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lunes, 29 de enero de 2024

Y no será Cenicienta

                       


                                                           https://youtu.be/aZHNtPobIQ4

Láminas de papel ondulando en la ventisca,

fotos y calendarios, de niñez y de familia.

Llegó una madrugada con el invierno y la luna,

creció pensándose sombra que no hallaba su figura.


Los juegos, la fantasía y aquel puñado de estrellas,

un lucero entre sus manos, se acurrucaba en las letras.

Cuándo su tierna figura deshojaba margaritas,

se desplegó ese hechizo cercenando las salidas.


Y subida al subibaja, como el pulso de la vida,

la casa se le hizo grande y las penurias... rutina.

Lecciones inolvidables.... el rostro de la apatía,

la batalla era constante y las lágrimas... amigas.


Endureció la mirada, los hombros y la sonrisa,

convivía con demonios y fantasmas que escondía.

Se sentía un escudo protegiendo a sus criaturas,

pero el fuego se filtraba, vulnerando su estructura.


Los niños fueron creciendo y ese blindaje crecía,

un ángel en su ventana, más que un mantra le ofrecía,

que cerraba sus oídos...  y al dragón no obedecía,

y así liberó sus alas que por años no crecían.


Enfrentando ese dolor y muy débil de valía,

los caminos se cruzaron con quien nunca la querría.

Montado en caballo gris... promesas y margaritas,

para llevarla contenta a su morada de ortigas. 


Sus hijos tenían alas... su presencia protegía,

ellos vieron su disfraz... un lobo que se cubría.

Y acompañando el proceso, pasaron miles de días,

hasta que volvió a enfrentarlo... y él huyó por otra vida.


Y no será Cenicienta... ni otra mujer ficticia,

será una mujer común, con todo lo que ello implica,

que disfruta de ese cuadro que nos ofrece la tierra

y los espacios profundos de las miradas más tiernas.


Norma.