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jueves, 19 de septiembre de 2024

Huracán y rosas


                                                         https://youtu.be/C0B9bAzhpjQ

 No son solo palabras, son vocablos con latido,

son mortales como el filo, o ese bálsamo de alivio.

Cada letra es compromiso, sin razonar la estrategia,

es emoción sin la piel y es sanguínea... sin caretas.


Amo ese poeta amplio, sin la moda requerida,

ese, que expone su luz, su oscuridad... o evasiva.

Ese que inventa los tonos, en las frases más sentidas,

y te abre el corazón, porque su fuerza es creativa.


Sílabas que abrazan grande, sin los brazos y sin miedo,

que te sacuden fuerte, sin saber porqué han de hacerlo.

Hay destierros dolorosos, sin piedad y sin aliento,

sin medirse en esos modos, porque el sentir, es intenso.


Amo a esos poetas raros, que son verdad y son ternura,

como el perfumado albor, del impulso y la premura.

Esos seres que no ceden, cuando la causa es sentida,

y que abren sentimientos, como quien se hace de día.


El valor de una vocal, de una coma, una misiva,

como guardar su mirada... y saberla conocida.

Enamorarse del alma, que se emociona y se expande,

como la magia de un hombre, que se corre del encuadre.


Consonantes que se lían, que se esparcen y se alteran,

que van buscando un costado, donde calmar su agudeza.

Amo las manos valientes, del poeta que no espera,

que son huracán y rosas... del ancho mar, su grandeza.


¡Cómo cuesta ver los ojos de cada verso encriptado!

lo que se dice es corpóreo, es sutil... apasionado.

Cada día es un comienzo, sobre este papiro en blanco,

cada mirada es un puente... y siempre quiero cruzarlo.


Norma.