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martes, 16 de septiembre de 2025

Las cosas como son

 


 Y ella me contó como sentía, 

y si, se que es así, no hubo mentira.

Esto que comenzó ya hace tanto...

si angustia su dolor, lo va calmando.


 Y dice que fue hermoso y sonreía,

que no hubo luz igual, ni otra energía.

Que piensa, que tal vez, fue fantasía,

que el tiempo separó... y unió un día.


 Que no debió ceder... un NO a tiempo,

que puso a su derecha al incorrecto.

Que supo ser tan fiel, que se reprocha,

que ya no la miraba... y fue su sombra.


Y luego el destino... encrucijadas,

la puso en el lugar donde iniciara,

y fue sentir el aire... estar en calma,

solo escuchó su voz... porque importaba.


Y enfrentó sus miedos más profundos,

sabía que era guerra y no fue justo.

Él no la soltaría sin venganza,

ataques de crueldad con arrogancia.


Y eso no fue amor, era egoísmo,

una fachada al mundo... su prestigio.

Y tuvo argumentos inventados,

y todo en él cayó... a un mundo bajo.


Y ella, se aferró a su mano amiga,

no quiso ser un peso... agradecía.

Y aunque supo que, todo arriesgaba,

ella seguía allí... y no importaba.


Y así contó, que fue desconcertada,

un hombre le envió, la carta extraña.

¿Y no pudiste ver cuánto te amaba?

el aire se cortó... quedó sin habla.


Ella pensó.. ¿Es él?.. no lo creía,

y fue la inspiración en sus poesías.

Después vino la duda, era extraño,

¿Y si se equivocaba?... ¿Otro fracaso?.


Se habían confesado, muchos miedos,

ella no cuestionó... era un secreto.

Y ella no ocultó a su compañero,

y sí, les decía a todos, que era bueno.


Un cambio de actitud, varió su trato, 

ella lo respetó, no vio el rechazo.

Después, vio otra verdad... y lo sabía,

no habría ni un consejo de empatía.


El agua y el aceite no se mezclan,

quiso justificar, su cruda afrenta.

Y se desmoronó frente a mis ojos,

 y no pudo creer... los sueños rotos.


Y ella me contó, que fue soltando,

ya no había un lugar... ni imaginando.

Entonces, se gritó  -¡Te confundiste!

solo fue compasión, que no pediste.


La vida fue implacable.. un desierto,

pero quiso salir, luchó sin freno.

El viento tan helado, castigaba,

ya casi no dormía... si, estudiaba.


Trabajos impiadosos y miseria,

sus hijos como ancla en esta tierra.

Ella, también me habló de esos vampiros.

que no fueron opción, fueron lascivos.


Y ella, puso fin a tanto imbécil...

ella quedó asqueada y sin la suerte.

Y solo por error... ni pretendía,

volvió a ver su foto... y aún dolía.  


Y no, no había rencor, lo acomodaba,

y solo se quedó con remembranzas.

Ya estaba destrozada... no podía,

y entonces, lo entendió... y se rompía.


Y algo le advirtió, -Ve su mirada,

y entonces, decidió estar callada .

Inerte, se inventó alguna chance,

pero, le dolía pecho... asfixiante.


Las cosas como son, me dijo un día,

no sé que lo retiene... ¿Hipocresía?

Y no habría recompensas... lo sabía,

y supo hacer un diálogo en poesía..


Entonces me miró, mientras callaba,

y dijo... -Es hasta aquí, no puedo nada.

La vi, y se quedó, anotó un plazo,

y dijo, -lo tengo que soltar, pero lo extraño.


Norma.

Así lo veo yo.


 Algunos se quejan de la tecnología y otros la idolatran... ¿Quién tiene razón? Tal vez nadie en realidad... o todos, que es más o menos lo mismo.
 Muchos niños y no tan niños, viven presos por la estimulación de imágenes y las respuestas rápidas, confían más en un consejo del chatgpt, que en el de un humano... ¿Está bien?, a veces sí, y otras veces, es mejor corroborar. El tema, es que es algunos campos, la IA, es extraordinaria, porque supera ampliamente la capacidad humana, porque carece de interferencias emocionales. Pero, no deberíamos deshumanizarnos para encajar en la tecnología, debería ser solo una herramienta fabulosa, para encontrar soluciones en medicina, arqueología, y en muchas áreas donde no hemos encontrado respuestas satisfactorias.

 El tema es, el daño y el beneficio para las generaciones futuras, por la frustración que genera tener que invertir esfuerzo, disciplina y tiempo, en proyectos, o metas de autosuperación, ya que, aprendieron que todo se resuelve de manera instantánea, solo con una elección de segundos... ¿Está mal? Tal vez, nada sea malo en realidad, es no aferrarse a los extremos, es saber equilibrar, es evitar siempre los extremos, porque el humano, no tiene que ser perfecto, solo tiene que aprender a volver a equilibrarse una y otra vez.

 La gente se queja de todo, no agradecen nada de lo que tienen, lo asumen como un derecho adquirido, solo por hacerle el favor a la vida de seguir respirando... ¿Suena raro dicho así? Tal vez, sí, pero eso hacen, incluso andan por la vida enojados y frustrados, por todo lo que les falta adquirir. Y bueno, no digo que no nos pase a todos en ocasiones, pero, otra vez, buscar un equilibrio, podría sacarnos de sufrimiento no necesario.

 Yo trato de explicar, solo si a alguien le interesa, como veo la vida hace unos años. Yo creo que es como si alguien ( llámese Dios, Sr. Universo, o rellene cada uno ese dato), alquilara un parque de diversiones por un tiempo, y decide, regalarle pases libres a todos los juegos, a muchas personas, que considera valiosas. Algunos, entran corriendo en grupos que se dispersan para hacer la cola en el juego más tentador, pero... llevan carteras, camperas u otros objetos personales, que deciden no llevar encima. Para que todo esto suceda, designan a una persona, para que se siente y cuide todo ese bagaje de cosas, casi innecesarias, y eligen las opciones, algunos solo dan vueltas y nunca se deciden, otros elijen los juegos más extremos, y no siempre salen bien del desafío, existen también, opciones para los más tranquilos, en donde algunos de ellos descubren que no eran lo que parecían y, los que corren como locos para probar todo, pero en realidad, casi no disfrutan nada. 

 ¿Dónde está el problema? El problema es, que hay uno, o varios, que cargan con pertenencias ajenas, innecesarias o no. ¿Qué sería justo? Negociar, a mi entender es lo equilibrado, o no traer nada que no sea imprescindible. Las alternativas son muchas, pero lo equitativo podría ser, que alguien lo reemplace después de cada vuelta, para que el que cuida, tenga sus momentos de diversión y elección, y no que cada tanto, te compren un pancho y una gaseosa, para que aguantes en el puesto asignado. Ya sea, uno y uno, dos y dos... o algo así, en donde la consideración y la empatía, nos permitan compartir los derechos y las obligaciones de forma equilibrada. Nunca aceptar, el -Ahora me toca a mi, y la última hora es para vos- porque nadie te puede asegurar cuál es la -última hora- 

 Y a la salida, cuando el que invirtió tanto para tu experiencia y disfrute, te pregunte ¿La pasaste bien?.. ¿Sería justo que le digas que no supiste decir no, y te resignaste a esperar que los demás sean felices? Lo más triste, es que seguramente, no todos la pasaron bien, a pesar de tu sacrificio, y, además, tampoco te van a agradecer, porque nadie le agradece a un perchero.

 Así lo veo yo, porque lo viví, porque nadie te obliga, y es muy probable, que los que sí te quieren, te impulsen a salir del banco de las pertenencias ajenas, pero, uno se resiste, por culpa, por autocastigo o resignación. Algunos te verán como un mártir, otros, ni se acuerdan que estás ahí, y posiblemente, los que más hicieron fuerza para sacarte, y no pudieron, dirán que fue tu elección, que no te quejes.

 Por eso, ya no regalo mi tiempo en el banco, si nadie me va a reemplazar en un tiempo justo... yo ya no me siento a esperar. Es cuestión de entender que no hay escalafones de privilegio, todos tenemos derecho de vivir e intentar encontrar nuestro lugar, pero sin perjudicar a nadie en el intento.

