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viernes, 2 de agosto de 2024

La vida no debe ni un solo centavo

                                                           https://youtu.be/atRC4AKDrRc
                                              
Estaré en silencio frente a los espejos,

algunos muy claros, otros... algo viejos.

Quiero oxigenarme lejos de los juicios,

donde nadie dude que llegue un inicio.


Estoy muy cansada del fluir grotesco,

de tanto egoísmo, impune y siniestro.

Mi venas se angustian por tanta inclemencia,

no entiendo al humano de álgida esencia.


¿Cómo son los ojos que no se conmueven?

¿Quienes con sus voces, aplastan y hieren?

La noche, oculta la sombra en sus redes,

algunos lo saben... otros, lo presienten.


No somos la raza de vive milenios,

somos los mortales que nunca entendieron,

que todo es muy frágil, que no hay garantías,

que el tiempo es corto y también te olvidan.


La vida es extensa hacia ambos lados,

el pasado... historia, el futuro... un cuadro.

La vida no debe ni un solo centavo,

si algo te falta... será por tus actos.


¿Cuál es la corona que cubra el espanto?

Los hombres más nobles, no van alardeando.

Cuando llegue el tiempo de ser un recuerdo,

serán esos gritos del su atroz desierto.


El hálito impulsa a seguir con vida,

en la dualidad, el pulso se activa.

En un solo abrazo, se escribe un poema,

los ojos, cristales, clareando las huellas.


Nada nos distingue, somos los mortales,

que juegan sin tiempo... cuando el tiempo es clave.

Que anteponen todo, su imagen, sus egos,

cuando lo importante es ser más sinceros.


Me gusta la gente de sonrisa honesta,

con las huellas francas que da la experiencia,

con el ego justo, para su presencia,

con las manos limpias de oscuras miserias.


Norma.