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sábado, 14 de mayo de 2011

Camíname la luna.

Concédeme un momento...
camíname la luna,
envuelve la cintura,
sorprende los besos.

Regálame el regreso
del sol sobre aquel río,
desátame un suspiro
de aquellos días lejos.

Enjuaga en tu dulzura
las voces de agonía,
desanda en mis poesías,
abrázame en silencio.

Suscítame los versos
que guardas en el pecho,
describe los destellos
que enciendes en mi iris.

Resguárdame si vives,
ajústate a este ritmo,,
distiéndete en tu idilio...
cobíjate en mis brazos.

Ordena mis pedazos,
ajústame a los tuyos,
corteja los arruyos
de los trinos del alba.

Que vuelven las pisadas
distantes a su rumbo...
y se desnude el mundo
al vuelo de mi falda.

Norma Marchetti
13/5/11

Y tal vez los labios...

Y tal vez se eleve al portal la rosa,
y tal vez su nombre se trasmute en notas,
y tal vez te diga que estaré en tu cielo...
y tal vez la musas desdigan sus versos.

Y tal vez ahora disfrace sus alas,
y tal vez el aire envuelva la calma,
y tal vez su forma se afirme y decida
y tal vez las voces se crucen al día.

Y tal vez su cause se funda en el río,
y tal vez la luna complete el designio,
y tal vez las frases descubran lo nuevo...
y tal vez la perla de nácar sea cielo.

Y tal vez se fundan los dedos del tiempo,
y tal vez se extiendan las manos al viento,
y tal vez desdoble la ilusión esquiva...
y tal vez mi alma reclame atrevida.

Y tal vez... y ahora, sea diferente,
y tal vez la gloria habite en presente,
y tal vez los labios murmuren tu nombre...
y tal vez deslumbre el azul del Norte.

Norma Marchetti
13/5/11

Caminos de arcilla

Las lenguas del habla
destraban cerrojos,
perturban silencios
carentes de ocio.
Las voces se agolpan,
se trenzan, se acoplan,
infringen las vallas,
manipulan letras,
abrigan las frías
letras de madera.
Calcos de un destino,
caminos de arcilla.
Artesano altivo
de la nueva tierra,
cósmico y errático,
traslúcido al cierzo.
Su garganta es cofre,
cerrojo o acierto.
Acuarela extraña
que aguada se apresta
a mezclar colores
pintando la escena.
Promesas febriles
delirantes... ciertas,
cadenas de ciegos,
lamentos de penas.
Y la llave es trueno
que estalla en las nubes,
ilumina y se hunde
donde el magma bulle..
Camina al estero,
se eriza a su sombra,
la calle es vacío
de adoquín y sombra.
Fascina y aturde,
destina sus trazos,
corrige con sangre,
lo que se ha borrado.
Enjuga esa gota
que caía agitada...
abraza con prisa
cuando lo reclama.

Norma Marchetti
13/5/11