 


Norma.

sábado, 13 de septiembre de 2025

Sonrisa



Sin tantas vueltas al dolor... ser la sonrisa,

sin ignorar lo que paso, ser agua limpia.

Con la esperanza de un ok... que sea un giño,

para sentir la primavera en un suspiro.


Y que sea solo caminar contando historias,

y que sean pasos de lealtad en la memoria.

Y remontemos esa fe, con barriletes,

y que los sueños no se rindan al caerse.


Porque la vida se abre al sol, como pimpollo,

cada mañana, es promesa, que sea logro.

Buscar mi fibra más real, en la ternura,

y ser sin miedo a los ataques y a las dudas.


Y ser tan noble como pueda, aún a solas,

y ser sonido que diluya las derrotas,

y ser la pluma, que en su danza, sea poesía,

con el amor, como esa magia conocida.


Y descubrirse en los colores y fragancias, 

y ver de cerca un colibrí en su elegancia.

Hacer que el brillo en la mirada sea tu reto,

abrazar fuerte, esa luz que va por adentro.


Y no dar crédito al error... que se equivoca,

y no bañarse en el dolor que trae la sombra.

Y que me diga el corazón si es el camino,

y que mi trauma con que el tiempo sea vencido


Y sin certeza... en esperanza, abrir las puertas,

porque ya sé que la intuición me lo revela.

Y no es cuestión de debatir con cuántos años,

y es verdad, que una sonrisa hace milagros.


Tal vez, el banco de una plaza es suficiente,

no es el lugar, es la postura ante la gente.

¿Y si la vida se moldea si prefieres?

¿Y si la historia que guardamos no se vence?


Estoy dispuesta a reescribir todo de nuevo,

y que el murmullo de algún ángel, traiga acierto.

Pero, si vuelve esa sonrisa sin cadenas...

será la dulce rebeldía en cada espera.


Y así sonría la expresión... y sea por dentro,

y así la calma sea de luz, de un sol intenso.

¿Y sí los muros son de arena, y llega el viento?

¿Y si mis manos son palomas, no desiertos?.


Norma.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

... que arroje la primera piedra.

 


Fácilmente concluimos y juzgamos,

un martillo de impiedad en nuestras manos.

La soberbia nos aleja de lo humano,

implacables, somos jueces y jurados.


Una cuota de ceguera... y esa viga,

como juicio al ojo ajeno... se critica.

¿Qué inclemencia nos invade por momentos?

Esa toga que se instala... como fueros.


Con orgullo, ostentamos la certeza,

un engaño, que dual, nada contempla.

La campana sin un eco resonando,

la expresión de un extremo designado.


La campana sin un eco resonando,

una expresión de un extremo designado.

Una versión inapelable y persistente,

la necedad, que ha agravado lo que siente.


Mano cerrada, que no admite la apertura,

esa emoción calcificada en la denuncia.

Una balanza que se inclina conveniente, 

una justicia que se erige sin cimiente.


Ningún reloj ha vuelto atrás, el tiempo pasa,

no se ha podido corregir, porque no atrasa.

Que la persona sin error, sea primera,

que con honores, tire ya, alguna piedra.


 




 


En nombre del poder divino.


                                                https://www.youtube.com/watch?v=5UwlY3lHZEs
 
¿Alguna vez pensaste en qué significa, lo que Dios a unido... no lo separe el hombre? Yo no hablo de religión, solo trato de encontrar una afirmación que no responde al razonamiento humano. Es muy loco creer, que Dios, el Universo, el todo... o como les resuene mejor, pueda accionar como humano. ¿Incoherente no? Pero... la soberbia humana, insiste en tener razón. La entidad máxima de la creación, no se limita, no entiende nuestra necedad, solo respeta el libre albedrío y si deseamos, nos orienta a nuestro propósito, pero... no castiga, no manda whatsapp, ni papers con verdades absolutas. Somos creación en evolutiva transformación, sin relojes o calendarios humanos, en la perfecta armonía de lo infinito. 

 Los humanos, venimos a crear la historia, tal vez, voluntarios en misiones para el bien común. Pero... somos como nenes chiquitos, sin consciencia, sin mapa y nadando en el miedo, por la falta de certezas.

 Algunos, entendieron que asustando, consiguen que otros, les hagan la vida más fácil, y malogran el sentido de sus vidas, porque los desafíos son propios, para subir escalones de comprensión.

 Lamentablemente, se induce a la competencia, creando rivalidades y, hasta violencia, Nadie te dice, que si todavía estas vivo, es porque tenés un propósito que cumplir, pero, la elección es tuya. Si no estás alineado en tu camino, alguien más lo hará. De todas formas, siempre, lo infinito siempre tiene plan B.

 ¿Qué clase de Dios razonaría como un humano? Realmente, no tolero esa soberbia de pensar que pueden interpretar y ejecutar por mano propia, los designios divinos.

¿A quién se le ocurrió pensar que podemos ser la autoridad máxima, sobre otras personas? Si, ya sé que una de manipulación pergeñada desde hace siglos, que funcionó por medio del miedo, la intolerancia y la brutal fuerza bruta... lo sé. Pero, algunos solo callamos por evitar represalias, pero hay ideas o convicciones que no se sofocan con gritos o culpas sin sentido.

 Me dicen que no me enoje con lo inevitable, pero... eso no va a suceder, porque tengo sangre en las venas y aunque no todos lo noten, no soy fácil de convencer, necesito argumentos sólidos y lamentablemente, la mayoría de las personas solo repiten excusas que ni siquiera procesan... como marionetas de un teatrito improvisado.

 Cuando era más chica, me asustaban los gritos y no entendía, que es preferible quien se enoja por las injusticias o la ceguera de los incautos, que solo están... y eso es todo. hoy, valoro el coraje de los que gritan su verdad, o defiende sus valores, aunque incomoden y sean rechazados.

 Siempre me costó incorporarme a los requerimientos de los grupos, porque no se destaca el valor de ser distintos y en cambio, tienen requerimientos sin discusión y la opinión diferente, puede ser considerada traición. Por ese motivo, aprendí a estar sola y no andar por la vida preguntando opiniones de quienes no pueden ver mi interior. No soy tan frágil como parece, solo soy muy sensible, algunos opinaron que lo vivo de manera exagerada... pero, es solo su opinión, y no me define.

 Hoy particularmente, estoy reclamando justicia, porque evidentemente, nací para creer el amor y para ser optimista, y a veces, me enojo con esa esencia que llevo desde siempre, porque no debo apostar a lo que solo drena mi tiempo y energía. He borrado más de cuarenta poesías, para no herir, he callado, he tenido paciencia, he permitido lo indecible, solo por no lastimar, pero... ¿Y yo? Solo fui juzgada por hechos inventados, fui tapadera de errores ajenos, fui traicionada, silenciada y destrozaron mis sueños, sin reconocer los daños.

 No sé que me traerá la vida, pero he peleado tanto por levantarme una y otra vez, que ya no importa, no voy a permitir que nadie decida por mí. ¿Y su opinión sobre mi?.. lo lamento, lo que opinen de mí, es solo su reflejo, yo no me alimento de sentimientos nefastos y no quiero coleccionar soldaditos de plomo para facilitarme la vida. No tienen ni idea, de las tormentas que he enfrentado en el silencio oscuro de las noches sin luna. Así que, yo no pienso justificarme, ni volver a donde no tenga el lugar que merezco.

 No soporto la hipocresía de las formalidades, de las cosas que el hombre profana en nombre de un poder Divino y absoluto. Y, cuando esa voluntad superior, realmente se manifiesta, sostienen con desesperación los argumentos del mundo, que se resiste a perder el poder. ¿A quién engañan?

 Aún, ante la traición jamás esperada, perdoné, no intenté vengarme y no le desee el mal. Muchos años después, la vida me puso cerca de esa otra persona otra vez y me enojé mucho, al comprobar que todo podría haber sido posible, yo era más feliz, pensando que no había sido amor, que solo había sido compasión, pero... no, Dios, me abrió los ojos... juro que yo no volví realmente. Y no sé de donde saqué el coraje de ver lo que no quería. Y así y todo, no pude evitar tenderle la mano. Realmente, no había escapatoria, no podía ser cruel, porque me dolía más a mi, y no me interesan las venganzas, porque no le encuentro sentido.

