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lunes, 17 de enero de 2011

Acertijo de fantasmas El desvelo me vuelve mariposa, entre tanto devenir de rosas blancas, la ciudad que apura... me devora, entre tanto acertijo de fantasmas. Me disipo sin premura en el cuarteto, que me ofrece el corazón en las jornadas, tiembla exhausto en el brillo de sus ojos, poniéndole un destino a mis plegarias. Ayer supuse estar en tierra heroica, hoy ya no tengo escudo en mi batalla, la herida se abre cruel en el camino, no puedo vislumbrar cuanto me falta. Me aferro a esa estrofa que latía... bajo ese candil que me abrigaba, no puedo si mi espalda esta de luto... no debo si desvía mis palabras. Ese viento que sacude sin cordura, esas ganas de increpar en Tierra Santa, ese intento de infringir ardor profano, desde el fétido ritual de horas vanas. Solo restos... y un sudor frío, sin tregua, solo tramos del vaivén que deja manchas, solo un pulso que agoniza destemplado, y en la cuesta, un cardenal en la retama. Parpadea en su afonía de sonidos... abrigándose en la duda y la templanza, no debiera yo acudir... y estoy vertiendo, este simple gesto audaz... que me desangra. Aún no veo luz... mis hombros gritan, los músculos se aflojan y reclaman, yo solo soy aquello que se enhebra un triste sueño azul de voz extraña. .../12/10
Formas de sus formas Presencia en extremo dotada de encanto... mi mente que infringe portales del pacto. caminos de lluvia, praderas de ensueño... la noche seduce diluyendo cuerpos. Camino esta playa... caracoles sueltos, el sol que revive todo lo depuesto. Cadenas selladas en versos de sangre... dolor del destino que albergó el ensamble. calles que sin prisa, se deslizan solas, camino tus pasos siguiendo tu sombra. Canales de agua que corren sin prisa... fuentes que reflejan las viejas sonrisas. A travez del cielo o por aguas blancas, ventanas que se abren sobre nuevas causas. y yo con mis manos descartando cercos... y en ese desierto germinan sus versos. Una historia endeble de mágica estrofa, una voz que anida corazón y forma. Retoma el coraje... enhebra pasiones, acomoda el tiempo detrás de su nombre. La gesta se vuelve... reconoce coplas, que cuentan las lunas que llenó de horas. Enfrenta el silencio que cubrió la estrella... y se pinta un sol que ilumina y besa. Los brazos se vuelven firmes y confiados, envuelven la aurora bajo sus encantos. Concede y decide ampliar sus designios... cautiva colores para esos delirios. Resiste y retorna... abre nuevas tramas, la senda se cubre de rosas plateadas. Domina su espacio y expande su aroma... refleja en los ríos formas de sus formas. Norma Marchetti 15/12/10