
momentos que construyen un camino;
andar sin desviarnos de la senda,
sentir que hicimos bien, si bien hicimos.

Por amor nos obsequió Dios los tesoros,
que quisiera que mis hijos puedan “ver”,
en cada cosa el detalle más valioso
para cuidarlo y mejorarlo al crecer.

30/5/96

Desenvolverte.

Tus ojos me envuelven con dulzura,
tus labios me cubren de tibieza,
tu pelo ya da muestras de experiencias
asomándose en tu espesa cabellera.

Tu piel tan firme como siempre,
es muestra de tu fuerte juventud.
Tan alta y tan erguida tu figura...
la vida le ha otorgado plenitud.

Tu voz, va modelando sentimientos,
pudiendo por momentos ser de miel,
de menta, de tormenta, primavera,
profunda, sugestiva o tal vez... cruel.

Tus dedos finos hilos de agua clara,
esculturas de madera barnizada,
delgado mimbre trenzado con esmero
por el fino artesano de lo bueno.

Tan hermoso envase no es perfecto
si falta en su interior algo que llene.
Si busco en tus ojos la mirada...
es porque intento así desenvolverte.

13/4/96

Mi casa.

Buscaré para los míos un refugio
y construiré un hogar entre mis manos.
Sería yo feliz naturalmente,
entre la tibia brisa de los prados.

No importa el material de nuestra casa,
yo quiero que amanezca en mi ventana
y deje por las noches a la luna,
que venga a cuidarnos a la almohada.

Quisiera ver mis plantas en la tierra,
viviendo de su esencia que da vida,
bebiéndose del sol esa energía
que hacen que florezcan cada día.

Felices mis hijos correrían,
el agua brotaría de las piedras
y sus almas de pureza llenarían
de silvestres flores y hierba fresca.

El amor siempre presente y serpenteante
se irá multiplicando con el tiempo,
porque Dios nos ha mirado con ternura
y mi casa se ha llenado de este sueño.

.../2/96

Gente en las calles.

Un grupo de humanos, conjunto de seres,
que llenan lugares aún estando ausentes.
Que corren miedosos
sin piadosas redes.

Te cruzan, no miran,
te empujan y pasan,
recorren las calles
y no dejan marcas.

Absurdas plegarias a un dios de metal,
vacían sus almas...
y dejan de amar,
por cada centavo que puedan guardar.

Yo miro a esas mazas
de androides suicidas,
que fuerzan sus mentes
a seguir con vida.

Nada atesoran para la vejez
y la indiferencia se inclina a sus pies,
como cruel cosecha de la estupidez
que les corrió un velo cuando debían ver.

29/2/96

Definir la fantasía.

Disfrutaré de esta vida a cada instante,
en cada flor me impregnaré de aroma,
de cada calle arbolada haré un recuerdo
para refrescarme en un verde silencio.

Rescataré de cada cosa la ternura,
observaré callada, como cae el agua
y cada instante será tan importante
que quedará siempre grabado en mi alma.

Reflejaré un paisaje de armonía en mi mente
sentiré el latir del corazón más agitado,
por la emoción que suele dar sentirse libre
y caminar tirando así, mitos ajados.

Tal vez, yo no conozca las palabras,
no puedo definir la fantasía,
pero creo que en las noches estrelladas
aprenderé a mirar más hacia arriba.

Te invitaré a observar las maravillas
que el sol va matizando con colores
y los verdes campos infinitos,
que no conocen mar... ni caracoles.

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