traductor

domingo, 5 de junio de 2011

De aguja y lienso.

Sale el sol una vez más... pálido y frío,
y surgen el eco en la penumbra del pañuelo.
Sobre la tenue lucidez escribo al filo....
y con mi mano pinto rosas en mis versos.

Me reinvento en las mañanas por ser ave,
y confecciono algún quizás de aguja y lienzo.
Con esas lágrimas... caireles, son cristales,
de las leves sinfonías de mi vuelo.

Ornamento en la presencia en este pecho,
orlando en el dolor de ida y vuelta.
Ordena el viejo palpitar en el desierto...
olvida y vuelve a ser gaviota en el intento.

En la ventana el sol se duerme acurrucado,
en el sendero crece un brote... en el otoño.
Encadenada a la ilusión de ser un prisma...
encuentra en esta tempestad algún retoño.

Respondo al corazón cuando reclama...
respiro el aire gris de otro misterio.
Rasgueo el tiempo que se avista de mañana,
retorno al bálsamo que alivia mis recelo.

Gastada la conciencia entre los yerros,
girando en la inconsciencia se desvela.
Glicinas que son sombra y son perpetuas...
glosario de palabras que no aciertan.

Junto al margen del momento se reaviva,
justo al verse en la nada se hace esquela.
Jinete que en su trote no es partida...
justicia de los cielos... sed de tierra.

Norma Marchetti
5/6/11

Y caminar...

Y camino sin saber a donde voy...
y las calles son silencio ante mi voz...
y los cuervos, marejadas de lo oscuro,
como gatos arañando lo iracundo.

Y quedé en esa esquina de los tangos...
con la lluvia acariciando mis cabellos...
con la mano de mi Dios sobre mi hombro,
consolando el desamor y el infortunio.

Y este frío cacheteando en vos pasiva...
y esta torpe decepción sobre los versos...
y esta mustia palidez de estar sin alas,
como la pérfida ilusión que fue estacada.

Y qué sabrán, los que no están porque no quieren...
y que sabrán, los que lo creen saber todo...
y que sabrán, allí acodados a distancia...
desde su púlpito espectral... ébano y oro.

Y caminar hasta los puertos fantasmales...
y observar que fue prohibido ante mis ojos...
y deshacerme del rechazo... y ser tormenta,
ser el aullido simulando ser un lobo.

Y caminar hasta la línea de lo eterno...
y sin doblar, seguir la bagando al infinito...
y ser la nada y ser el todo de un desgarro...
y ser los pies que solo saben de caminos.

Y esa luna hecha de nácar esta muy quieta...
y ese sudor se ha congelado en su suspiro...
pero esa esférica visión de plata estéril...
quedo girando en la frialdad de lo ofrecido.

Norma Marchetti
5/6/11