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lunes, 5 de septiembre de 2011

Desdice sus designios



Con la frente bien en alto y las pupilas al cielo…
las manos son la cascada que se confunde en su pelo.
La templanza es la sonrisa que se dibuja en su cuerpo
y los finales no llegan porque no termina el cuento.

Y lo abraza por la espalda mientras lo cubre el silencio,
y aprende a ser espera en la rima de sus versos.
Y vuela con gran altura, hasta las puertas del alma…
y con la paz lo acaricia pintando todo de alba.

Y reúne a los poetas que destinaron estrofas…
y envuelve en su figura otro tramo de la historia.
Y se atreve a ser su fuerza, su razón… y su destino,
como diamante azulado que desdice sus designios.

Describe el camino interno en las letras que amalgama,
comienza en la senda noble en la ternura que abraza.
Acomoda y es visible… como pisada en la arena…
y en su interior va creciendo una flor de primavera.

Descorre su velo gris… y es altura en su linaje…
cobija su sueño errante mientras comienza su viaje.
Rescata en el tiempo el fuego tan oculto y comprimido,
como las olas que rompen sobre el muelle su bramido.

Norma Marchetti
28/8/11



Más que diez mil poemas


En más de una oportunidad, debo reconocer que de la vida sé muy poco… casi nada podría decir. Pero eso no es todo… no conozco otros idiomas, ni países. Aún así, también soy consciente que mi vida la dedique al arte de amar, a la entrega incondicional… a confiar a ciegas en quien creo. Aunque esto parezca muy loco, o con una cuota de ingenuidad muy alta, yo entiendo que es genuino… tal vez me destrocen el corazón muchas veces más… eso nadie puede predecirlo, pero no quiero ser una más para dejar de ser una menos. No sé cuantos años me queden por vivir, no sé si alguien entiende de que hablo… igual eso no cambia demasiado mi realidad y puede que no entienda algunos códigos o mecanismos de defensa, eso también importa poco… El amor es “el sentimiento”, el que abarca mucho… y apunta a un solo lugar. La vida me dio las opciones y yo elegí, pero sin red ni garantías… es que la vida es elección y riesgo, que puede calcularse más o menos, pero nadie puede asegurar un éxito. El amor no admite especulaciones, estrategias, intereses ni trueques de ningún tipo… pero, para que no muera, que no caduque, es imprescindible que se lo deje entrar y se lo cuide… es la única forma de que perdure y crezca sano.
En cuanto a las mentiras… nada peor que mentir en un sentimiento. Es verdad que el primero se lleva las ilusiones… así y todo, nuestra capacidad de amar, excede los cálculos y nos sorprende.
Amar no implica solo el corazón y el alma… se ama completa y totalmente… y el cuerpo es importante… la mirada… el abrazo… la expresión es un arte del que siente y no del que solo quiere sentir. El amor no es solo sacrificio… o satisfacción, no es solo cuerpo o solo espíritu… se ama con cada gota de sangre que recorre las arterias… cada pequeña vena es importante, cumple un rol. Es la respuesta a muchos interrogantes y actitudes sin explicación… es motivo y razón de alegría y profundo dolor… es entrega y renuncia… pero nunca es solo una parte de todo eso. Es el riesgo de tirarse al vacío y la sensación única de plena libertad. Algunas personas se asustan ante esta sensación de debilidad… de indefensión… pero a su vez, los sentimientos son los grandes motivadores de causas heroicas. Algunas veces me pregunto porque se priorizan otras razones e intereses huecos y momentáneos, pero supongo que la respuesta está en los motivos tan chatos y efímeros como la poca vida que los impulsan.
No me resigno a que algunas personas solo deban pasar por nuestras vidas como si fueran ángeles que solo te levantan cuando te ven herido y después se esfuman como si jamás te hubieran existido… la vida es muy corta para nuestro espíritu eterno… lo material jamás llena los huecos del corazón… una mirada dice más que diez mil poemas… un abrazo es un intercambio de sensaciones de dos corazones… todos los besos son nuevos… y cada cicatriz, es una marca indeleble.
Norma Marchetti
23/8/11

Eco en los oídos



Parada sin más sentido en la cúspide del viento…
con la cara ensangrentada y los ojos muy abierto.
Con los puños bien cerrados y la verdad como escudo…
con perdones golpeados tatuados aquí en el muro.

