Palabras, sentidos, intensas... temidas,
si hablamos de miedo, el silencio grita.
Sabio, en los consejos que la muerte esquivan,
rudo carcelero, impidiendo huidas.
¿Cuántas decisiones trunca en su locura?,
¿Cuántos monstruos negros brotan con premura?
Y no es el villano, se aferra a esta vida,
quiere que estés quieto... sin alternativas.
Es un zorro viejo... justifica todo,
te ata las manos, te venda los ojos.
Todo se resume en que hoy respires,
no importa si triste... será "LO POSIBLE".
El miedo en la espalda, te muele los huesos,
opaca miradas, silencia un ¡Te quiero!.
Ensucia la sangre, obstruye su riego,
destruye el latido... estalla en el cuerpo.
Una mano enorme que aprieta tus manos,
un verdugo experto, que alienta al fracaso.
Cierra tu garganta, te rompe los sueños,
se te para enfrente... se muestra correcto.
Se muestra prudente, sugiere templanza,
se explaya con sus trucos, ciega tu confianza.
Se instala a tu lado, te vigila, aplasta,
tiene credenciales, cien por ciento falsas.
Así se consume el tiempo y la vida,
si a vos no te agrada, no importa... no mira.
Quizás otras vidas, rompan tus grilletes,
¿Y qué pasa en esta?¿Estarás consciente?
Será tu guardián, y será implacable,
pero el ser valiente, seguirá adelante.
Arrastrando al monstruo, sin ningún garante,
abrirá una puerta, en la lucha infame.
Y será admirable cada paso dado,
porque arrastra al feo y cruento villano.
Y será valiente quién no se detenga,
aunque dude a veces, ante la gran bestia.
El miedo, es enorme y es limitantes,
el reloj del juego te dice... ¡Adelante!,
Esta vida es tuya, ser feliz... el reto,
porque el miedo es muerte... y el amor, lo opuesto.
Norma.
