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domingo, 19 de junio de 2016

Sin raza ni arengas


En esa postal que pinto el ocaso,
ávida del río que abraza su encanto,
presa de ese cielo que infringe su tono,
viste de rosado, de salmón y oro.

Aves que se alejan huyendo del frío,
coros y aleteos... cadencia e instinto.
Luces y veleros... flujo colorido,
guardianes mis ojos, fijan ese exilio.

Otros días pasan a través de un vidrio,
libros y silencio... calidez y alivio.
Un té con tostadas en un mundo interno,
afuera la lluvia que danza en el viento.

La paz en el pecho, la fe en la conciencia,
los polos opuestos se arriman...intentan.
El mundo y sus nubes de turbias ideas,
se torna más claro al nacer las nuevas.

Ejército blanco, infante e impúber,
vuelven a la tierra a clarear las urbes,
sufren por la vida que se extingue a ciegas,
buscan las raíces... y las regeneran.

Ellos son futuro sin arma y cadena,
ellos son la sangre de una nueva era,
ellos hoy son hijos, hermanos, escuelas,
nosotros, las manos para que abran puertas.

Respeto a la vida sin raza ni arengas,
un mundo sin poses, esclavos... ni guerras.
Aprender de otros, compartir la senda,
desandar caminos hasta que florezca

Norma Marchetti
19/6/16