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martes, 25 de septiembre de 2018

Los locos lejos de la gente


Estirar los brazos sobre las ausencias,
encontrar refugio donde no haya grieta.
Abrir las ventanas y absorber el cielo,
sacar esas voces clavadas por dentro.

Entender la noche sin color ni sombra,
aprender del tiempo que todo acomoda.
Escurrir el miedo bajo la tormenta,
donde el viento agita el agua que ciega.

Resguardar el pecho, cuidar los latidos,
abrazarse fuerte cuando falte abrigo.
Pintar margaritas en muros de piedra,
soñar que es posible lo que ya ni piensas.

Cubrirse la espalda con un poncho grueso,
ese que heredaste de algunos ancestros.
Calentar el alma cuando baje a cero,
menguar los dolores del costado izquierdo.

Sentir ese frío que nadie comprende,
ese, el de los locos lejos de la gente.
Albergar un parque en una maceta,
decorar tu mundo con un par de estrellas.

Norma Marchetti
25/09/2018

lunes, 13 de agosto de 2018

Dar a cada uno lo que siempre ofrece


Fluir en la hora que sembró ortigas,
volar con las letras ancladas al día,
olvidar su impronta, apagar el fuego,
llevar su arrogancia y dejarla lejos.

Ignorar su pose de víctima estoica,
huir de sus tierras como las gaviotas.
Solo ser mi abrazo, cerrar los oídos,
encausar mis pasos a mi propio ritmo.

Girar la mirada, abarcar el cielo,
concentrar mis ojos en mi lado bueno.
Desoír las voces crueles, desbocadas,
quitarle el poder y tomar distancia.

Observar su pose y a quien favorece,
dar a cada uno lo que siempre ofrece.
Sacudirme el polvo y mirar mas lejos,
dejar personajes dentro de sus cuentos.

Norma
13/08/2018




jueves, 12 de julio de 2018

Ser sin hacer


En ese frío incierto y silencioso,
con la sentencia gris de lo dispuesto,
cuando las almas lloran su descargo
en el aullido leve de lo expuesto.

En esa soledad que no se nombra,
con la muleta rota de los cuentos,
cuando un farol del cielo no ilumina,
en la centencia gélida de un gesto.

En ese andar de manco y de suicida,
en el rodar penoso del misterio,
cuando el servil rebaño se amotina,
se oye el rugir inhóspito del trueno.

En ese humo que el viento arremolina
y deja trunca la emoción y los deseos,           .
cuando el tablón se agrieta en su tarima,
por esa impropia tozudez de su goteo.

En ese sitio de retorno a la ignorancia,
donde se otorga la visión a algunos ciegos,
donde se vuelve sin querer a la ignominia,
donde no queda más opción que ser más diestro.

En esa trampa, en esa prueba... en la salida,
en esa mórbida intención de hacer un hueco,
filtrar la luz...  hallar certezas invertidas,
solo mirar, ser sin hacer... correr el riesgo.

En ese instante infernal de los mutismos,
en ese enlace original de los encuentros,
para esa fuga entre vocablos y eufemismos,
donde se centra la razón de algún desvelo.

Norma Marchetti
12/07/2018






lunes, 14 de mayo de 2018

Creerse justo...


Y te quieren fuerte... y te quieren sabio,
con coraza puesta y pluma en las manos,
con músculo tenso y verbo adecuado,
con coraje y calma... colosos atados.

Y te quieren fuerte para no ser carga,
para ser un oso que no tiene garras,
para ser sonrisa clavada en el tiempo,
para ser un muro con los ojos tiernos.

Y te quieren noble... cielo despejado,
pero añoran lluvias con los pies sin barro.
Con las manos blancas y ojos serenos,
con ancla liviana que se acople al viento.

Y te quieren viejo... en sabiduría,
con un buen semblante ante la embestida.
Y te quieren hábil al urdir patrañas
pero selectivo al poner las trampas.

Te quieren joya para el propio alarde
hasta que tu brillo comience a aplacarse.
Quieren la sirena que corre en las playas,
quieren selva y bosque pero sin arañas.

