traductor

lunes, 25 de agosto de 2025

A veces...

 


A veces, permanezco anestesiada,

sin sueños, sin razones... sin palabras.

A veces, soy sonrisa en Primavera,

a veces, soy llovizna que se drena.


A veces, la ilusión viene corriendo,

trayéndome finales y comienzos.

A veces, vivo un cuento muy extraño,

y yo no sé que hacer con lo que extraño.


A veces, es real, otras... lo dudo,

abrazo la palabra entre mis muros.

A veces, pensamientos me delatan,

dialogo en un silencio con el alma.


A veces, soy muy niña, e inocente,

o, soy esa experiencia más prudente.

A veces, soy nostalgia desplegada,

o el fuego en la vehemencia desatada.


A veces, soy constancia con paciencia,

no puedo ser neutral... o indiferencia.

A veces, río sola... es picardía,

o, soy la que relata en la poesía.


A veces, el reloj no hace ni ruido,

y dice que no importa... es positivo.

A veces, soy el diálogo en presente,

y sé, que es más difícil por lo ausente.


A veces digo, soy muy distraída,

y llega lo que irradia, lo que inspira.

A veces, soy amor que no se explica,

respiro mi lealtad, para ser digna.


A veces, me cuestiono lo que siento,

un reto a mi motivo más correcto.

A veces, vuelo alto, toco estrellas,

no quiero discernir... quiero certezas.


A veces, es sí, no importa nada,

y a solas me abrazo en esa calma.

A veces, yo no sé que me ha pasado,

elijo el perdón cuando hubo daño.


Norma.





Norma.




domingo, 17 de agosto de 2025

La novela


 Si yo te contara, que nunca regreso, no me lo creerías,

pero así y todo, no pude evitarlo... yo no decidía.

No es que no quisiera, no tuve la opción... había elegido,

pero me salvo, la pausa, el después... lo que había dolido.


Fueron esas noches, de dudas y llanto... era la llovizna,

fueron esos días, de ilusión y encanto, porque el sol salía.

Fue ese silencio, que obligó a mi alma a mirar dolida,

fue esa distancia, que odié con la fuerza de una partida.


Y pelee con todo lo que me calló... porque no debía,

y me dije ¡No!, no quiero sufrir, y nadie me obliga.

Y dije ¿Será, que la inspiración solo son las pistas?

y leía mis letras como un mapa raro que no conocía.


¿Cuándo escribí eso? No lo recordaba, pero aparecía,

decía que él, y luego dudaba... después me elegía.

Quise compartirlo y no me dejó ¿Quién lo creería?

y esa señora que me acompañó... ¿Cómo lo sabía?


¡Esta es la novela más loca y extraña! No lo contaría,

y tragué palabras y fingí templanza, cuando me partía.

Y dije, ¡Me voy! ¿Quiénes se han creído? No haré la fila.

Pude hacer intentos, pero... ¿De qué sirve la estrofa fría?


Y el intento vano, de aclarar la mente, más me confundía,

solo el corazón, recordó verdades...  y me retenía.

Perdí la confianza en mis elecciones... ¡Muy equivocadas!

entonces pensé, que me ilusioné y que deliraba.


Me enojé con todo, defendí mi paz, la que merecía,

pero me costó, elevar la fe, buscar mi energía,

porque yo no puedo abrirte los brazos sin esa alegría,

porque al fin estoy, amando en ternura, sin la garantía.


Porque yo no sé, qué vendrá mañana ¿Será la poesía?,

porque aún sin pensar si sería posible, allí se escribía.

Porque ya no sé que tiene el destino, prometió cosecha,

entonces, espero la fruta madura, por la buena siembra.


Mi vida es discreta, pocos me conocen, pero soy intensa,

y si, me complica, pero es mi interior... mi naturaleza.

No quiero exhibirme, que vean de mi, aquello que quieran,

no me subo al tren que se suben todos por las apariencias.


Norma. 

miércoles, 13 de agosto de 2025

¿Quién ama el silencio?



El silencio es paz, solo si es la pausa,

pero es agonía, cuando al fin se arraiga,

cuando se hace enorme y pinta un desierto,

con los tonos fríos, con noches... con tiempo.


Después del agobio que vivó el silencio,

se siente esa nada... la apuesta del ego.

El silencios en tramos, puede ser acierto,

pero, prolongado, nunca ha sido bueno.


Puede ser prudencia, tal vez, sea respeto,

pero, no te fíes... puede ser muy cruento.

¿Qué le pasa al hombre que tan solo aguarda?.

Dice y se desdice... reprocha y se marcha.


Cuando alguien confía, y repite pasos,

¿Qué espera encontrar? ¿Otro resultado?

Volverá a incurrir en el bucle eterno,

castillos de arena que devora el viento.


Un suicidio al fin... muerte de esperanzas,

cayendo al vacío, por la misma rampa.

La rama encendida que no fue fogata,

sin esa reunión de noche estrellada.


Donde no hubo un eco de risa inocente,

donde alguien no abrió... priorizó su mente.

