Si el agua es el tiempo, y la copa es la vida,
¿Quién fracturó el cristal y me dreno sin medida?
Y fui yo, con mis dos manos, sin proteger mis heridas,
sin aprender que no existe, el final que pretendía.
Y no voy a decir gracias por la experiencia adquirida,
ni es que vea peldaños, para encontrar la salida.
Si es verdad que estos muros, son de lava endurecida,
de dolor y de impotencia, por estar enmudecida.
No es verdad que yo lo ignoro, y tal vez preferiría,
si es verdad que en silencio, se revelo la partida.
Lo lamento, ya no hay tiempo y me golpeó la ironía,
la desilusión es grande y los plazos... perspectivas.
La realidad es el viento, que abofetea en su huida,
es entender sin rostro, es pretender que existía.
Que el sol era una vela, atrapada sin salida,
y yo le ofrecí los años, que tal vez, ni merecía.
Lo admito, fui muy ingenua, hasta que cayó la ficha,
ahora no hay más misterio, fue lo que no quería.
No agradezco la enseñanza, no fue lo que yo pedía,
solo un puñado de errores y realidades nocivas.
Tal vez, si agradezco el hecho de romper con esa brida,
y ahora, que decida el cielo qué acontece y qué se activa.
Y seguiré caminando, ya no espero una utopía,
y no soy la superada, que agradece la embestida.
Me doy permiso de ser, quien me defienda y me elija.
¡Ni se atrevan a insinuar algo que nunca abriga!
No quise lo que pasó... una historia sin malicia,
con amores retorcidos, a distancia... en codicia.
Y declaro por mi bien, no tolero la avaricia,
no necesito a nadie que me guarde en su desdicha,
que deje como opción, mientras regala y mezquina,
que sacrifique mi tiempo, por alargar la agonía.
¿Y quiénes se habrán creído los que no lo admitirían?
Los que ofrecieron banquetes y me dejaron las migas.
Los que han tomado todo, como si fuera un estigma,
y jerarquizan, y explican... sobre palabras vacías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.