Tantos infinitos... y pocas certezas,
pedir sin medida, sin saber... sin tregua.
Querer con los brazos abarcar el cielo
y olvidar colores... la magia del suelo.

Tronar en el aire al mudo goteo,
ignorar los signos y saltar el juego.
Perpetuar la vida y creerse justo...
como una moneda vista desde un punto.

Norma Marchetti
14/05/2018

viernes, 23 de febrero de 2018

Cuando se abre el cielo


Ese amigo extraño de implacable forma,
ese gesto adusto anclado a su sombra.
Un espacio enorme casi imperceptible,
un peso en los hombros sobre cicatrices.

Reflexión sin rostro, ni audible reclamo,
la espera es el tiempo para algún milagro.
Los pasos no avanzan sobre el laberinto
que se mofa artero cerrando caminos.

La quietud no es manso ribete del viento,
es la voz callada que advierte en silencio,
es la huella inerte de fluido interno...
es músculo activo palpitando adentro.

Respirar tan hondo que se apague el fuego,
hundir las raíces hasta el universo,
proteger la espalda de puñales diestros
y escuchar al alba cuando se abre el cielo.

La locura impera como hoja al viento,
pulula en el grito de los desencuentros,
se esconde en el lodo y parece tierra,
crece entre cultivos... se filtra en la hierba.

Padres sin abrazos, hijos sin bondades,
miradas perdidas que no encuentran pares,
crueldades sin tono, estrechez de ideas,
el amor es bote flotando en tormentas.

Borrar esos motes, valorar la esencia,
defender las caras tras de las caretas,
poetas, humanos, locos... iracundos,
diversos e iguales con miedos vetustos.

Norma Marchetti
23/02/18

lunes, 19 de febrero de 2018

Esos ojos serios



Esta lluvia gris sobre el empedrado,
esos ojos serios abriéndose paso,
la lección del día... la respuesta dura,
es fino el encuadre sobre la cordura.

Robusto ese lazo sobre el sentimiento,
la vida se exhibe como algún misterio.
Aroma a tostadas... recuerdos de infancia,
frases de mi madre traen la templanza.

Algo que circunda se viste de ortiga
y se vuelve noche tras de las cortinas.
Revisar errores... iniciar partidas,
respirar profundo sobre las salidas.

Un cielo de plata que se abre en acierto,
las mismas heridas... cicatriz del tiempo.
Las manos se expresan, gesticulan... calman,
siembran los desiertos de arenas saladas.

Luz en las pupilas, gestos discordantes,
frases que se animan a quebrar gigantes.
Miradas ambiguas que cruzan los cercos,
se esconden, se alinean... buscan los aciertos.

Abre perspectivas la ciudad sin rostro,
alguno en su cumbre... otros en despojos.
La locura impera y el temor secunda,
presos sin barrotes dentro de la jungla.

Mortales en fuga con algún designio,
debaten los riesgos de buscar caminos.
Todos similares, únicos... inciertos,
huellas digitales de su mundo interno.

Norma Marchetti
19/02/ 18



domingo, 4 de febrero de 2018

Ojos Cerrados


Me busco en silencio que he olvidado,
me encuentro en el mirar de ojos cerrados.
Me enfrento a ese pilar que eclipsa el vuelo...
atlante de coral que carga el cielo.

La báscula en poder de aquellas manos,
arenas de un reloj que suma en años.
Un músculo sin fe que afloja el cetro...
los bronces sin bruñir no son espejos.

El eco de las voces son ortigas,
un salto a las verdades más esquivas.
La noche, es el rincón de los desvelos...
las sorna de minutos sin su tiempo.

Un hueco en el refugio del mutismo,
alud en el portal de algunos dichos.
La duda y la torpeza son las trampas...
me ahogo en las corrientes desbocadas.

El saber en el infarto de las letras,
un fluir en la expresión de la vehemencia.
los vocablos son de tonos sin retorno...
inaudibles... olvidados en su cosmo.

Norma Marchetti
4/2/2018