traductor
lunes, 31 de diciembre de 2012
Espacio
Un espacio de sol...
la vuelta a casa,
una esfera de luz
que no se escapa.
Una porción de amor...
que es espera,
hasta encontrar el aire
que nunca llega.
Una cuota de fuerza...
esa sonrisa,
prendida de mi rostro
como su insignia.
Un silencio de a dos...
de madrugada,
guardando mi vehemencia,
por ser más cauta.
La distancia pautada...
un trago amargo,
ese frío en la espalda
tras el ocaso.
Un suspiro en la noche...
a las estrellas,
un puente el abismo
de historias huecas.
Un vuelo a ese espacio...
que se ciñe a mi alma,
sensible cordura...
para mi calma.
Norma Marchetti
31/12/12
domingo, 30 de diciembre de 2012
Promesas a mis ganas
En la amplitud azul de un nuevo cuadro,
en la colina gris de algún deseo,
en el derrame absurdo de mi arena...
en la ceguera propia de los necios.
Voy a despertar al nuevo sol en otro día,
en el espacio invertebrado de mi tiempo,
en el después de toda meta superada,
en un presente afortunado del comienzo.
Arribo a este quizás que es desafío,
en la disputa interna del intento,
en la apertura firme de mis alas...
en la veraz reforma que pretendo.
Estoy en el ardid de otra jugada,
en la respuesta austera... sin un eco,
en la expresión ambigua y mutilada,
en la versión distorsionada de mis versos.
Le agrego otro matiz a mi paisaje,
un marco descuadrado... verde intenso,
la suave melodía del abrazo...
promesas a mis ganas... en silencio.
Norma Marchetti
30/12/12
viernes, 28 de diciembre de 2012
El vacío
Voy a llenar el vacío
y ya no habrá nadie,
que corte mis alas...
que no sepa amarme.
Voy a llenar el vacío
con mis propios sueños,
ya no habrá un espacio
esperando un beso.
Voy a llenar el vacío
y no habrá una espera,
voy a ser tan libre
como el alma pueda.
Buscaré un sentido
a nuevas pisadas...
ya no habrá un vacío
pesando en mi calma.
Norma Marchetti
28/12/12
domingo, 23 de diciembre de 2012
Sombra de otro árbol
Estoy en la expresión del sentimiento,
un lapso sin final... enrarecido.
Estoy en la expresión de mis deseos,
prendidos al ritual de los latidos.
La senda es de final insospechado,
un salto en la ceguera del vacío,
un coro entre las voces más terrenas,
un pétalo en el viento suspendido.
La espera es el temor adolescente,
las manos aferradas a los muros.
El tiempo es el fantasma que demanda
subido al pedestal de los impulsos.
Un paso hacia adelante sobre el agua,
las bases insolventes y confusas,
los ojos absorbidos en presente,
mis manos solitarias sin cordura.
No voy a renunciar a esos sueños
que tuve desterrados de mis ganas,
no quiero ser la sombra de otro árbol...
si hoy tengo esa luz que ayer negaba.
Norma Marchetti
23/12/12
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Cuando nada cierra
Levanta los ojos
se yergue en la Tierra,
la savia del tiempo
se mezcla en sus venas.
Un silencio absurdo...
verdades a medias,
la magia... un abrazo
de piel y carencia.
Sensación extraña
que no se perturba,
realidad ambigua...
pasión y cordura.
Calendario a cuestas,
mochilas cargadas,
apertura al muelle
donde siempre atraca.
Se abren las manos...
y luego se cierran,
cautelosos pasos
que lentos se alternan.
Un cielo pintado
sin sol... sin tormenta,
la visión se abre
cuando nada cierra.
Norma Marchetti
12/12/12
No logra nivelarse.
Quiero atravesar mi noche...
recostarme en los recuerdos,
que se seque ese perfume,
que me humedece el cabello.
Mi Cruz del Sur en los hombros,
soportando otro destierro,
estampando otra utopía
en las sílabas de un verso.
Una balanza colgada
en la alborada del día,
que no logra nivelarse...
que no da una alternativa.
Con las promesas aisladas...
entre puntos suspensivos,
con la consciencia encallada
en las arenas del frío.
Norma Marchetti
12/12/12
martes, 11 de diciembre de 2012
Me voy...
voy a esperarme.
No quiero respirar...
no encuentro el aire.
Me voy a algún lugar,
espero afuera.
Me voy con el silencio
que me queda.
Mis brazos que se anudan
en mi espalda,
Mis sueños, que son nubes...
se desarman.
Cadenas de un amor...
que es susurro.
Encuadre incompresible...
como un yugo.
Un pálido horizonte...
que se altera.
Un tiempo de empezar...
en otra senda.
Mis huellas digitales...
en su espalda.
Hoy hago lo que puedo...
con mi calma.
Enfrento el desafío...
mi respeto.
Saber lo que yo ansío...
y lo que puedo.
