Entre diagonales y giros del tiempos,
en paisajes vistos, en un curso abierto.
Camino las calles algo desoladas,
algunos no han visto quienes caminaban.
Tengo los recuerdos que pocos comparten,
y muchos se fueron.. terminó su viaje.
Sigo en el sendero, caminando a ritmo,
con el pulso firme, pensando distinto.
El mundo, escenarios sin un norte fijo,
como esos modelos erróneos, vacíos.
Rescato esa fuerza de la tierra madre,
que aún abraza al hombre, ciego y arrogante.
Nada es tan sencillo, ni ciega el acierto,
roto el cascarón, todo queda expuesto.
la certeza es frágil... de cristal perfecto,
mis ojos exploran el mudo asidero.
Ya no importa el traje que sea aprobado,
no importa si es justo, suelto o apropiado.
Traigo en los bolsillos saber e ignorancia,
lágrimas sin puerto, sonrisas sin ancla.
Ya no hay rencores oxidando el cuerpo,
solo habrá espacios de aire y encuentro.
La sabiduría, muta en acertijo...
veo con mis ojos... ¿Quién verá lo mismo?
Cuando era pequeña, mi espacio era todo,
pegué "no me olvides" en mi guardapolvo.
¡Tantos escenarios, en un par de estrofas!
No puedo contarlo... a nadie le importa.
Voy a estar ausente en la intermitencia,
momentos felices, neutros y tristezas.
Tengo mis cuadernos con falta de letras,
la hoja que he escrito, carece de fuerza.
Pasará este invierno, nacerán las flores,
este gris interno, hablará en colores.
No veo las huellas... estarán delante,
seré un giroscopio con su eje estable.
Norma.