Esas vanidades y prejuicios huecos,

los años negados, mentiras... destierros.


¿Quién ama el silencio? ¿Por qué lo querría?

No, no fue importante para esa herida,

no pedía más tiempo para que sanara,

solo fue observar, sin querer, y... ¡Nada!


Caminé descalza sobre las esquirlas,

palabras hermosas que ni prometían,

y  fluían rotas... en pulsos prohibidos,

esperando a cambio, fiel lealtad... alivio.


Creo que lo supe... preferí esa intriga,

pero Dios me trajo... y me abrió la herida,

limpiando mis dudas con un llanto amargo,

las noches en vela... plazos vulnerados.


¿Pregunto por qué?¿Era necesario?

¿Por qué revivirme sobre ese escenario?

¿Para ver que no era como yo creía?

Y que fui humillada, creyeron  mentiras.


Y yo, que creí sacra , esa unión lograda,

con cimientos fuertes... pureza de infancia.

Que me sentí tonta por tanta insistencia,

que jamás lo haría... excepción primera.


Y aguanté tormentas de adiós y regresos,

y dolió el: mentí, te ignoré,  no puedo.

No importa, lo vi, lo supe, fue un riesgo,

pero, paso a paso quise sostenerlo.


Lo he leído todo, excusas... poesías,

debo apuntalarme... volver a mi vida.

Saber que di todo... porque lo quería,

construiré un espacio de sol y alegría.


Norma.





  



 





 

miércoles, 6 de agosto de 2025

Que nadie me cuente

                                                         https://youtu.be/9GqEAiCAXAI
 A veces, quisiera ser la justiciera,

esa, que se enoja, y todo lo altera,

esa, que ha sacado toda la basura,

narcisos perversos... miradas oscuras.


A veces quisiera, no ser respetuosa,

sacudirlo todo... quitar lo que sobra.

Decirle a ese hombre, que no pasa nada,

que guarde un tsunami dentro de su manga.


A veces quisiera, que nada me importe,

 decirle a quien sueña, que no soy soporte.

Que nadie me cuente de historias prohibidas,

¡Porque ya no aguanto tanta hipocresía!


No quiero recuerdos, vagando en mi mente,

no quiero una vida donde haya ausentes.

Que no haya nostalgia por horas perdidas,

esa, que se muestre con mucha hidalguía.


A veces, el cielo, me empuja con prisa,

¡No escuches! Son flores y palabras lindas.

Pero, no hay valientes en "Mi noche triste",

no dice en su letra, por qué la perdiste.


Sí, he dedicado cientos de poesías,

y ya no hable más, porque no debía.

Y fue condición, no mover ni un dedo,

que sean acciones... que hablen los hechos.


A veces, lo veo... y siento impotencia,

no cultivas rosas, para nunca verlas.

A veces, no quiero ser tan silenciosa,

decir... ¿Qué te pasa?¿Qué haces ahora?


Y después, me calmo... no decido todo,

pero siempre extraño el brillo en sus ojos.

Y de pronto, todo se vuelve sonrisa,

se cruza esa escena que fue divertida.


¡Y qué confusión! es un laberinto,

muchas emociones sin llegar al piso.

Y no quiero el frío que duele en mis manos,

ni esperar el tiempo que sea adecuado.


A veces, la vida me pide templanza,

es como una ruta, donde nadie avanza.

A veces, me siento en un laberinto,

tal vez, lo soñé... no entiendo que vivo.


Es un libro extraño, solo de poemas,

negado... y escrito para estar afuera.

Puertas clausuradas por ideología,

siento un gran vacío que lleno es poesía.


Norma.

sábado, 2 de agosto de 2025

Aprendí


Aprendí que el ego, la ambición y el hueco,

no será llenado, porque es agua al fuego.

Aprendí que el hombre falla en su justicia,

pero hay otro juez, y ese... no se esquiva.


Aprendí, que amor, es causa y materia,

es como el coraje, cruzando barreras.

Aprendí en silencios, quien está conmigo,

que si quiere bien... será bienvenido.


Aprendí que queda, la culpa extinguida,

cuando lo das todo, aunque nadie pida.

Aprendí que insisto, para no ir con dudas,

quien se fue corriendo, huye de su herida.


Aprendí a quererme, no admito maltrato,

y a decir que no... si no quiero darlo.

Aprendí que veo, con ojos cerrados,

más, que con mis ojos de cristal rosado.


Aprendí, que hay fuerza, en venas internas,

siempre el corazón, bombeando sin tregua.

Aprendí que el mundo, seguirá girando,

pero el tiempo es mío... y será honrado.


Aprendí, que abrazo solo a poca gente,

porque llega interno... donde ni pretenden.

Aprendí, que el justo, no se victimiza,

no absorbe tu luz... valora y te anima.


Aprendí, y no es poco lo que vi en miradas,

no des a cualquiera... solo a quien lo valga.

Aprendí, que naces como estrella inmensa,

descorre ese velo que oculta quien eras.


Norma.