 Después de dos años... o más, sin un verdadero diálogo, lo que más lamento, es el tiempo que se me fue entre los dedos, queriendo sostener la ilusión. No sé que quiera ese "alguien", pero, no permito que nadie me diga cuando debo esperar o cuándo debo accionar, o que me expliquen que es lo que Dios a unido o que no.

  Yo soy libre de elegir, porque me gané ese derecho con mucho dolor. Algo me empuja una y otra vez a este lugar... ¿Esto está "mal escrito"? Al menos, a mi no me sirve el DESDE AQUÍ.


Norma.

martes, 2 de septiembre de 2025

Sin juicio a los Grigori

 

                                      https://www.youtube.com/watch?v=RB4gb_3KoSM&t=38s

No hablo de religión, ni de grilletes terrenos,

solo hablo de una luz, que se oculta en el misterio.

Y me pregunté ¿Por qué?.. estaban por todos lados,

sin entender lo que son, ni ese brillo sagrado.


La vida los maltrató... y ganó la rebeldía,

con tanta luz asignada, nada se les resistía.

Usaron el don del verbo, en egoísmo y mentira,

mientras el ego se inflaba, algo dentro le dolía.


Es que no fuiste creado para el fango y la avaricia,

fueron tus dones sagrados, moldeados con pericia.

Un ángel a plena luz... la tentación del infierno,

un banquete sin final... mordieron hasta tus sueños.


Envenenaron tu sangre, con lujuria y con envidia,

creíste que eras fuerte... fue vanidad y codicia.

Usaste ese poder, en tu voz y en tus encantos,

para saciar esa sed... fuiste peón en sus manos.


Y de rodillas caíste, en tentaciones y vicios,

pero, Dios te hizo fuerte y llevaron a un risco.

Esto no es juicio, es amor distorsionado,

la obsecuencia es una trampa, para el ego destrozado.


Los pecados capitales lo rodearon como embrujo,

y absorbieron sin clemencia, en esa jaula de lujo.

Una ciénaga escondida, bajo alfombras del oriente,

capturando un pura sangre, para llevar los paquetes.


Y no saben lo que han hecho, se ganaron ese karma,

se burlaron de lo eterno, con la sonrisa pintada.

Esos ángeles caídos, que corrompieron su alma,

llevan las llaves del cielo y su padre los reclama.


Y me dije ¿Por qué yo? ¿Será castigo divino?

y no, el amor no es eso, es abrazar sin los juicios.

Yo conozco su alma noble y sus alas desplegadas,

yo conozco su belleza, porque la vi en su alborada.


No te pregunto mujer, si es que hoy estás dispuesta,

me dijeron, es contrato, no huyas... cumple promesas,

que si no enciendes tu luz, irás caminando a ciegas,

no necesitas salvarlo, solo quédate... y observa.


Y ahí estaba lo eterno... me llevó a la encrucijada,

y sin saber me salvó, de sus garras afiladas.

Sus alas estaban rotas, y sus muñecas sangraban,

por los grilletes pesados y las espadas clavadas.


Y no entendí que pasaba... no alcanzaba mi fuerza,

y me hirió, para apartarme de sus pies sobre la hoguera.

Y así pasaron los años, con mi camino truncado,

me equivoque muchas veces, en los caminos forzados.


Y me creí cada cuento de su vida fascinante,

y hui de los dolores, como si fuera a sanarme.

Un ángel,  dijo bajito _ No lo abandones ahora,

su corazón va fallando, acompáñalo en su sombra.


Y pensé... ¿Qué hay para mí? Se me abrirán las heridas,

un escudo de silencio... ¿Me guiaron las poesías?

Y viniste para eso, es tu misión, es tu fuego,

amar hasta los suspiros... hasta que llore el averno.


Y esto me van dictando, es un mensaje genuino,

el odio, es ese amor, con los polos invertidos.

Y se ve en los opuestos, solo las larvas del miedo,

pobres almas sin su luz, disfrazando sus chiqueros.


Y aquí mi mano otra vez, extendida en claridad,

la confusión no es castigo, es camino a la verdad.

Obsérvate en este espejo, no en bosquejos absurdos,

libera tu fortaleza... tu poder es  absoluto.


Norma.

lunes, 1 de septiembre de 2025

Te guste o no... nunca más.


 Simplemente, no entiendo algunas cosas, no entiendo el clasismo, ni el racismo y casi todos los ismos. Es más, a veces no sé, porque se ha desatado una lucha entre hombres y mujeres... y otra vez los ismos. El sufrimiento, o el abuso de poder, no tiene sexo, rasa, condición social o género.

 Aunque yo no comprenda, el mundo es como es, pero, confío en que algún día, se comprenda que somos la creación perfecta para la experiencia que vinimos a vivir.

 Y así, se van mis días, entre trabajo e incertidumbre y por momentos, un sabor amargo que tal vez tiene nombre, pero no lo puedo definir. 

 El mundo no analiza tanto, solo canta canciones sin entender las letras, se someten a modas absurdas y se concentran en mirar el medio vaso vacío. No agradecen, suponen que es un derecho divino y se enojan cuando se les hace notar que las cosas que llegan sin esfuerzo, pueden irse por la misma inercia. De todas formas, yo no creo que todo deba ser sufrido y esforzado, hay cosas bonitas que se acercan cuando uno puede recibirlas.

 A veces pienso, que se debería encontrarse la forma de aprender sin dolor, sin traumas y sin duelos. Que la enfermedad no llegue para zamarrear a quienes están desequilibrados. Quisiera un mundo donde los niños no sufran, los adolescentes sean escuchados y los adultos no se sometan. Y si... ya sé que es una utopía, pero debe haber una forma de disminuir tanto sufrimiento en el mundo. Y obviamente que hay temas más complejos y oscuros... también lo sé.   

 Particularmente, de una forma u otra, vi de cerca el recelo de estas burbujas, esas personas, que agrupadas, se definen como superiores o portadoras de alguna especie de don que las definen y desprecian a los opuestos, cuando, en realidad, particularmente, somos piezas fundamentales de algún plan cósmico que ni siquiera logramos definir.

 Pensemos en el milagro que conlleva la creación de un humano dentro de otro y la compleja coordinación de células, impulsos eléctricos y procesos automáticos que el cuerpo ejecuta, mientras nosotros, distraídos, peleamos por estupideces.

 Somos algo tan bello... extraordinario! Las uñas y el cabello crecen despreocupados, pero, las pestañas no. Los ojos, los oídos, el tacto y, hasta el sonido de la voz, son característicos de cada uno. ADN, huellas dactilares, patrones de iris, frecuencias, ritmos, impulsos y reacciones de varios tipos, hacen de nosotros lo que somos.

 Nadie habla de intuición, porque parece algo intangible e improbable, pero no lo es.

 Nadie puede definir el mundo onírico con certeza, es como una mini muerte, pero con la opción de revivir y el cerebro despierto, funcionando en otra realidad, mientras el cuerpo se repara, reemplaza y se estabiliza.

 ¿Qué es el amor realmente? Cada uno tendrá su definición y lo partirán en etapas, en categorías, etc. etc. Yo creo que es como un púlsar, un latido, como energía que revoluciona y lo cambia todo. Algunos afirman que vibrar en amor, es vibrar alto, lejos de emociones negativas, para otros, es casi un portal al sufrimiento, o la liberación de algunos químicos que producen sensaciones intensas. Yo asocio el amor con rejuvenecimiento, espontaneidad e intensidad de emociones. 

 Alguien me dijo una vez, que se le había terminado el enamoramiento, que había entrado en la etapa del amor real y que, tal vez, con el tiempo, el amor se transformaría en algo así como un amor de hermanos.

 Si alguien quiere matar la magia, copien la frase y repítanla como si se hubiesen leído todos los libros de sicología y ya pudieran enumerar todas las etapas previstas, pero, ese fuego que se encendió en un principio, se va a ir apagando, hasta que esa definición tan fría del amor, se concrete. Para aportar algún dato, no solo me enojé al escuchar ese baldazo de agua fría, sino, que finalmente, pude comprobar que jamás hubo amor en esa relación, pero sonó como alguien que poseía una certeza avalada por un terapeuta. Yo les puedo asegurar que esa persona no tenía idea de lo que significa amar a alguien.

