Tanto y tanto ser... y ser muy poco,
juego sin saber a un juego tonto.
Amo lo que puedo, aún si es loco,
un intento audaz de darlo todo.
Giro, y soy la presa de otro esfuerzo,
busco una señal en cada intento.
Hago, y soy fugaz letra de un cuento...
cauta ante el error, resigno el cielo.
Guardo el corazón bajo una manta,
vuelvo a ser temor de otras miradas.
Calmo mi emoción... guardo su agua,
apenas veo luz... como en el alba.
Los brazos ya cansados, no claudican,
los gestos se disipan en lo incierto.
Las cartas en la mesa están marcadas,
no puedo rescatar algo concreto.
El peso esta en los hombros... invisible,
la fe, está en mi padre... aunque no viva.
La lagrima a los gritos, con grilletes,
un cuento de dolor que abre espinas.
Hormigas sobre mí... las podadoras,
esfuerzos por lograr... y lo devoran.
El círculo sin fin... un laberinto,
un salto de ese tren... hacia el abismo.
Norma Marchetti