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lunes, 27 de septiembre de 2010

Jugadas extrañas Felina la noche camina entre sombras… se filtra en sonidos… se amolda sinuosa. Movimientos suaves… ágiles latidos… gestos modelados junto a los suspiros. Me roba sonrisas… dibuja los sueños… regala las rosas que describo en versos. La mano dispone en fino realce… el tramo de magia que define el cauce. Orquídeas pintadas y cielos dorados… añiles silencios se dejan de lado. Las cruces de piedras se quiebran inertes, dejando el camino ávido en presente. Luces en el alma… algo comprimidas, bálsamos del tiempo suprimiendo heridas. Manos temblorosas… que juegan en letras, inventan… se asustan… sonríen… regresan. Nada que lo impida… nada que conceda, el enigma abierto se filtra y genera. la impotencia nutre mi fase… me enerva, sugiere mi mente miles de destrezas… ¿Cuál es el misterio?... ¿Dónde está la clave? busco alguna pista entre tantas llaves. Observo e intuyo… aleja y atrae… afino la vista… enfoco… persuade… Tanto en la trastienda… nada en los portales, virtuales los hechos acercan y evaden. Hoy una sonrisa… mañana un secreto… jugadas extrañas desbordan los cercos. Solo una promesa efímera… escasa, solo entre los versos describe la trama. Esto no está claro… pero yo me quedo… no entiendo que hago entre tanto enredo. Norma Marchetti 27/9/10

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Halcones y rosas… No puedo negarlo… si esto fue un reto, no quiero admitirlo… y fui parte de eso. Me urge la letra que falta en mi idioma. me aferré a las manos de la letra rota. Perfiles de cantos… disímiles… raros, huellas en la noche bajo el sol dorado. Un mágico embrujo… sincronía de letras, sucursal del cielo para el alma eterna. Ángeles caídos… halcones y rosas, el sol con su brillo… la luna y su forma. Palidece el día con la luz del trueno, resuena en las nubes cuando avista el eco. Antorcha velada por la noche fría, gambeta del tiempo sobre la doctrina. Azules guirnaldas… promesas sin cause, quebrando un silencio… cansancio… verdades. Siempre tan ahí… se siente en su aroma, todo es tan etéreo… entre humo y sombras. su bandera izaba clavada en el pecho, uniéndose en pacto contra el rudo tiempo. Nada en el silencio de ciegas miradas, nada en el misterio que perdía la magia. Corazón loable… exacto y preciso… corazón tatuado de largo disturbio. Suspiro muy hondo, mis rastros se fugan, las cuentas deslizo del rosario, a oscuras. Nada en mis bolsillos… abiertas mis manos, resguardan con celo las huellas de antaño. Norma Marchetti 22/9/10

martes, 21 de septiembre de 2010

Vanidades El frío corre tras de mi espalda… ingenuo el día de triste calma. Se prende alas de fibra en blanco… escribe versos sobre sus labios. Sostiene el alma… regala rosas… finge un misterio que atrapa y roba. Toma su mano, promete y miente… se justifica como un demente. Alza su mano, dibuja historias, consigue cetro, trono y corona. Cree que ha hecho más de la cuenta, y ya sin prisa pega la vuelta. Espera aplausos en sus laureles… repone el alma que hayo en sus redes. Se siente pleno… ¡Al fin lo logra!... de vanidades llenó sus formas. No cuenta el daño… no lo calcula, Se siente el héroe de una aventura. ¡Qué Dios no vea!... ¡Qué no evalúe!... Mentir al manso, que no vislumbre. La daga estaba clavando el pecho… le saca el filo… deja su agujero. La sangre brota de ojos tristes... peor fue el daño de este enviste. Norma Marchetti 21/9/10

lunes, 20 de septiembre de 2010

Desde su estrofa Páginas blancas de etérea esencia, que arrastran ríos, mares y arenas… Fuerza del alma… corazón puro… alba es el blanco de sueños juntos. Caireles danzan tonos de gloria… abre arco iris desde su estrofa. Redime al beso de luz de luna, ensambla el cuerpo a la cordura. Voces lejanas… quejidos rotos… descarta el hecho… reinicia todo. Se alza imponente la luz del día, entre escenarios de noches vivas. El cielo viste dorado y rojo… moldea frases… define el foro. Cálido enlace, frágil… y fuerte, reinicia el ciclo de lo presente. Halcón del prado… planeando el cielo, moviendo arenas de los desiertos. Su cara al sol… plumas de magia… posa y anida su cuerpo y alma. Melodía eterna de azul plegaria, abarca espacios en su comarca. su voz se alza en las alturas… fiel a su pacto de amor-locura. Norma Marchetti 20/9/2010