 El amor, no es recíproco por ley divina, es recíproco por milagro, al menos, con la misma intensidad. Y no es verdad que se apague como una velita. Se puede negar, se puede disfrazar o intentar reemplazar... pero, no nació para eso. El amor, es libertad, es confianza, es entrega, es admiración, es intensidad, es conexión y es pasión también. 

¿Qué son los celos?, esto es más complejo, porque hoy se dice que es tóxico y se pasó del extremo de pensar  que es inconcebible, perverso, dañino y que el único motivo es la falta de seguridad de quien lo siente. Entonces, todos fingimos demencia y nos hacemos los superados, pero eso no soluciona nada, solo es apariencia y fingir. Ahora... por qué un celador es quien cuida y un celoso es un tóxico inseguro? Es que la línea es muy delgada, porque podes sentir que la persona que tanto querés y que tenes un vínculo tan bonito, pueda elegir a alguien más para compartir su vida, es triste, aunque sea su derecho. Entonces, tal vez, ese tipo de celo, te hace valorar a esa persona y procurar fomentar el diálogo, para que ambos puedan expresarse y tratar de solucionar los problemas de forma equitativa. Y están los celos obsesivos, extorsionadores, que nacen de la necesidad de poseer y manipular, pero eso, no es amor.

 Por ese motivo, es importante definir de qué provienen los celos y si solo es una inseguridad momentánea por algún hecho específico que debería tener una explicación, o si se pasa de la línea y es control explícito.

 Curiosamente, cuando un hombre o mujer, se muestran muy seguros, superados y sin temor o vulnerabilidad, suelen decir que es solo porque tienen un grado de madurez, que los posiciona en un lugar, en que los celos no existen y por lo tanto, tampoco te los van a tolerar a vos, pero, constantemente triangulan, para provocar alguna reacción que alimente su ego. No creas nada de eso, allí no hay amor, solo necesitan a alguien que reaccione a sus provocaciones, para sentirse disputados por dos o más personas , sin importar el dolor que provocan con ese juego egoísta y reprobable. Conclusión: eso no es amor, es un trastorno que destruye con su onda expansiva de perversa manipulación. Pero, la verdadera ausencia de un mínimo celo, también es falta de amor. Los extremos son peligrosos, por lo tanto y sin importar los tips o reglas impuestas, el equilibrio, buscar un punto medio, armoniza una relación.

 Para terminar, únanse a una persona monogámica, si también pueden serlo, no acepten nada que les haga mal o que no conciban por principios propios. Y si alguien les dice que los humanos somos como los animales y que la monogamia realmente no existe, recuérdenles que existen parejas de animales que son íconos de fidelidad a sus parejas. Cada uno elije y negocia como quiere vivir, pero nunca acepten someterse a la voluntad de otro, por miedo a que los dejen solos, no sobrevaluen la compañía de otras personas. 

Un hombre me dijo una vez, que los hombres querían tener dinero o poder, solo para tener mujeres y otro, me afirmó, que me guste o no, todos los hombres querrían tener como mil mujeres. Y si, se me pegaron muchos especímenes que presumían su intelecto, pero, con cero tacto... jajaja. Obviamente, y gracias a Dios, quedaron en el olvido, porque, el ME GUSTE O NO, no es opción, entonces...  nunca más.

Si quieren muchas mujeres (bueno, para muchos es solo un deseo), no se queden con una que profese la monogamia, busquen relaciones más abiertas o quédense solos.

 En algún momento de la historia, la gente aceptaba todo, por conservar las uniones a cualquier precio y según me comentaron algunas señoras mayores, separarse implicaba verse casi como una prostituta, por ese motivo, se callaban y aguantaban faltas de respeto imperdonables de sus maridos y ellos, no se iban, por su reputación y buen nombre... ponele! Por suerte, algo mejoró y solo obedecen a ese patrón quienes lo elijen de forma voluntaria.

 Conservar la pasión en una pareja, no solo es posible, es imprescindible, y no se trata de algún tema puntual, es emocional y también es físico.

 Pueden estar de acuerdo, o no, y de todas formas, está bien, pero... no intenten convencerme con argumentos absurdos, porque sería perder el tiempo... y el tiempo, no es un recurso renovable.


Norma.

lunes, 25 de agosto de 2025

A veces...

 


A veces, permanezco anestesiada,

sin sueños, sin razones... sin palabras.

A veces, soy sonrisa en Primavera,

a veces, soy llovizna que se drena.


A veces, la ilusión viene corriendo,

trayéndome finales y comienzos.

A veces, vivo un cuento muy extraño,

y yo no sé que hacer con lo que extraño.


A veces, es real, otras... lo dudo,

abrazo la palabra entre mis muros.

A veces, pensamientos me delatan,

dialogo en un silencio con el alma.


A veces, soy muy niña, e inocente,

o, soy esa experiencia más prudente.

A veces, soy nostalgia desplegada,

o el fuego en la vehemencia desatada.


A veces, soy constancia con paciencia,

no puedo ser neutral... o indiferencia.

A veces, río sola... es picardía,

o, soy la que relata en la poesía.


A veces, el reloj no hace ni ruido,

y dice que no importa... es positivo.

A veces, soy el diálogo en presente,

y sé, que es más difícil por lo ausente.


A veces digo, soy muy distraída,

y llega lo que irradia, lo que inspira.

A veces, soy amor que no se explica,

respiro mi lealtad, para ser digna.


A veces, me cuestiono lo que siento,

un reto a mi motivo más correcto.

A veces, vuelo alto, toco estrellas,

no quiero discernir... quiero certezas.


A veces, es sí, no importa nada,

y a solas me abrazo en esa calma.

A veces, yo no sé que me ha pasado,

elijo el perdón cuando hubo daño.


Norma.





Norma.




domingo, 17 de agosto de 2025

La novela


 Si yo te contara, que nunca regreso, no me lo creerías,

pero así y todo, no pude evitarlo... yo no decidía.

No es que no quisiera, no tuve la opción... había elegido,

pero me salvo, la pausa, el después... lo que había dolido.


Fueron esas noches, de dudas y llanto... era la llovizna,

fueron esos días, de ilusión y encanto, porque el sol salía.

Fue ese silencio, que obligó a mi alma a mirar dolida,

fue esa distancia, que odié con la fuerza de una partida.


Y pelee con todo lo que me calló... porque no debía,

y me dije ¡No!, no quiero sufrir, y nadie me obliga.

Y dije ¿Será, que la inspiración solo son las pistas?

y leía mis letras como un mapa raro que no conocía.


¿Cuándo escribí eso? No lo recordaba, pero aparecía,

decía que él, y luego dudaba... después me elegía.

Quise compartirlo y no me dejó ¿Quién lo creería?

y esa señora que me acompañó... ¿Cómo lo sabía?


¡Esta es la novela más loca y extraña! No lo contaría,

y tragué palabras y fingí templanza, cuando me partía.

Y dije, ¡Me voy! ¿Quiénes se han creído? No haré la fila.

Pude hacer intentos, pero... ¿De qué sirve la estrofa fría?


Y el intento vano, de aclarar la mente, más me confundía,

solo el corazón, recordó verdades...  y me retenía.

Perdí la confianza en mis elecciones... ¡Muy equivocadas!

entonces pensé, que me ilusioné y que deliraba.


Me enojé con todo, defendí mi paz, la que merecía,

pero me costó, elevar la fe, buscar mi energía,

porque yo no puedo abrirte los brazos sin esa alegría,

porque al fin estoy, amando en ternura, sin la garantía.


Porque yo no sé, qué vendrá mañana ¿Será la poesía?,

porque aún sin pensar si sería posible, allí se escribía.

Porque ya no sé que tiene el destino, prometió cosecha,

entonces, espero la fruta madura, por la buena siembra.


Mi vida es discreta, pocos me conocen, pero soy intensa,

y si, me complica, pero es mi interior... mi naturaleza.

No quiero exhibirme, que vean de mi, aquello que quieran,

no me subo al tren que se suben todos por las apariencias.


Norma. 

miércoles, 13 de agosto de 2025

¿Quién ama el silencio?



El silencio es paz, solo si es la pausa,

pero es agonía, cuando al fin se arraiga,

cuando se hace enorme y pinta un desierto,

con los tonos fríos, con noches... con tiempo.