Y mis manos lastimadas por tanta verdad amorfa…
y mis brazos incrustados donde no crecen rosas,
con el sonido de siempre como eco en los oídos…
y en la espalda los sueños que se esconden aturdidos.

Con la experiencia de nada, temerosa en su recelo,
y las alas fragmentadas que preparan otro vuelo.
En el ocaso del cielo que va aguando los colores…
con las gotas de miradas tan tristes como uniformes.

Y me mantengo tan fría como una luna de acero…
que es agua bajo el sol y es sólida en invierno.
Tal vez sea en el menguante… o tal vez ya nunca se vea,
tal vez muera en los intentos… o sea una luna nueva.

Me dibujo un arco iris con los colores que tengo…
tal vez algunos azules… rojo y verde amarillento.
Y me faltan tantos otros… que no consigo y anhelo…
y ese índigo escaso que se me escurrió en los sueños.

Me cubre una fina capa que protege mi coherencia,
alejo de mis pupilas la carencia de pureza.
con la espalda más erguida… aún a pesar del peso…
acomodo en mis pisadas esas piedras y los tiempos.

Norma Marchetti
22/8/11



Las nubes del fracaso

Deshojo una rosa blanca
en la forma de tus brazos,
el cielo se me abre lento
tras las nubes del fracaso.

Con las alas desplegadas
que se mueven con premura,
envuelvo mis rosas rojas
con las manos de la vida.

Habito un vestido rojo
en la piel de mi sentido,
que se estremece en el cerco
que me une a los latidos.

Reivindico mi universo
entre el inicio y la duda,
la llave que abre cerrojos
se acrecienta en la cordura.

Mis ojos buscando otros
abriéndose sin ventajas,
se desploman esos yerros
que cerraron mis mañanas.

La excusa se vuelve vana
y despeja los misterios,
en el pecho destrozado
renace algo de calma.

Anochece y el cielo es negro
en su abrigo de raso…
mi cuerpo se sienta la borde
mientras se vuelven los pasos.

Mi universo sin estrellas…
se acomoda sin un orden,
combinando en el espacio
los pedazos de asteroides.

Y vuelven desorbitados
los planetas sin sus ejes,
y una lluvia de distancia
desdibuja amaneceres.

Norma Marchetti
12/8/11









Caminos de barro

Sin aliento ni destino
me reinvento y me desbordo…
en las exequias que el tiempo
me dejara de este modo.
Como leyenda… el delirio
que me plasmara su marca…
como entraña del verso
escondido y sin mañana.
Caduco y sin más cause
que el río que habitaba,
cabalgaba a sus dominios
en la vieja y gris ventana.
Y los caminos de barro…
y los charcos que formaba,
un universo de días
en el suicidio de nada.

Norma Marchetti
11/8/11



Soy el renglón vacío

Pirámide de marfil que llega al cielo
clemencia del destino que se hizo viejo,
susurro de alerces cuando es de noche,
estrellas dormidas que siembran voces.
Y yo que no te llevo ni voy al sueño,
pero espero a la vera de lo que advierto.
Transeúnte del tiempo de grises rosas
que colorea distante tras las derrotas.
Y soy talle y soy llovizna… soy pedregal y figura,
soy la sombra mi sombra…
que se trasmuta y se encumbra.
Soy el reglón vacio y la coma de la pausa,
el acento que no pesa en la sílaba pautada.
Soy mayúscula y soy zeta de algún abecedario…
soy la síntesis del cuento
que solo tuvo un comienzo.
Y la sortija de vida… que regala otra vuelta.
Soy la estrofa distinta de la poesía dispuesta,
el florero de las flores sin raíz… en la distancia.
Soy ese vaso de agua que se llena de burbujas,
soy el sueño que se sueña sin perturbarme la vista.
Ese secreto indecible y ese telón tan rasgado,
esas gotas de rocío que se secan en el pasto.
Soy tal vez, la estrofa trunca,
y el eje de mi mundo,
el cordón de ese zapato
que se ajusta con un nudo…
la puesta del sol que invita
con bermellón en las venas…
Esa piel que es mí vestido…
esas manos con mis huellas.

