traductor

lunes, 30 de junio de 2008



Tan solo estirar mis manos.

Frente a toda adversidad, en disímiles etapas,
de la mano por el mundo... soslayando ciertas trampas.
Un cristal que distorsiona nuestros diálogos fluidos,
y un lazo de amor mantiene los corazones unidos.

Como consagrado actor interpreta un hombre recio,
pero en su interior, se exhibe como en mis sueños.
Su abrazo es el refugio donde resguardo mi alma...
su mirada es un oasis en su carencia de calma.

Sus manos son paradigmas de esta única historia,
como momentos distantes que guardo en mi memoria.
Los retos sobrevinieron como consignas pactadas,
y uno a uno los sorteamos, aún sin ganar en nada.

Lo conocí una noche como asombroso designio,
el desencuentro y la angustia casi frustran el inicio.
Un baile de primavera propició nuestro reencuentro,
con un clavel en la mano... como el príncipe de un cuento.

Solo un hombre en mi vida... mi corazón en sus manos,
mis ilusiones confiadas y proyectos ofrendados.
Tan solo estirar mis manos y a oscuras encontrarte,
tan solo pensarte cerca para impedirme extrañarte.

Tan disímiles somos, como un témpano y la flama,
pero a veces tan lejanos como el llano y la montaña,
predecibles y fehacientes como el sol tras la tormenta,
y de tanto amanecer... todo contraste se pliega.

6/8/05

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.