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lunes, 13 de diciembre de 2010

Abierta al destino Pálida la luna se avista de día, tenue y en silencio... ni se la advertía. Una esfera blanca sobre fondo claro, un lejano enfoque de contraste magro. Perpetua y escueta se plasma en el cielo, recorta el celeste ... circular espejo. quieta en el presagio... nada la movía, roto el torbellino, se queda dormida. Fábula del tiempo que reclama lumbre... la cresta del aire que rodea la cumbre. El audaz despliegue retrae sus ganas, libera y arriesga... no decide nada. Voluntad de acero y quietud pactada, rota las cadenas se vuelve y se calma. Un sendero abierto sin portal ni puente, una perla blanca abierta al presente. Junta rosas blancas... las lleva en las manos, Su vista de alba purifica el cambio. Camina sin prisa abierta al destino... que llega en su vida desde algún inicio. Calidez del astro que brilla en su limbo, se avista en dorado bañando el recinto. Allá el poderío que su luz domina... en los valles verdes... con el agua fría. Amigo de calles que dejo sin vida, le obsequio un abrigo en las noches frías. Compañero errante de mi alma esclava... cortando cadenas para liberarla.. El plazo se cumple... vuelve a la cordura, pinta de dorado una fase oscura. Un paso tras otro... avanza sin pausa... corazón de sueños, que abraza su causa. Apuesta a su fe... cambia la mirada, vierte sentimientos que la vuelven cauta. Guarda en sus pupilas escenas veladas... se vuelven retratos felices de infancia. 21/11/10
Colmados de versos Primeras fulguras caídas del cielo... la calma me viste de ansiedad y esmero. Me prendo del pelo pimpollos rosados... pétalos caídos sobre pies descalzos. La vista se nubla... mis ojos se empañan... lágrimas que emergen en suave cascada. Casi en un suspiro calma la marea... frena el gesto adusto en esta contienda. Miradas sedientas de verdad y sosiego, la calle se inunda de estrellas y verbos. Solo es un minuto... descubre mis ojos... idioma cerrado... oculto a los otros. mis manos se abren a un ritmo lento, sostengo papeles colmados de versos. Espero y detengo el ritmo agitado... la clave del tiempo clama desde antaño. Al tacto la seda desliza los dedos... mis huellas se graban sobre el pavimento. entorno mis ojos, confío y descanso... se suman las horas previas de los pasos. La tierra sedienta se nutre del lago, cadencia del agua y su brillo blanco. Amalgama tenue que se vuelve roca, sonrisas del alba como mariposas. Perfume del sueño que baila en la brisa, forma de una danza que se regocija. Se abre el paisaje... se estrecha en sus dones... Huracán de vida sembrando las flores. 12/12/10