me centro en repararme... mí tarea.
No busco fantasías... solo existen,
yo dejo que me alcancen, si percisten.
No espero que me salven... ni lo pido,
soy siempre agradecida cuando es visto.
Yo le agradezco al cielo despejado,
yo le agradezco al sol por ser milagro.
No sé, si alguien me entiende... no pretendo,
yo sé que he causado desconcierto.
Yo veo ese respeto en sus miradas,
o si no han entendido... es desconfianza.
Yo sé, que no se entiende mí firmeza,
mí lucha de ideales sin banderas.
Lo sé, si que lo sé, pocos se quedan,
es duro, aventurarse en lo que pesa.
No tengo la intención de ser intensa,
eso es parte de mí... lo llevo a cuestas.
No puedo en expresión, ser tan sincera,
asusta mí optimismo... desespera.
Tal vez, no se vivir como otros piensan,
el tiempo es mí dolor, me causa pena.
Percibo ese rechazo disfrazado,
que es mucha información... que no interesa.
Respeto otro pensar... es lo que suma,
aprendí a estar muy sola en la comuna.
Mis sueños son de paz, amor y encanto,
pero yo sé y soy consciente... esto es raro.
Me paro siempre erguida, sé que puedo,
me lo enseñó la vida con sus retos.
Algunos me tildaron de soberbia,
no importa, no es verdad, ya no están cerca.
Aquellos que me cuidan, me protegen,
me ven la presa fácil... a eso temen.
Y sí, pude haber sido muy ingenua,
pero tengo mucha vida y no fue buena.
Yo sigo siendo así... sigo aprendiendo,
no sé cómo soñar, ya no sé hacerlo.
No creo fantasías... no estoy rota
mí historia es realidad... de esas que mojan.
Norma.