sábado, 18 de septiembre de 2010

Convénceme ¿Cómo que no?... ¿Por qué sería?... ¿Cómo que no?... la noche es fría. ¿Cómo que no?... dame un motivo… ¿Cómo que no?... ¿Es tu destino? ¿Por qué perder?... si no hace falta… porque inmolarse en esta causa. ¿De qué me habla?... yo no comprendo… si en sincronía ensambla el sueño. ¿A dónde vas?... si estás presente… ¿Por qué la huída que huele a muerte? ¿Por qué Romeo y su Julieta?... si idearías mejores tretas. No soy tan fácil… solo si quiero, dejó volar altos mis sueños. Dame una excusa… una que valga… y un destierro dejo en tu casa. ¿Y yo que gano con lo “elevado”?... si en ese puerto varé mis manos. ¿Y ahora qué?... ¿Qué hago ahora?... tristes mis ojos que me devoran. ¿Sólo es un ángel?... ¿Me protegía?... ¿El gran rescate fue esta agonía?... Gracias, yo paso, si esto es todo… peor remedio que el mismo encono. ¿Qué es peor ?... dame un ejemplo, convénceme y frustra hoy este intento. Tal vez te crea y entienda todo… no justifiques un purgatorio… Norma Marchetti 18/9/10

martes, 14 de septiembre de 2010

Mis alas de acero No sabe que hace… ¡Qué torpe jugada!… La ola en la huella borra las pisadas. Inserto en mi espalda mis alas de acero… desando caminos… dejo este desierto. No verán caer nada de mis ojos… los demonios danzan un ritual de encono. Observo el paisaje… de marfil me vuelvo, guardo en mi valija el brutal destierro. Peor para el viento que gira sin juicio, la luna ha dejado de habitar el risco. Se viste de blanco y gira su cara… deja ese vacío poblado de nada. Me llevo mis cartas en algún bolsillo, tiro las quimeras en los lagos turbios. Respiro muy hondo y me doy la vuelta, voy a paso firme cerrando las puertas. Puse lo sincero en un alma ingenua, abrí un arco iris de luces perpetuas. Sé de soledad… nunca le he temido… muy poco he ganado… pero no he perdido. Un último gracias dejo en esta mesa… el frío me viste de nieve a la vuelta. Ahora comprendo… y no me maleo, soy cristal de roca sin luces del cielo. Reservo unas rimas para versos nuevos, mi mente se avista a empezar de nuevo. Bajo el árbol trunco lastimé mis manos… sus raíces muertas fácil lo secaron. Esto es lo que soy… me exhibo sincera, no uso disfraces, máscaras ni cercas. Cobarde el silencio y su cruz de piedra… asido del miedo fijado en su puerta. Norma Marchetti 14/9/10
¡Qué pena!... esto… ¡Qué pena! ¡Qué pena!... esto… ¡Qué pena!... ¡Qué poca cosa era al final!... Entre locura sueños y espera… da la estocada frente al vitral. ¡Qué pena!... esto… ¡Qué pena!... en la venganza pegó el final… Hundió la daga el falso embrujo, en su demencia de impunidad. ¡Qué pena!... esto… ¡Qué pena!... ¡Qué pena! el ave que al fin murió. ¡Qué pena!... el cielo y el sol profano. ¡Qué pena imbécil!... sobre el vitro. ¡Qué pena!... esto… ¡Qué pena!... cerró la puerta… perdió la luz. Se hundió en su vano perfil de sombra, sobre su hueco de ingratitud. ¡Qué pena!... esto… ¡Qué pena!... no soy harina de ese costal, ni de la noche, ni del desprecio… conservo intacta mi dignidad. ¡Qué pena!... esto… ¡Qué pena! perdió su ángel… lo cercenó… entre demonios… corto cadenas… bajó a la luna…y la desmembró. Norma Marchetti 14/9/10

