traductor

martes, 26 de abril de 2011

La tristeza y el tiempo...

¡¡Hermosa tarde!!... un recuerdo de primavera en pleno otoño... como un as de luz en la habitación oscura... como un perfume que te trae a este pasillo de humedad en que me he quedado. En fin, hoy lo pude ver... alguien me lo soplo al oído, tal vez cansado de mis súplicas, tal vez harto de escuchar mi triste sinfonía, que parecía pedir compasión a mi agonía, mientras que la esperanza me esperaba sentada en la puerta... cansada de golpear y gritar mi nombre. y fue así, como comprendí lo que me decía... después de escuchar lo que otro me dijo y lo que mi cabeza reconoció como la única verdad... "no hay tristeza cuando uno consigue llegar a donde siempre soñó"... "nadie te ata cuando cortaste toda atadura"... solo es costumbre, costumbre errónea y lasciva que corroe el corazón... ese corazón que merece el descanso de una caricia, sin mordaza y en paz en su condición de enamorado, pleno en su extensión, abierto a transitar por las aulas en donde la vida te sorprende con lecciones de ternura, donde él es inocente y absorbe... y desborda y se reivindica. Donde la unión es indisoluble y la felicidad posible...
Y ya entendí... ya estoy bien... yo no soy esa tristeza... yo soy esa ternura que rescataste en mi silencio... esa sonrisa que me devolviste con tu magia... soy esta templanza que conseguiste con paciencia, con el tiempo que fue trampa y fue dolor... ese tiempo que se me burla en la cara porque cree que me ganó la vida, que desgastó mi fuego vital con su desplantes y torturo a mi fortuna con recuerdos.
Y soy esto que soy... lo que me diste, lo que te adeudo. Una sonrisa dispuesta y desde adentro,
un sonido de luz en mi mirada, un reflejo del sol templando el agua. Soy esto y puedo más... de mí depende...
Y ya no importa nada... el tiempo fluye y yo me apuro a recibirlo... ¡Tanto por hacer y yo en... veremos!... no importa si no fue a tiempo, no importa que hubo en medio, no importa si hay culpables... todo es bueno y estoy viva aún para todo esto... mucho por hacer con una sonrisa, mucho por hacer porque algo me dijo hoy que todo llega y falta muy poco. Los sueños no terminan
con la edad... la emoción no es menos con el tiempo de por medio, todo vuelve a empezar cuando queremos... cuando soltamos la tristeza innecesaria, esa que extorsiona y cuyo único objetivo es vendarte los ojos para que la vida en su esplendor pase a tu lado y jamás la vea, porque la tristeza se nutre y se acrecienta se fagocita en su apetito feroz que todo destruye con la satisfacción de masticarse hasta tu último hueso, bebiendo hasta la última gota de tu sangre en descontrolados sorbos... así te debilita y en su deleite se ríe a carcajadas de tu muerte prematura. La tristeza suele ser un fantasma de humo que te asfixia y te envuelve, te nubla la vista y no te permite ver como la vida se te da a manos llenas...
Y ahí están los fieles, los seres de magia sencilla, los que moldean con sus manos sanas la generosidad de estar en penumbras, solo para que no estés tan solo en tu mundo de sombras... de tristezas y tiempo... ese pergamino que se extiende a diario frente a tus ojos para recordarte que la muerte es inflexible y te acecha sin piedad a cada paso... pero no importa nada... esos leales siempre están ahí para vos, soportando el frío atroz de los desplantes del que no ve y a ciegas lucha con el predador de la esperanza, con esa inmunda bestia de finales, la que se apuesta todo a tu perdición... pero no importa nada... ya no... ya lo vi... y te vi.
Voy a mi ángel de sangre y lágrimas... de sonrisa y ternura... a ese humano que sufrió en silencio cada tramo de mi camino y resistió hasta lo impensado... ya no importa nada... el tiempo es solo tiempo y la tristeza... pasado. Y yo soy presente, estoy viva y revivo en esta chance que he deseado.
Norma Marchetti
26/4/11