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viernes, 31 de mayo de 2013

Eco de mis verbos


Al caer la tarde...
al final del día,
ternura en las manos,
sobre manos frías.

Cambia la mirada...
corazón a tiempo,
Pupilas se expanden
en el dulce acierto.

Bajo esa llovizna...
de espera y encuentro,
rosas en mis brazos
disipando miedos.

Palabras fluidas,
escenarios nuevos,
versos ajustados
a la paz que albergo.

Ecos de mis verbos,
blancos... desvelados,
se funden las horas...
camina a mi lado.

Norma Marchetti
31/5/13





lunes, 27 de mayo de 2013

La apertura postergada



Me entrego a la armonía del abrazo,
trasciendo la estrechez de mis silencios,
traspaso los temores con mis alas...
comienzo a transfundirme otro deseo.

Confluyo en la apertura del camino,
arribo a esas costas sin fronteras.
Respiro en singular... comparto el aire,
un sol y la inclemencia de su espera.

Concibo una inocencia sobre el pecho,
reabro la apertura postergada,
construyo los pilares de este cielo...
pasión y madurez... paz en el alma.

Las alas extendidas sin esfuerzo...
se abre el corazón a las miradas,
yo dejo mi defensa sin sentido,
ensamblo en la apertura sin palabras.

Norma Marchetti
27/05/13


domingo, 26 de mayo de 2013

Convergencias


Caminar descalza
tu vuelo y tu sombra,
la distancia, el tiempo...
sin tener memoria.

Las palmas abiertas,
las hojas en blanco,
un giro en el cielo...
crepúsculo ansiado.

Transparente el iris,
diáfano, encausado,
abrazo en silencio...
cuerpos sin pasado.

Desterrar fantasmas,
construir senderos,
traspasar la dermis...
desterrar los miedos.

Ganarle a la vida
segundos eternos,
sincronía de voces...
encumbrando aciertos.

Íntima lectura,
capítulo abierto,
sincronía en las formas...
de verdad y encuentro.


Gracias Maxi por el título y por tu ternura.
Norma Marchetti
25/5/13

jueves, 16 de mayo de 2013

De verdad madura


Camino sin huellas
en tierra fecunda,
donde el fruto es noble
de verdad madura.
y el vocablo un eco
de napas profundas.

Camino sin prisa
con los pies descalzos,
saltando los miedos
que dejo el pasado,
reinventando el juego
por seguir soñando.

Camino este Mayo...
sigilo y esencia,
rimas consonantes...
verborragia extensa.
De frío y llovizna...
sobre calles nuevas.

Norma Marchetti
16/05/13



jueves, 9 de mayo de 2013

En metamorfosis


En metamorfosis
la noche y el día,
rescatando esencia,
conservando estima,
cautivando el cielo,
descartando inquina...
bordearé lo incierto,
cuando acaba el día.

En metamorfosis
llevando otro atuendo,
corriendo las vallas,
perdiendo los miedos.
dejando el pasado
roído en recelo,
como gris fantasma
devorando el tiempo.

En metamorfosis
moldeo mis alas,
calmando los miedos,
volviendo a las causas,
sacudiendo el polvo
para ver la llagas,
y llenar los huecos
con otra mirada.

Norma Marchetti
8/5/13





domingo, 5 de mayo de 2013

Con el dolor...


Con el dolor en las manos
por sostener sentimientos,
que laceraron mi dermis
entre afanosos intentos.

Con el dolor en el pecho
cuando dejo la contienda,
y me quedo entre la nada
cuando me quito la venda.

Con el dolor en los años
que esculpieron mi mirada,
que destrozaron mis sueños
reconstruyendo mis alas.

Con el dolor en los nombres
que se grabaron a fuego,
en la raíces profundas...
en mi voz y mis silencios.

Con el dolor en la espalda
desprotegida de abrazos,
cuando elegí priorizarme...
y tener mi frente en alto.

Norma Marchetti
5/5/13

 

sábado, 4 de mayo de 2013

Un puñado de dolor y otro de inocencia...


 Gotea el cielo en su incesante crepitar entristecido... como una nostalgia húmeda que te llega hasta los huesos.
 Y vuelvo de otro día de trabajo, a esa hora en que la oscuridad invade los espacios y el firmamento no es más que un techo empapelado de destellos. Pero esta noche no... un manto gris acuoso nos separa de esa visión casi idílica. Y abro mi paraguas cuando traspaso el umbral... y a partir de allí, los pasos se suceden apurados, como un acto reflejo, como una necesidad imperiosa de escapar... de escaparme. Y transito una vez más las mismas veredas, con los mismos árboles, entre otros más que se resguardan de esa persistente llovizna... desconsolada, solitaria, monótona... traslúcida. Las mismas dos cuadras se desplazan bajo mis pies en dirección inversa y ya no sé si soy yo la que me escapo... o son ellas que me abandonan. Espero que el semáforo detenga a los autos que me impiden cruzar y después el mismo camino en diagonal que corta la plaza, el busto de Alberdi, con su expresión rígida de metal y mármol. Ese camino rojizo que hoy estaba particularmente blando, permitiéndole a mis pies hundir piedritas a su paso, en esa tierra escondida bajo el polvillo.
 Cruzo una calle más y llego a la otra esquina, mientras intento hacerle frente al viento con mi paraguas y me siento un poco Don Quijote, enfrentando a un gigante que no es tal. Todavía me esperan algunas cuadras hasta la Estación. Mis piernas llevan el ritmo de un autómata programado y yo quedo inmersa en ese pensamiento recurrente que se asemeja a la lluvia, por melancólico e inagotable... entonces me replanteo esta decisión tomada de aprender de mis errores, de sostener la dignidad tan olvidada, descartada, en pos de esta liviandad con que lo material se impone a lo esencial. Es posible que sea yo la equivocada, generalmente no descarto posibilidades, pero entiendo también, que soy lo que se ve de mi, mis acciones y lo que me generan algunos sentimientos que me llevan a los extremos que no quiero. Por esa razón me aíslo y busco en soledad un equilibrio, mientras mi cuerpo recorre un camino aprendido... pautado y me deja el tiempo necesario para encontrarme en mi interior... con mis miedos, con mis dudas, con mis sueños y mi impotencia ante la imposibilidad de abrir esas puertas que me son negadas.
 Tengo un puñado de dolor y otro de inocencia guardado en mi mochila y mi fuerza innata escondida en las entrañas, en contacto con mi sangre... un fluido vital que se purifica en mi corazón. Tengo también, una paz extraña que se instala y me abandona y algunas certezas rotas colgando de las ruinas de mi pasado... y la esperanza como estandarte clavada en la entrada de este mundo mío... tan indescifrable para algunos y tan transparente para los que ven más allá de mi pacífica mirada triste.

Norma Marchetti
4/5/13