Después del agobio que vivó el silencio,

se siente esa nada... la apuesta del ego.

El silencios en tramos, puede ser acierto,

pero, prolongado, nunca ha sido bueno.


Puede ser prudencia, tal vez, sea respeto,

pero, no te fíes... puede ser muy cruento.

¿Qué le pasa al hombre que tan solo aguarda?.

Dice y se desdice... reprocha y se marcha.


Cuando alguien confía, y repite pasos,

¿Qué espera encontrar? ¿Otro resultado?

Volverá a incurrir en el bucle eterno,

castillos de arena que devora el viento.


Un suicidio al fin... muerte de esperanzas,

cayendo al vacío, por la misma rampa.

La rama encendida que no fue fogata,

sin esa reunión de noche estrellada.


Donde no hubo un eco de risa inocente,

donde alguien no abrió... priorizó su mente.

Esas vanidades y prejuicios huecos,

los años negados, mentiras... destierros.


¿Quién ama el silencio? ¿Por qué lo querría?

No, no fue importante para esa herida,

no pedía más tiempo para que sanara,

solo fue observar, sin querer, y... ¡Nada!


Caminé descalza sobre las esquirlas,

palabras hermosas que ni prometían,

y  fluían rotas... en pulsos prohibidos,

esperando a cambio, fiel lealtad... alivio.


Creo que lo supe... preferí esa intriga,

pero Dios me trajo... y me abrió la herida,

limpiando mis dudas con un llanto amargo,

las noches en vela... plazos vulnerados.


¿Pregunto por qué?¿Era necesario?

¿Por qué revivirme sobre ese escenario?

¿Para ver que no era como yo creía?

Y que fui humillada, creyeron  mentiras.


Y yo, que creí sacra , esa unión lograda,

con cimientos fuertes... pureza de infancia.

Que me sentí tonta por tanta insistencia,

que jamás lo haría... excepción primera.


Y aguanté tormentas de adiós y regresos,

y dolió el: mentí, te ignoré,  no puedo.

No importa, lo vi, lo supe, fue un riesgo,

pero, paso a paso quise sostenerlo.


Lo he leído todo, excusas... poesías,

debo apuntalarme... volver a mi vida.

Saber que di todo... porque lo quería,

construiré un espacio de sol y alegría.


Norma.





  



 





 

miércoles, 6 de agosto de 2025

Que nadie me cuente

                                                         https://youtu.be/9GqEAiCAXAI
 A veces, quisiera ser la justiciera,

esa, que se enoja, y todo lo altera,

esa, que ha sacado toda la basura,

narcisos perversos... miradas oscuras.


A veces quisiera, no ser respetuosa,

sacudirlo todo... quitar lo que sobra.

Decirle a ese hombre, que no pasa nada,

que guarde un tsunami dentro de su manga.


A veces quisiera, que nada me importe,

 decirle a quien sueña, que no soy soporte.

Que nadie me cuente de historias prohibidas,

¡Porque ya no aguanto tanta hipocresía!


No quiero recuerdos, vagando en mi mente,

no quiero una vida donde haya ausentes.

Que no haya nostalgia por horas perdidas,

esa, que se muestre con mucha hidalguía.


A veces, el cielo, me empuja con prisa,

¡No escuches! Son flores y palabras lindas.

Pero, no hay valientes en "Mi noche triste",

no dice en su letra, por qué la perdiste.


Sí, he dedicado cientos de poesías,

y ya no hable más, porque no debía.

Y fue condición, no mover ni un dedo,

que sean acciones... que hablen los hechos.


A veces, lo veo... y siento impotencia,

no cultivas rosas, para nunca verlas.

A veces, no quiero ser tan silenciosa,

decir... ¿Qué te pasa?¿Qué haces ahora?


Y después, me calmo... no decido todo,

pero siempre extraño el brillo en sus ojos.

Y de pronto, todo se vuelve sonrisa,

se cruza esa escena que fue divertida.


¡Y qué confusión! es un laberinto,

muchas emociones sin llegar al piso.

Y no quiero el frío que duele en mis manos,

ni esperar el tiempo que sea adecuado.


A veces, la vida me pide templanza,

es como una ruta, donde nadie avanza.

A veces, me siento en un laberinto,

tal vez, lo soñé... no entiendo que vivo.


Es un libro extraño, solo de poemas,

negado... y escrito para estar afuera.

Puertas clausuradas por ideología,

siento un gran vacío que lleno es poesía.


Norma.

sábado, 2 de agosto de 2025

Aprendí


Aprendí que el ego, la ambición y el hueco,

no será llenado, porque es agua al fuego.

Aprendí que el hombre falla en su justicia,

pero hay otro juez, y ese... no se esquiva.


Aprendí, que amor, es causa y materia,

es como el coraje, cruzando barreras.

Aprendí en silencios, quien está conmigo,

que si quiere bien... será bienvenido.


Aprendí que queda, la culpa extinguida,

cuando lo das todo, aunque nadie pida.

Aprendí que insisto, para no ir con dudas,

quien se fue corriendo, huye de su herida.


Aprendí a quererme, no admito maltrato,

y a decir que no... si no quiero darlo.

Aprendí que veo, con ojos cerrados,

más, que con mis ojos de cristal rosado.


Aprendí, que hay fuerza, en venas internas,

siempre el corazón, bombeando sin tregua.

Aprendí que el mundo, seguirá girando,

pero el tiempo es mío... y será honrado.


Aprendí, que abrazo solo a poca gente,

porque llega interno... donde ni pretenden.

Aprendí, que el justo, no se victimiza,

no absorbe tu luz... valora y te anima.


Aprendí, y no es poco lo que vi en miradas,

no des a cualquiera... solo a quien lo valga.

Aprendí, que naces como estrella inmensa,

descorre ese velo que oculta quien eras.


Norma.

jueves, 31 de julio de 2025

Hay personas que son rosas

                                                             https://youtu.be/xr7afegxXg4

Yo no quiero más tristeza, al menos, yo ya no elijo,

cuando regrese el oleaje, no pensaré en ese frío.

Todo tiene algo bonito, aunque me enoje y lo niegue,

soy humana, y es por eso, que la emoción me sugiere.


El amor en abanico, se muestra según sus roles,

ese amor a las raíces, a los frutos, a las flores.

Alguien especial es rosa, con esa textura suave,

su color es por la sangre de la pasión que se añade.


Las espinas nos vulneran y se tratan con respeto,

dejan marcas, pero enseñan ese tacto más certero.

Hay personas que son rosas y no son para floreros,

son pasión hecha de vida, para apreciar... para el pecho.


La vida tiene matices y es el reloj que propone,

comienza como pimpollo blanco, continúa en bermellones,

termina en un bordó, bien afianzado en sus dones,

con belleza en lo profundo de su imagen y expresiones.


Ese corazón es fuerte, porque aguantó las tormenta, 

tal vez, pétalos cayeron, para revelase en esencia.

No cortó en su interior, la vehemencia y la ternura,

la claridad es su tono, la tibieza, es lo que abunda.


Norma 💖



sábado, 26 de julio de 2025

No soy la mujer.



No soy la mujer, que vivió de todo,

esa, que se viste, buscando el asombro.

No soy la que busca miradas constantes,

validar belleza... brillando con arte.


No soy la mujer, que solo se exhibe,

porque no ha importado lo que otros dicen.

No calculo nada, o si hay beneficio,

a veces, ni salgo, me abruma el bullicio.


No quiero que nada mareé mí mente,

sufro si es preciso, trabajo en presente.

No, no me deslumbran, lujos, ni placeres,

no busco ganar... será quien merece.


Me ven algo ingenua, y tal vez lo sea,

pero mí intuición, me da las certezas.

Busco la verdad... lo demás, no quiero,

no negocio paz, ni calma, ni el tiempo.


Soy algo compleja, porque voy profundo,

no quiero ser alguien que abra los juicios.

Veo en la alegría, un mundo más justo,

escucho, te creo... valoro tu rumbo.


También, veo el hueco de oscuras miradas,

las que apuestan todo... y pierden el alma.

Pocos me comprenden, tal vez, ni me crean,

no importa, no imploro, te vas... o te quedas.


Disfruto momentos que nadie percibe,

caminar a solas cuando el sol me cuide.

