¿A dónde vas en los sueños, cuando el cuerpo no se entera?
Despertando con los ecos, de esas voces que no cierran,
¿Qué vemos sin esos ojos que no ven... y están mirando?
¿Con quién vives en tus sueños, sin tu cuerpo limitando?
¿Quién tiene las certezas de esos rostros tan inciertos?
¿Por qué ya no recordamos lo que suele ser intenso?
Un sueño, no es soñar, es liberarse... y es repliego,
A veces, son los ensayos o las salidas del infierno.
Recuerdos de varios sueños, con sentidos, muy intensos,
estar en la edad media, su humedad... sentir que muero.
Ser alguien en una aldea y ayudar en sus demandas,
la pobreza era nociva y la gente me rodeaba.
Ser guerrera, usar las armas y ser diestra en mi agudeza,
ser juglar y ser alegre, transmitiendo con destreza.
Ser pequeña, estar en riesgo y Jesús se me acercaba,
me llevaba hasta las nubes, pero no... _Todavía falta.
Cada tanto, es mi padre, quien me trae la templanza,
quien me dice, ¡No estás sola, ve tranquila... ten confianza!.
Y además, hay otras cosas, que al despertar, se me aclaran,
tal vez, la última frase que se dice, es recordada.
Hoy, desperté diciendo... _Si me pides, yo te espero,
y una lágrima huía, por mi pómulo derecho.
No sé, no sé que pasaba, supongo que sí lo entiendo,
¿La tregua se ha hecho larga y lleva ya un año y medio?
Los sueños, que son misterios... o tal vez, otro escenario,
los sueños que son de humo... ¿O lo que vivo es precario?
Soñar, o vivir de sueños con su verdad y valentía,
saber que somos eternos... pero esta vida termina.
Norma.
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