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lunes, 5 de septiembre de 2011

Eco en los oídos



Parada sin más sentido en la cúspide del viento…
con la cara ensangrentada y los ojos muy abierto.
Con los puños bien cerrados y la verdad como escudo…
con perdones golpeados tatuados aquí en el muro.

Y mis manos lastimadas por tanta verdad amorfa…
y mis brazos incrustados donde no crecen rosas,
con el sonido de siempre como eco en los oídos…
y en la espalda los sueños que se esconden aturdidos.

Con la experiencia de nada, temerosa en su recelo,
y las alas fragmentadas que preparan otro vuelo.
En el ocaso del cielo que va aguando los colores…
con las gotas de miradas tan tristes como uniformes.

Y me mantengo tan fría como una luna de acero…
que es agua bajo el sol y es sólida en invierno.
Tal vez sea en el menguante… o tal vez ya nunca se vea,
tal vez muera en los intentos… o sea una luna nueva.

Me dibujo un arco iris con los colores que tengo…
tal vez algunos azules… rojo y verde amarillento.
Y me faltan tantos otros… que no consigo y anhelo…
y ese índigo escaso que se me escurrió en los sueños.

Me cubre una fina capa que protege mi coherencia,
alejo de mis pupilas la carencia de pureza.
con la espalda más erguida… aún a pesar del peso…
acomodo en mis pisadas esas piedras y los tiempos.

Norma Marchetti
22/8/11

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