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domingo, 22 de marzo de 2015

Me cortos los amarres de lo absurdo


Trabajo en mi valor de cara al mundo,
me corto los amarres de lo absurdo.
El tramo de vivir esta en mis manos,
camino en el sentir de pies descalzos.

La voz desde mis voces más internas,
las alas desplegadas sin fronteras.
Respiro en mi versión más acertada...
extirpo mis mochilas extremadas.

Los brazos que sostienen son certeros,
ternuras y pasiones van a un tiempo.
Es vida en espiral que no descansa,
un reto a la medida de mis armas.

Aroma de tostadas en las mañanas,
encuentros más allá se la osamenta.
Miradas desbordadas de inocencia...
las llaves apropiadas de mis puertas.

Norma Marchetti
22/3/15

martes, 17 de marzo de 2015

Los dedos sostenidos de una nube


Otra visión de Dios... otras certezas,
un ciclo en revisión que se despliega.
La esfera del temor y algunos sueños,
osado el corazón, se atreve al reto.

La escala es hacia arriba de lo impuesto,
un cúmulo de acción buscando efecto.
Ampliando perspectivas acuñadas...
se amputan los amarres de la estaca.

Le endeble humanidad es ermitaña,
se oculta del dolor... y se disfraza,
tan solo un antifaz de cara al mundo,
sonrisas troquelas... artilugios.

Lenguajes  aferrados a estrategias,
disfrazan el valor de la propuesta.
Si todos somos carne sobre tierra,
si somos emociones que se acercan.

Un tiempo de vivir las experiencias,
un paso a estimularnos la conciencia.
Un lapso para un alma en un cuerpo,
la esencia valorada sin el sexo.

Al fin brazos humanos estirados,
los pies anclados firmes sobre el barro,
la lucha férrea al borde de las trampas,
sentidos... sensaciones desatadas.

Los dedos sostenidos de una nube,
la ambigua situación cuando se asume.
La extraña sensación de no ser tierra
y ser todos iguales... amor-guerra.

Norma Marchetti
17/3/15

lunes, 9 de marzo de 2015

Conciliar el verbo


Abrir más ojos y cerrar los labios,
expandirse al mundo como arte extraño.
Comprender el reto, sacudirse el miedo,
serenar dolores par a ir creciendo.

Mirarse al espejo, aceptar el tiempo,
dirigir la fuerza como vela al viento.
Caminar sin pausa, disfrutar paisajes,
al dolor interno cortarle el enlace.

Aprender el tema que se ajuste al modo,
vibrar en el ritmo que nivela el tono.
Vivir, por si acaso sea el mejor día,
Acoplar la escena hasta ser fundida.

Desatar el nudo que traba el intento,
aplacar palabras que se entierran dentro.
Construir sin pausa, con destreza... a tiempo,
abolir las causas del rebaño impuesto.

Abrazar las metas sin más ambiciones,
un pacto de entrañas, latidos y acciones,
la gran apertura... conciliar el verbo,
gozar del camino que viene al encuentro.

Norma Marchetti
9/3/15