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miércoles, 31 de agosto de 2011

Entre las sombras

Te regalo el velo que cubre mi sangre...
te comparto el tiempo en busca de ensamble.
Te insinuo un verso que se oculta al día,
te entrego el abrazo que ya no fluía.

Despliego mis alas más allá de todo...
la música surge con su suave modo.
Y es raíz la copla que acaricia el aire,
y es un llanto mudo donde habita nadie.

Y camino firme con paso ligero...
y la frente en alto me dibuja un cielo.
Donde mora el sueño que pinta un mañana...
lágrimas se filtran como lluvia helada.

Y espero en penumbras alguna alborada...
donde el sol es fuego y abrazan sus llamas.
Dónde un horizonte bermellon-magenta,
se instala en mis ojos y marcan la senda.

Mientras tanto pasan las horas dormidas...
para no perderlas, van en mi mochila.
Suspiro y paciencia... vehemencia y coraje,
capullos de rosa crecen en mi talle.

Avanzo en la noche que es sigilo y tregua,
mis pasos son huellas que marcan la tierra.
Nada se detiene, el presente es agua...
y su cause acorta algunas distancias.

Y me paro al filo sobre aquel barranco...
que es paisaje y miedo buscando un descanso.
Me acomodo y vuelvo a mi pose extraña,
pero entre las sombras le muestro mi alma.

Norma Marchetti
31/8/11

lunes, 29 de agosto de 2011

Es su derecho

Se deshace en versos cuando anochese,
la musica toma su mano... y la mece.
Se viste de estrellas y luego se apagan...
en medio de ausencias que no dejan nada.

Se estira y sus manos son de primavera,
le crecen capullos sobre algunas huellas.
Se arquea y se amolda... sus pies son de agua,
camina y es luna que alumbra hasta el alba.

Su cuerpo es olvido... es noche de invierno..
su esfuerzo es rugido hasta el mismo infierno,
Sus brazos son alas de fe y de coraje...
su pecho es tan rojo como lo fue antes.

Y abraza el vacío de horas de hastío...
y ensambla su talle con cinco sentidos.
Y es fuego y tibieza en su cruz de hielo...
y fiel a su vida porque es su derecho.

Norma Marchetti
29/8/11

miércoles, 10 de agosto de 2011

A veces la vida, o... a veces nosotros...

Cuando los años pasan y los sueños se nos quedan marchitos en la piel y en el corazón... cuando la visión se oscurece en el hollín, de lo que quemamos en cada renuncia... es ahí, cuando entendemos que no importa cuanto quede por vivir, sino como queremos vivir. Y entonces los recuerdos son hojas de un libro, y aprendemos a abrirlo y cerrarlo a voluntad... y en el frío de la decepción queda lo inútil y descartamos lo irreal, porque nos roba el tiempo y se burla de toda esperanza. Y la vida sigue... y la elección es un privilegio que asusta y acorrala... algunos huyen y pretenden que no saben... otros asumen riesgos.
y nada de lo previsto es garantía y la vida te sorprende... y los pasos de otras personas se agregan a los tuyos y compartís momentos que difieren en intensidad, pero nada es ignorado y todo lo que pasa a nuestro lado nos afecta y algunos nos acompañan y otros desvían sus rumbo... y los senderos se abren y alejan. Cuando esto sucede, yo no quiero decir, como dicen muchos que todo es necesario, algunas situaciones, no son imprescindibles, pero de todas formas suceden... yo entiendo que la gente no es descartable y las explicaciones no son innecesarias... todo debe cerrarse o no, pero en el caso de concluir un ciclo siempre deben ponerse las cartas sobre la mesa y no voy a justificar los silencios.
Como conclusión... entiendo que hay personas a las que uno debe proteger... incluso de uno mismo y otras a las que uno debe acomodar a un costado y seguir porque la verdad, la realidad, es menos cruel que diez maravillosas mentiras.