Norma Marchetti
11/8/11


Me duele mi inocencia

Se me desgarra la piel y van sangrando mis dedos,
mis huellas son esas rosas que lloraron los destierros.
Mi corazón es un arca pintada en rojo y negro…
es un puñado de sueños que se oprimen en el pecho.

Y es mi alba ese suspiro entretejido en mi pelo,
que se ondula sin cordura cuando danza con el viento.
Y fue ocaso ese delirio que me disfrazó de luna,
en la negrura del tiempo que se escondí a en la bruma.

Y fui llanto irreversible de una espina ensangrentada,
como daga que en la noche se me clavaba en la espalda.
Y mis venas la ponzoña de otra azabache amargura,
como tinte de las letras que se plasman en mi furia.

Y me aleje con los labios agrietados por la arena…
que lastimaba mi rostro en la traición de la escena.
La mentira pintó un cuadro arrendado por la muerte,
sueño, desprecio y farsa en los lugares de siempre.

Y luche con la codicia… las apariencias… las ganas,
contradicciones y espejos que escondían los fantasmas.
Y viví en las melodías que prometían quimeras…
y me caí de ese vuelo sin las alas más certeras.

Y hoy camino con sigilo y me duele mi inocencia,
mi rosa blanca en las manos que me vieron sin más vuelta.
Y apuesto a la verdad y al destierro de lo vano…
al infierno que se inflama tras el brillo de lo falso.

Ya no espero… solo vivo, al sol o bajo la lluvia…
mis cicatrices son puentes que me unen a otra ruta.
y mi abrazo no es el mismo… como tampoco los besos,
presente y realidades… ensamblados en mis versos.

Norma Marchetti
11/8/11






Se suelta del cuento

Estrofa del aire cautiva la forma…
la tenue caricia del espacio a solas.
Cadencia ondulada… tornado de letras,
camino abrazando la fe de la vuelta.

El cielo es benigno… se extiende, desborda,
se acurruca quieto detrás de la sombra.
La mirada es llave venciendo los miedos,
encontrar el muelle… anclar en un puerto.

Cascada de estrellas, reflejo del lago,
sendero a la vera donde crece el pasto.
Gestual el lenguaje… el tacto en los dedos,
se mueve la brisa bajo el mismo cielo.

Sensible… pausado… sobre el tiempo noble…
se estira… se acorta… gira sobre el borde.
Extiende los brazos como puente blanco…
arraiga en su pecho un verso más claro.

Se suelta del cuento… rosa y fantasía…
el viento en la cara y esa gota fría.
Columnas fraguadas sobre esfuerzo y pena,
audaces las sombras que celan la huella.

El aire que cubre… toma la cintura…
se ondula… acaricia… vuelve a la cordura.
Se para y afronta la verdad y el miedo…
que acecha en la sombra de los desalientos.

Norma Marchetti
6/8/11

http://www.youtube.com/watch?v=Tgjn3v_xaq0


Volviendo al lago

Aprendo a caminar… hojas de otoño,
que cae en esta danza ocre, gris plomo.
Reflejo desvelado de viento y lluvia…
caricias del silencio bajo la luna.

Abrazos en la sombras de los pinares,
desiertos donde crecen rosas y azahares.
Perenne y compungido desborda el cielo,
selectos los sentidos forman senderos.

Albergo entre mis ropas una mirada,
sedosa y transparente… de cruz y agua.
Los brazos son la llama que envuelve cielo,
su pecho es el motivo de los desvelos.

La mente se distiende… emula un juego,
dibuja en la trastienda rayos de fuego.
Alcanzan y fragmentan… destinan versos…
descubren de un sonido el lado anverso.

Callados los motivos perfilan besos…
el tiempo ha florecido sobre el recuerdo. .
La mano es al alivio, cántaro y nieve…
espuma que es de arena… perla y caireles.

Tan solo algún vestigio… algún milagro…
descorre los telones del escenario.
Se enredan los sonidos del campanario
y agitan a las aves volviendo al lago.

Describo esa forma más que aprendida…
preparo candelabros que serán guías.
Sonrío a la ternura desde la entrada…
celebro la aventura de esta llegada.

Norma Marchetti
15/7/11
http://www.youtube.com/watch?v=kvRQLN-SLLI