Yo no quiero más tristeza, al menos, yo ya no elijo,
cuando regrese el oleaje, no pensaré en ese frío.
Todo tiene algo bonito, aunque me enoje y lo niegue,
soy humana, y es por eso, que la emoción me sugiere.
El amor en abanico, se muestra según sus roles,
ese amor a las raíces, a los frutos, a las flores.
Alguien especial es rosa, con esa textura suave,
su color es por la sangre de la pasión que se añade.
Las espinas nos vulneran y se tratan con respeto,
dejan marcas, pero enseñan ese tacto más certero.
Hay personas que son rosas y no son para floreros,
son pasión hecha de vida, para apreciar... para el pecho.
La vida tiene matices y es el reloj que propone,
comienza como pimpollo blanco, continúa en bermellones,
termina en un bordó, bien afianzado en sus dones,
con belleza en lo profundo de su imagen y expresiones.
Ese corazón es fuerte, porque aguantó las tormenta,
tal vez, pétalos cayeron, para revelase en esencia.
No cortó en su interior, la vehemencia y la ternura,
la claridad es su tono, la tibieza, es lo que abunda.
Norma 💖