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jueves, 13 de octubre de 2011

Vacío interior

Otro día gris... de colores opacos... de miradas perdidas en una deslucida melancolía. Y allí, en donde las sombras son de luces blancas que se contraponen, donde faltan los tonos dorados del sol y los brillos que todo lo transforman... donde falta la sonrisa sutil de los trinos conjugados con los suaves aromas de la primavera, que incesantes, anuncia que la vida se reproduce, que los ciclos terminan y todo despertar tiene su parte difícil... impensada, falta de todo idealismo.Donde mujeres y hombres caminan por las mismas calles... se observan, se ignoran, se enfrentan y seducen. Donde se pueblan espacios de soledades acompañadas... donde se sonríe por cortesía, por ocultar, por complacer. Donde la gente busca alternativas para el espíritu, porque no encuentran paz... y salen en su desesperación en busca de terapias de todo tipo y la filosofía oriental, viene a ser una buena opción en busca del equilibrio y la distensión. Entonces el desafío es responder a la cruel y despiadada exigencia que nos propone esta realidad, mientras se pueda respirar, mientras el agotamiento no nos deposite en una cama, mientras el desconsuelo no nos desespere y el amor no interfiera desarmando estructuras familiares y personales preestablecidas, o socialmente aceptadas y aprobadas.
Cuando la opción de espacio respirable se encuentra, uno siente se encuentra con uno mismo... con lo que quiere ser... y se acomoda aunque sea un tiempo, para oxigenarse de cierta paz que lo ayuda a seguir... y así nos sostenemos con la nariz afuera de este mar de complicaciones y exigencias poco fundamentadas.
El humano no es todo físico ni todo lo que se ve... esto es muy obvio, pero todo armamos espacios físicos para el encastre del cuerpo, sin importar demasiado la vida espiritual que nos habita. entonces caemos nuevamente en la falsa creencia de separar cuerpo y espíritu según el lugar de destino... decimos lo correcto y pensamos algo diferente, decimos estoy bien, aunque el corazón se nos desangre en las llagas que nos dejan los frustrados intentos. Y apelamos a la alternativa de pensar que "tal vez en otra vida..." esto me produce mucha tristeza, la vida es esta y es hoy... nadie puede especular con una imaginaria vida que tal vez nunca llegara.
Y los amores a la distancia... las amistades incondicionales por internet... las infidelidades... los auto-convencimientos... las apariencias... los convenios de pareja... las pantallas de cualquier tipo y las máscaras que no vuelven títeres que se ajustan a un argumento aceptado y consentido para sobrevivir... para ser quienes debemos ser... para dar lo que se nos exige... para ocultar los sueños... para suponer que algo nos va a suceder... para transformarnos en autómatas obedientes y anular cualquier vestigio de emoción humana... para justificar el comportamiento masculino y femenino a través de la veta que nos lleva a los orígenes, donde el comportamiento poco razonado y refinado nos aproxima a otras especies del reino animal... pero esto deja de lado lo espiritual y se supone que debe encontrarse en otro lado. Y la paz no llega, porque el ser humano es un todo y no se debe disociar los dos componentes... no se debe amar solo con el cuerpo o solo con el espíritu... es una manera de encontrarse siempre con un vacío interior, que tarde o temprano pasa factura.

Norma Marchetti
13/10/11