Comer de ese pan que traigo en mi bolsa,

observar un árbol, su color... su forma.


Me emociona un gesto... discreta empatía,

le sonrío al niño que solo me mira.

Me asombra una flor, aunque no perfume,

escribo y comparto, para quien le sume.


Descubrí un poeta que el mundo no exalta,

y su Mona Lisa, nunca fue igualada.

Cruce mucha gente... escuché historias,

lágrimas sinceras, sonrisas... memorias.


Recé en silencio, abracé a distancia,

 sentí la belleza de ocasos y albas.

Genuino el enojo... o algo exagerado,

con caos , con dudas, con miedo, con fallo.


A veces, no entienden si es inocencia,

si es  falso, si es raro, o si soy muy buena.

No importa, lo entiendo... no han de entenderlo,

no busco venganzas, ni un sufrimiento.


No soy la mujer que todos prefieren,

y no, no preocupa, si no se pretende.

no voy a ajustarme a modas extrañas,

no impongo, no obstruyo, ni corto las alas.


Disfrutó en silencio de cosas sencillas,

de mucha carencia, encontré salidas.

No acepto sobornos, no caigo en la trampa,

protejo en lealtad... por la paz de mi alma.


Norma.

martes, 22 de julio de 2025

Digna



 Sin filtro, es así, la vida me aprieta, 

me pide templanza, valor... entereza.

¡Ya no pidan tanto! Seré lo que pueda,

ambiguas las pistas, mí mente se niega.


Ya no aguanto más tanta introspectiva,

reflexionó, acepto, me mantengo digna,

bártulos pesados, esquivo... me habitan,

reconstruyó, invento, se rompe, se agita.


Y no es el cuerpo el que está cansado,

se mantiene fiel, sostiene escenarios,

la lucha y recicla.. se da sin dudarlo,

pero se entristece, llora... y va callando.


¡Tantos requisitos! Cansada de tanto,

porque algo me dice que no ceda en vano.

Porque ya no quiero ganar o guardarlo,

y si hoy no estoy... seguirá girando.


El tiempo retumba fuerte en mí cerebro,

pero alguien piensa que todo es eterno.

Yo elijo si quiero perder mis momentos,

O giro la llave y abro algo nuevo.


Algo va diciendo que siga el proceso,

que es lento, tranquilo, cómo un gran desierto.

Que debo quererme y no atarme a nada,

que vaya y que me quede... ¡Qué no digan nada!


Todo es como el aire, sin cuerpo, sin habla,

sin pies que caminen, neblina, distancia.

Ya no entenderé lo que hoy presumo,

la verdad sin  tacto, será un nuevo nudo.


No quiero ser cruel, busco el equilibrio,

seré prioridad... ¡Tanto he permitido!

Hoy no será así, pero soy la misma,

sostengo valores que me hacen más digna.


Norma.




martes, 15 de julio de 2025

Un guiño del cielo

 

                                                             https://youtu.be/gaGz4Lig9Gg

Hoy no iba a escribir... es inevitable,

un guiño del cielo... es inexplicable.

El poema perdido, no podía encontrarlo,

¡Tanto lo busqué!.. estaba eclipsado.


Algún día pensé que lo había borrado,

no podía creer que no habría de hallarlo.

Una vez me dije, si lo leo... ¿Regresa?

y hoy lo encontré... ¿Será que es la huella?


Parece banal, la búsqueda férrea,

pero, me marcó, me inclinó la escena.

No puedo expresar lo que representa,

ni yo lo concibo, lo guarde con fuerza.


Le pedí al cielo que fuera el suspiro,

que llevan los ojos que lo habían sentido.

Le pedí que marque el fin de un martirio,

y cuando lo vi... me movió hasta el piso.


Lágrimas brotaron... no, no estaba triste,

algo se aflojo, vino a redimirme.

Y llegué a pensar que no pasaría,

lo busqué por años... no lo encontraría.


Cadencia sublime que late en las venas,

no se por qué ahora ¿Algo se revela?

Aún no lo creo, fulmina el impacto,

no son solo letras, es arte elevado.


Tal vez, alguien diga, que suena bonito,

vocablo atinado... ¡Tan fuerte y tan mío!

Si fue reservado para este momento,

tendré que pensar que es portal abierto.


Imposible es ver, para quien no siente,

es mágico, es luz... es llave viviente.

Es la gota tibia que rompe montañas,

es amor en verso... enamora el alma.


Norma. 


domingo, 13 de julio de 2025

¿Y si es fantasía?

                                                           https://youtu.be/rkQZufOFQ6c

 Hay momentos, en que no te mueves,

no sabes que pasa, no quieres perderte.

Algo es inestable, molesta, se altera,

el pulso pausado, no habla... no cierra.


Sin saber que hacer, finges ser de piedra,

no abres, no evitas, no tomas, ni entregas.

Y te vuelves cuadro, que observa y respira,

¿Y si rompes algo?.. ¿Y si es fantasía?


Con la calma frágil trepada a los hombros,

sabes que no sabes... y cierras los ojos.

Péndulo de fe... el trabajo aguarda,

tal vez,  si no mueves, no rompes ni dañas.


Y pides al cielo que haga lo suyo,

porque ya no entiendes si eso es orgullo,

si es tierra firme... o es solo un absurdo,

si solo es un juego, o un lazo profundo.


Y lo piensas tanto... esta vez, le toca.

no hay hipocresías, ni status, ni honra.

Estas muy cansada de no entender nada,

se acumulan años, se alejan miradas.


Y esperan que vuelvas, por amor al arte,

cuando no hay cimiento, ni llega el alcance.

Y esperabas solo palabras sinceras,

pero no hay arribo, ni puerto... ni estrellas.


Norma

martes, 8 de julio de 2025

A PESAR DE TODO... Capítulo 5 "Nada volvería a ser igual"



 Con el último mueble subido al camión de mudanzas y los pasajes de tren, al menos para mí, solo de ida, la vida me esperaba con innumerables desafíos y obstáculos. 

 Deberían inventarse diferentes maneras de provocar el crecimiento, porque todo me asustaba tanto, que llegué a experimentar síntomas, hoy bien definidos, atendidos y respetados, por lo que supone, pero en esos años y contexto, eran apenas considerados o reprimidos. Ese sudor frío, el corazón palpitando sin control, o la sensación de estar muriendo, pánico a los lugares con mucha gente, o la sensación extrema de querer ser invisible, por la vergüenza que suponía el solo intento de respirar. 

 Recuerdo, que llegamos de noche, me sorprendió el tono verde de los semáforos, era como más azulado creo.

Pasamos unos días en el departamento de la única tía que vivía en capital, con su familia. No recuerdo bien, porque debimos considerar ese paréntesis, pero, nos quedamos con mi madre unos siete o diez días. Ella vivía con su marido y sus hijos, en amplio departamento sobre Carlos Pellegrini. Según mi madre, el edificio fue demolido con los años.

 Después de este hospedaje intermedio, fuimos con mi padre, a ocupar la casa que habitaríamos por casi tres años, sobre la calle San Blas, en Villa del Parque. 

Mi madre, me anotó en un colegio que se encontraba a tres cuadras de mi casa. Solo era de educación primaria y por cuestiones de poca afluencia de alumnos, supongo, solo distaba clases en turno mañana.

La escuela N° 7, me devolvió la alegría de volver a quinto A, ya que en B, no había nenas, eran todos varones.

 Nunca olvidaría mi primer día de clases, al menos, lo que sentí en el patio, y que reviví unos treinta años después, cuando acudí a una convocatoria de ex alumnos. En un momento, me sentí esa nena una vez más. La única opción después de más de una hora, fue huir de ese lugar, porque las lágrimas brotaban sin poder evitarlo y en esa noche de invierno y soledad, terminé llorando en el andén de la estación de tren, que me llevaba de vuelta a casa. Entonces, mi hija me llamó, le expliqué que estaba volviendo y como era tarde, su papá, del que me había separado hacía muy poco, me fue a buscar y me llevó a casa, pero, tardé varios días en recuperarme de lo que sentí esa noche.

