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lunes, 25 de enero de 2016

Caminar en esta ausencia de laureles


Esa mano en la espalda que me empuja,
esa visión de odio malherido,
el volver sin esa fuerza necesaria,
esa trampa en los ojos de los niños.

Caminar en esta ausencia de laureles,
barrilete atrapado entre dos muros.
Agonía en soledad que no fue nada,
un gran buque, un huracán... y dos segundos.

Una flor en el balcón del quinto piso,
un terror acurrucado en la inconsciencia.
Un perdón sin más piedad que el formalismo,
un dolor como una estaca de incidencia.

Aceptar que no esta mal si no es de piedra,
aceptar que ya no importe si es tan burdo.
Que no soy ángel guardián, ni lo que esperan,
que me canso de vivir en este mundo.

Que no quiero... ya no importa si me hundo,
que sacudo de mi espalda otros huesos.
Que no tengo el altruismo en mi bandera,
que me voy sin cuestionarme los regresos.

Soy solo lo que ven... no lo que esperan,
que me guardo mis crueldades por ser "buena",
Que yo soy ese guerrero encadenado,
que yo soy eso que doy... y lo que aleja.

Que ya está, podría ser lo que quisiera,
que no espero aprobación... que nunca llega.
Que no importa cuanto des... parece poco,
que la plena aceptación no esta en sus ojos.

Norma Marchetti
25\1\2016