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miércoles, 1 de septiembre de 2010

La gárgola cuida Fastuoso el inicio en el firmamento, dibuja su palco frente a los destierros. Enjambre avispado que se muta y calla… ofrece los versos que fluyen sin fragua. Vastos los designios que inspiran deleite, los ojos que miran todo lo existente. La curva se expresa de manera extraña, mis letras se visten según lo reclama. Nada es excesivo cuando el sol se acerca, los cercos existen en las horas muertas. Me invade y recibo todo su perfume… cuando el aire muestra lo que se presume. Más allá del yerro… de siglos… de sombras, la gárgola cuida su feliz victoria. Con paso apurado y frenando el ritmo… en acelerado dejo del destino. Perfiles sin mancha, nudos… ni certezas, las huellas me dicen que algo se acerca. Un pinar… el cielo… las noches sin calle… la piel de la estrofa se ajustan al talle. Láminas de fuego que ilustran clemencia, las manos reclaman la mirada entera. Toda su paciencia, su tino y su talla… describen la vuelta de Eros a casa. Yo pongo ilusiones a los pies del río, La cumbre me eleva en lento delirio. No voy a espantarme… tal vez este cerca… Cadenas me atan en total simpleza. Norma Marchetti 1/9/10