 Ese primer día de clases, con el año ya empezado, extrañando a mis compañeros y sin poder comprender, porque nadie me hablaba y solo las chicas, me miraban, conversaban y se reían. Yo solo quería que la tierra me tragara o salir corriendo y ya no volver. En el último recreo, una compañera se acercó, y me contó, que las otras nenas, se reían de mí, porque mi guardapolvo estaba muy corto, y eso había pasado de moda. Entendí que no era su culpa, que alguien les había enseñado a juzgar a las personas por como vestían.

 No tengo muchos recuerdos de ese año, solo que la señorita Asunción se jubilaba y que un día, debido a la emoción con la que nos contó varios pasajes de la vida de San Martín, uno de los chicos, le preguntó si lo había conocido y obvio, después todo fue risas.

En poco tiempo, y no recuerdo como, empecé a hablar mucho en casa de un compañerito que me parecía lindo, pero lo más probable es que me atrajera mucho su personalidad, porque hasta que llegamos a séptimo grado y tuvimos que separarnos, no hubo nadie que lo superara. Diría que a lo largo de esos años, era como parte de mi familia. Cuando no lo veía, le preguntaba a mi madre o a mi hermana, qué estaría haciendo y ellas se reían y contestaban algo que sabían que me iba a fastidiar. Tan insistente era, que hasta le hablé de él a algunas de mis tías y a mi tío Jorge, que vivía en el campo, y nos llevábamos muy bien.

 Ese año, comencé catequesis en la parroquia de la zona, porque cuando quise hacerlo en Mar del Plata, me enfermé de paperas. En un principio, me acompañaban hasta la parroquia, y después, me hice amiga de una compañera, que usaba un ponchito muy bonito y me pasaba a buscar, para ir juntas dos veces por semana. Los domingos... a misa. Nos habían dicho que era pecado mortal no asistir a misa y me lo tomé tan en serio, que, como no faltaba nunca, mi catequista, me dio la libreta rosa de las nenas y la celeste de los varones, para tomarles asistencia a la salida. Pero, el momento esperado, era cuando, antes de irnos a casa, ensayábamos las canciones que se cantábamos durante la misa.

 Después de dos años de catequesis, tomamos la primera Comunión y la señorita Asunción nos regaló, a unas compañeras y a mí, una pequeña imagen de la virgen que conservé por años. Mi madre me hizo el vestido y la canastita y la señora, dueña de la casa que alquilábamos, me prestó una mantilla para la cabeza, que había traído de su pueblo de España.

Quinto grado, pasó sin pena ni gloria, pero, debería disculparme con el chico que me dejaba todos los días regalitos y que mi madre me prohibió conservarlos, porque él estaba en séptimo grado... ¡Una ridiculez! Las chicas me decían que saliera con él, que era lindo, y yo me moría de vergüenza, pero, si algún día se entera... ¡Perdón!

 En las vacaciones de verano, mi tía Luisa me vino a buscar, pero, a mi tío Tito, le llegaron los pasajes gratuitos anuales, fruto de haber trabajado en el ferrocarril hasta su jubilación, cuando todavía eran ingleses. 

Todos los años, mis tíos aprovechaban los pasajes, para viajar a las Termas de río hondo, por la artrosis de mi tío. Cada vez, que este beneficio coincidía con mi estadía en su casa, me llevaban a casa de otros tíos, porque solo se ausentaban una semana. En esta ocasión, mi tía, me llevó al campo, a casa de mi tía Anita y mi tío Jorge. Creo que la situación fue bastante incómoda, porque tenían todo listo para viajar al día siguiente a Junín y disfrutar de unas vacaciones en el balneario. 

Temprano, cargaron todo en el Rastrojero, y partimos en una hermosa mañana de sol. Por el camino, cantamos, con mi tío, canciones del folclore, que había aprendido en el colegio y finalmente, llegamos como al mediodía. 

 Mi tía, era muy sociable, y fácilmente, entabló una amistad, con un matrimonio, que acampaba muy cerquita del lugar que ellos eligieron para asentarse. La familia con la que nos íbamos a relacionar los diez días de vacaciones, se componía de dos chicas y un hermano más chico. Casi siempre, cenábamos juntos y la incomodidad comenzaba cuando mi tía quería aparentar, que su matrimonio era ideal, y exageraba tanto, que mi tío terminaba fastidiado... yo quería desaparecer, no estaba acostumbrada a esas escenas.

 Los recuerdos más bonitos, son de los atardeceres sobre la laguna, las largas caminatas, las horas que les dedicábamos a las hamacas, y cada tanto, un heladito. 

 Mucha gente decía que me preparé, porque a pesar de mis diez años, todo indicaba, que podría "hacerme señorita", al menos, así se expresaban las señoras antes. Una tarde, mis tíos se fueron a comprar algo y yo preferí quedarme, mientras escuchaba música, y así sucedió lo pronosticado, pero estaba tan advertida, que no me asusté, solo esperé que volviera mi tía para contarle, pero ella insistía que si tenía que decirle algo, podía hacerlo frente a mi tío, y bueno, me angustié y terminé llorando, pero ella lo justificó, diciendo que yo me había asustado.

Comencé sexto grado, cuando mi madre ya trabajaba en la panadería de constitución, que era de mis tíos y un socio. La mamá de una compañera, me acompañaba hasta la esquina de casa, porque le quedaba de paso y mi madre, le había pedido ese favor.

 El año, comenzó con tres maestros y todo se veía más complicado, pero, recuerdo haber reforzado mi imaginación con los libros de lectura, quedé fascinada con los "Cuentos de la Alambra", aunque no recuerdo bien el por qué. 

 Hicimos excursiones a la rural, a Frigor y supongo que alguna otra, pero no recuerdo. Las clases de música, eran intervenidas por el maestro de sociales, que evidentemente, tenía cierta vocación truncada por los coros.

 La pesadilla por excelencia, eran las clases de educación física, porque no me gusta competir, y porque no tenía una base. Lo que nadie imaginaba, es que en Mar del Plata, solo tenían clases opcionales de esta materia, los chicos de séptimo grado.

 Y el profesor parando la clase, para que mi saque de vóley pase la red, y parando el juego para preguntarme que suponía yo que debía hacer con la pelota, jugando pelota al cesto... ¿En verdad quería saberlo? Yo le contestaba que no sabía, pero, la realidad, quería decirle que no me interesaba en absoluto. No era tan mala jugando al quemado, pero quería desaparecer, cuando me decía que era una princesita pensando en mi príncipe azul... y  lo decía en voz alta y desde lejos... y tenía razón.

Todavía no entiendo el por qué, de la frase que me dijo un maestro, un día que se enojó con el curso entero, "la verdad, es que, de usted nunca lo hubiera esperado"... (Antes, nos trataban del usted) y yo me preguntaba, mientras me ponía colorada... ¿Y de los demás sí?

 Yo me sentaba con un compañero que se llamaba Salomón, amigo de mi chico favorito. Ellos eran amigos y se potenciaban estando juntos, eran muy divertidos. Tengo un recuerdo muy dulce, muy bonito de esos momentos, de risas interminables y mucha luz. Solía pensar que era el único motivo, por el que madrugar e ir al colegio tenía un sentido.  

 Y llegó el último año de primaria, el maestro de sociales, era abogado, y nos dejó un mínimo paseíto por la constitución, por los juicios, por los debates, y la frase "Para que sea justo, por cada derecho... una obligación"

 En los recreos, las chicas hablábamos de los capítulos de "Piel naranja",  "Señorita maestra" o jugábamos a esos juegos golpeando las manos, los varones repetían situaciones graciosas de "El chavo" y de vez en cuando, alguno decía algo de la "Pantera rosa" o "El inspector", pero, juraban que ya no veían dibujitos.

 Yo tenía una obsesión por volverme invisible y estaba contenta con mi pelo, porque hacía unos años que ya podía cuidármelo sola, y lo tenía largo hasta la cintura.

 Para los actos del colegio, teníamos al libretista estrella, un compañero que se desvivía por obtener las mejores notas, y competía con otra compañera que compartía el mismo objetivo. Además, teníamos al protagonista indiscutido, encarnando papeles de la talla de San  Martín, Sarmiento... y más. Siempre primero en levantar la mano, a la hora de pedir voluntarios para subir al escenario. No solo eso, la profe de música le daba el bombo, si cantábamos folclore. Era el mejor en educación física, pude verlo haciendo exhibiciones de su destreza en cajón y siempre capitán de su equipo. Y no, no tenía las mejores notas, pero no le hacía falta, creo, que había nacido con la habilidad de acomodarse a todas las situaciones y tenía el don del habla... verso, digamos. Y por curioso que parezca, no eran todas esas virtudes las que más me fascinaban de él, era esa luz, esa alegría, su agilidad en los movimientos y que además, era bueno, incluso conmigo.