domingo, 12 de septiembre de 2010

Huecos del alba Calles cerradas bajo del diluvio, cerco de ira en la ciudad…. cándido coro de flores vanas, separan logros de la verdad. Mi rostro fija roca de luna, el dejo suena como coral… el brillo trina muy a lo lejos… y deja rimas de azul usual. No veo al tiempo ni a sus esteros, no veo el cielo que irrita al mar, no espero nada… es la quimera, que se agazapa sobre su faz. Destrona, entrega, aguarda, aviva, camina el puente sobre la sal… desangra y llena huecos del alba, en su cortejo de inequidad. Los hombros mansos, dimiten peso, bajan el ancla… no quieren más, ni noches tristes, ni cielo oscuro, ni este presente de indignidad. Carillas frías de viento y sombra… tramos plagados de gris letal, la apuesta hecha perdió su tino… y crea un freno con su bondad. La carne es filo de lo intangible, el frío invierno es el morral… la sangre cambia su estado... y frena… escarcha el lago de humanidad. Norma Marchetti 12/9/10

viernes, 3 de septiembre de 2010

Que regrese a casa Afirmando el pulso… corazón y mano, se caen mis brazos tiesos a los lados. La angustia me aprieta fuerte la garganta… temporal de arena, viento, frío y agua. Y yo tan pequeña en este universo… mis huesos dibujan mi estructura y fuero. Me acurruco y veo estelares mantos, que ocultan las luces que filtran sus rayos. Enmudezco y siento la daga del miedo, que se filtra y me hace derrames internos. Mi rosa desangra su sangre en estrofas, pero cicatriza pétalos sin forma. Ya no es alegría… ni emosión extrema, no puedo pedir más que alguna tregua. Ahora… ¡a los ojos!… a observar su brillo, mordazas de acero sobre lo escondido. Puedo con marañas de historias y tiempo, paciencia y constancia me sobran… y puedo. ¡Nada más difícil que esta batalla!… nada que asegure que hoy vuelvo a casa. Hoy soy lo que fui… o aún seguía siendo… un pacto de luz trazado en el cielo. Un río de sueños… una luna fría… una rosa blanca… y el norte su guía. El halcón en vuelo recibió un disparo… corro entre montañas… pretendo encontrarlo. Resarcir el daño impreso en sus alas… y esperar paciente que regrese a casa. Norma Marchetti. 3/9/10

jueves, 2 de septiembre de 2010

La ceguera Creí estar ciega… y sí que lo estaba, abriendo los ojos… la luz me cegaba. En la insuficiencia de visión expresa… Las luces desbordan toda su belleza. La visión es sangre y se hizo huella, Arrasa en el cosmos con el alma en pena. La eleva muy alto… más que las estrellas… donde lo escondido se vuelve diadema. Agudizo el foco… y me quedo helada, ¡Tanto compromiso con su buena causa!. ¿Cómo compensar mi tonta ignorancia?... ¿Cómo?... si el guardián laceró su espalda. La cresta del aura se viste en destellos, la imagen que oculta… desnuda su anhelo. El cielo discreto se retira un rato… mientras que acomoda máscaras y pactos. Y yo que pensaba que veía un oasis… sobre este desierto de días y frases. Todo un universo que yacía en sombras… se alzo ante mi paso con fuerza y victoria. Mis manos pequeñas abarcan lo poco, no podía avistar al genial coloso. Sonrío azorada… ya perdí cadencia… el curso del río que vuelve a su esencia. Solo espero ahora que guíe mis pasos, la costa es un sueños abriendo sus brazos. No espero otra cosa… nada más deseado, Como el día eterno que crece en el lago. Norma Marchetti 2/9/10

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La gárgola cuida Fastuoso el inicio en el firmamento, dibuja su palco frente a los destierros. Enjambre avispado que se muta y calla… ofrece los versos que fluyen sin fragua. Vastos los designios que inspiran deleite, los ojos que miran todo lo existente. La curva se expresa de manera extraña, mis letras se visten según lo reclama. Nada es excesivo cuando el sol se acerca, los cercos existen en las horas muertas. Me invade y recibo todo su perfume… cuando el aire muestra lo que se presume. Más allá del yerro… de siglos… de sombras, la gárgola cuida su feliz victoria. Con paso apurado y frenando el ritmo… en acelerado dejo del destino. Perfiles sin mancha, nudos… ni certezas, las huellas me dicen que algo se acerca. Un pinar… el cielo… las noches sin calle… la piel de la estrofa se ajustan al talle. Láminas de fuego que ilustran clemencia, las manos reclaman la mirada entera. Toda su paciencia, su tino y su talla… describen la vuelta de Eros a casa. Yo pongo ilusiones a los pies del río, La cumbre me eleva en lento delirio. No voy a espantarme… tal vez este cerca… Cadenas me atan en total simpleza. Norma Marchetti 1/9/10