traductor

martes, 4 de agosto de 2015

Ese irrespetuoso instinto del hombre


Abriendo ventanas, estirando el tiempo,
el aire fecundo se alberga en mi cuerpo.
Una voz interna me llora de a ratos...
corazón sensible sin puños cerrados.

Soy un ser extraño fundido en la arena,
de azorados ojos por tanta violencia.
De intuición alerta cubriendo mis poros,
de brazos caídos... de activo retorno.

Ese irrespetuoso instinto del hombre,
que lleva al abismo lo que se le opone.
Y yo a contramano, cansada... abatida,
busco mis motivos en introspectiva.

Tal vez no lo entienda... o quizás no quiera,
fiel a mis razones... aunque no se pueda.
Presente en la ausencia de miradas frías,
ausente en la afrenta donde no hay valía.

Soy la flor silvestre de simple apariencia,
esa brisa suave que a veces se enerva,
un sonido agudo de sonrisa y llanto,
extraña inocencia para tantos años.

Norma Marchetti
4/8/15