 Séptimo grado, nos despedía de esa etapa, tan dulce a la distancia, pero tan complicada para mí. 

"La prueba del silencio", era el castigo para buchones y malos compañeros, a los que nadie les hablaba durante un tiempo pactado por el grupo, pero admito, que muchas veces, yo me saltaba esas reglas, por interpretarlas como muy crueles. En general, eso presuponía sumarse al castigo del compañero señalado, pero, por suerte, a mí se me perdonaban algunas cosas.

 Nunca jugué a "Verdad o consecuencia", porque no quería mentir, y mucho menos, algunas de las consecuencias que se elaboraban con un toque de malicia. Jugar a "La botellita", era básicamente inaceptable para mí. Se sumó a la lista, el desfilar para juntar plata para el viaje de egresados y sin duda, poder ir con mis compañeros a ese viaje en donde debía someterme a muchas situaciones a las que no estaba dispuesta, aunque, a la distancia, se vean muy inofensivas. 

De todas formas, de ese viaje de egresados, se formaron unas tres parejitas. El año era 1976, pero imagino que con el tiempo, esos mismos chicos, lo vieron mal en sus hijos.

Durante el año, cada uno, tenía un papel a la hora de leer obras de teatro, como "Las de barranco", y creo que era una excelente manera de presentar estos clásicos.

 Ese año fue particular, me busqué una mesita, en la fila contra la pared y mi amiga se sentaba en la fila de al lado. 

 Lo gracioso y algo complicado, era que como cuando mandábamos mensajes escritos, para comunicarte con otro compañero, en momentos que no se podía hablar, alguien podía interceptarlos y terminaba enterándose todo el curso, de tu comentario o comunicación privada. Por lo tanto, inventamos con mi compañera, un código secreto, para escribir y descifrar cada mensaje. 

También, los maestros proponían enviar una cartita como "amigo invisible", y finalmente, podía descubrirse al responsable del misterioso mensaje.

Dé atrás hacia adelante, se sentaba un compañero bastante molesto, en medio quedaba yo y delante de mí, el chico que parece ser el nudo de este relato... y tal vez lo sea. 

A pesar de mi extrema timidez, me divertía mucho todo lo que hacía. El solo hecho de acomodar mi carpeta en mi mesita, daba comienzo a un ritual, en donde el objetivo, era sacar su brazo de mi espacio, lo que comenzaba con un ¡Permiso!, seguía con un ¿Me dejás poner la carpeta, por favor?, a un desesperado ¡Te corres nene! y todo terminaba cuando le empujaba el brazo con mi carpeta. Él, se reía y no me miraba, yo presuponía que sabía que me gustaba y hacerme enojar lo divertía. Con el tiempo, el desafío era poder pasar por el pasillo cuando terminaba la clase y era imposible pasar por otro lado, porque todos se dirigían al patio para ir a formar fila. Los reclamos para pedir espacio, eran los mismos, comenzaba en tono suave, seguía en tono desesperado y finalmente, solo podía pasar por la fuerza, pero era difícil, porque él era mucho más alto que yo. Su bloqueo era de espaldas, como si ignorara que yo estaba ahí y siempre sonriendo con picardía. Y si, a mi también me causaba gracia, pero cuando habían pasado unas horas, porque en el momento, rompía por completo mi mundo pasivo e invisible. En una ocasión, tres compañeros le pedían que me dejara pasar y no tuvieron éxito, pero como siempre terminaba eso, lo empujé y me fui sin mirar atrás, deseando saber el truco del escape detrás de la cortina de humo... es que nunca fue un compañero mas. 

 Y así, llegaron los últimos días de clase, con el permiso de escuchar música en las horas libres, con un juicio, para castigar a los culpables de haber tirado pan en el cesto de basura y yo disimulando mis ganas de aplaudir, cuando él cantaba viejos temas de los Beatles.

Esas fotos de fin de año, con mi enojo, porque mi madre no se pidió el día para venirme a verme, con la tristeza de dejar una vez más todo lo conocido y la probabilidad de ya no volverlos a ver.

 

 

  

lunes, 7 de julio de 2025

Con más respeto

 

                                                              https://youtu.be/CBTiI-52IuQ

Hoy puedo ser tan blanca, como un lirio,

se esfuman los rencores y el mal juicio.

Me altera la verdad de trazo herrado,

no soy reo ni juez... solo un humano.


Te dicen que seas fuerte y vulnerable,

te piden desapego y no ser lastre,

y cuando no lo pides... ¡Manifiesta!

Y cuando al fin renuncies, se revela.


Las voces y esa extraña moraleja,

la fábula de ser lo que se espera.

No importa lo que digan... si son hierbas,

pero cultivo rosas... ¡Y en mi tierra!


Hipnótico portal de sol clareando,

de rojos, de amarillo... anaranjado.

De sueños sin vivir, muy resguardados,

perfume natural... flores del campo.


Un cielo, de traslúcida belleza.

los pies, ahora descalzos, dejan huellas.

Reírse porque sí, sin una excusa,

tibieza en la coherencia sin premura.


La planta en su raíz, el hombre al mundo,

abrir y oxigenarse en lo profundo.

La sola voluntad... con más respeto,

la sólida palabra... fuego ardiendo.


Un amplio manantial en piedra y musgo,

milagros de creación, bello refugio.

La extensa dignidad de mano abierta,

guerreros en la luz de paz y siembra. 

sábado, 28 de junio de 2025

Pero, habló la niña

                                              https://www.youtube.com/watch?v=2kZDDoEr69g
Y será otro invierno, de viento y de frío,

y serán mis ojos buscando el camino.

Y será la luz vibrando en tormenta,

y será esta vez, sin guante de seda.


Y será más neutra, la mirada abierta,

o serán mis pies, temblando en la tierra.

Si bien es verdad, que abrazo a distancia,

quisiera confiar... la luz, no es falacia.


Y me dijo no, no en el primer día,

sonreí y pensé... ¿Quién lo decidía?

¿Entonces no sirve todo lo que he hecho?

Explicame vos... porque yo no entiendo.


Lindo fue saber, que fui reservada,

bonita palabra que ya ni esperaba.

Recuerdo inocente, que guardé por años,

se abrió sin los filtros, no pude evitarlo.


Todo fue sorpresa, orgullo... alegría,

pensé como grande, pero habló la niña.

Y empecé a contarle lo que no quería,

declaré verdades... y me arrepentía.


Y rompí cadenas, mi miedo... su calma,

ilustró poesías con nombre y espalda.

Todo era confuso... releía la carta,

mostró otro perfil... y sí que dudaba.


Y yo no creí su fiel mascarada,

¿Pero qué diría? Solo era su aliada.

Amé cada letra lejos del destierro,

¡Tanta luz dorada perdida en el viento!


No hubo coherencia con lo que veía,

era más que errores, pesimismo, huida.

Yo veía talento, calidez e ingenio,

perfecto, ideal, brillando muy lejos.


Y después sentí, realidad... crudeza,

y me dije no... fuiste muy ingenua.

No me juzgo ahora, fui verdad sin tregua,

traslúcida, amplia... en frases completas.


Volví sin querer... ¿Por qué volvería?

no tuve un espacio, ni fotografías.

Me dolió el retrato, sonreí en canciones,

vacié mis bolsillos, reprimí emociones.


Y estaba ahí, en sol de verano,

otoños e inviernos... muy mío y extraño.

Tal vez, fue ese sueño, en donde fue anclado,

tal vez, el perfume, que entonces creamos.


Y que sean los ojos contado la historia,

y que sea razón... y que sea victoria.

Y que sea por fin, con manos abiertas,

y que sea tan claro, que nada se pierda.


De huracán y rosas, intenso y profundo,

de magia y abrazo, ampliando este mundo.

De calma y sonrisas, bajo las estrellas,

y de las almas libres rompiendo barreras.


Norma.