Norma Marchetti
11/12/12
viernes, 7 de diciembre de 2012
Límites a la soberbia
Hoy recordaba que cuando era chiquita, le preguntaba a mi papá... ¿Por qué llueve tanto? y él, siempre me contestaba riéndose... "Es San Pedro que está baldeando el cielo" y como todos los chicos, mi imaginación hacía que esa respuesta se tradujera en una imagen... y esa imagen, ajustaba en el diámetro exacto de mi duda, cubriendo así mi curiosidad. Cuando tenía unos 9 años, estando en casa de una tía, llegó una enfermera a inyectarle una medicación a mi tío, que estaba enfermo. Cuando estaba por retirarse, se detuvo un momento a conversar con mi tía sobre enfermedades, síntomas y esos temas que suelen tocarse cuando se dan estas circunstancias. Recuerdo que yo escuchaba atentamente y me angustié, entonces le pregunté... -¿Por qué la gente tiene que sufrir?... y ella me contestó...-Por qué sino, la gente sería muy mala. Yo la quedé mirando un poco asustada, sin entender bien la relación entre el dolor y la antítesis de la maldad, entonces ella me explicó, que si nada nos doliera, no entenderíamos el dolor ajeno y que si supiéramos cuando íbamos a morir... haríamos cualquier cosa los últimos días, sin importar las consecuencias... que Dios era sabio en esto y no nos dejaba saberlo. Sin duda, esta explicación y otras tantas que se alinearon a lo largo de mi vida, formaron los cimientos de mi forma de actuar. Tal vez parezca que no existe relación entre el primer recuerdo y el segundo... pero sí la tiene. Más allá de cualquier connotación religiosa, o asociación a un poder de cualquier tipo de deidad, lo que es innegable, es que la naturaleza parece ensañarse en ocasiones... y todos sabemos que es indomable, incontenible e impredecible en ocasiones. El tema es... "¿Por qué?"... es perfectamente razonable y demostrable, que la desidia y los intereses mezquinos de los humanos, hacen estragos en el equilibrio natural... pero, también es una manera de poner límites a la soberbia humana, a la estupidez de imaginarnos todopoderosos... y el dolor, también nos recuerda que nadie esta exento del padecimiento y que el que sabe de que se trata... ya es consciente de lo que ocasiona al provocarlo en alguna persona o simplemente siendo indiferente al dolor ajeno. Finalmente, es sabido, que la muerte es parte de la vida, que no se puede predecir el momento y no hay soborno posible, ni fortuna que la detenga.
Después de tanta lluvia y en una mirada algo melancólica y reflexiva, podría decir, que nada se parece tanto a la definición de felicidad, como la paz interior... y ella viene de la mano de buenos sentimientos y de un sentido profundo de la ubicación dentro de un tiempo y espacio en el que la vida nos es dada, para cultivarla y disfrutarla, pero desde la humildad y la generosidad, entendiendo que "Quien no vive para servir, no sirve para vivir". Juan Bosch.
Rescatemos lo más lindo de cada persona...
Norma Marchetti
7/12/12
jueves, 6 de diciembre de 2012
Y la vida sigue...
Y la vida sigue... a pesar de todo,
después de ese llanto tatuado en los ojos,
después de los años.. de horas perdidas,
después de de la noche, regresa otro día.
Y la vida sigue... nada la detiene,
vuelve al equilibrio a ubicar pendientes,
vuelve la cordura a encausar los pasos,
vuelven los sentidos a aflorar sin daños.
Y la vida sigue... de eso se trata,
tan solo una larga cadena de causas,
tan solo el momento que pasa y no vuelve,
tan solo un futuro soñado en presente.
Y la vida sigue... restaura los daños,
le agrega matices, de oscuros a claros,
le agrega esa cura a la herida expuesta,
le agrega un sentido a soñar sin tregua.
Y la vida sigue... se abraza a la espalda,
de los gestos nobles que buscan mañana.
de los gestos tiernos que alivian el peso,
de los gestos dignos de algunos comienzos.
Norma Marchetti
6/12/12
domingo, 2 de diciembre de 2012
A la vuelta de la esquina
A la vuelta de la esquina,
mi pedido a las estrellas,
solo faltaba la alfombra
para amortiguar mis huellas.
A la vuelta de la esquina,
alguien me dejó el pedido,
un desafío impensado
sacudiendo mis sentidos.
Los zapatos de princesa
para olvidar mi cansancio,
un despliegue de promesas
de matiz inusitado.
Un portal a otro mundo...
esos ojos que sostienen,
un suspiro en el alivio...
sin relajar mi consciente.
A la vuelta de la esquina,
mi posición en alerta,
las dos manos extendidas
aplacando mi demencia.
A la vuelta de la esquina,
se despliegan escenarios,
me sorprende este presente
que me trae lo esperado.
A la vuelta de la esquina,
en esa curva forzada...
alguien me ofrece los ases
para ganar la jugada.
Norma Marchetti
2/12/12
sábado, 1 de diciembre de 2012
Soy mujer entera
Que Dios me proteja
sobre mis dos piernas,
que tiemblan mis manos
en la herida expuesta.
El desgarro interno...
miradas perdidas,
la cruz en la espalda
cuando no hay salida.
La mano extendida...
algún cuento de hadas,
en el cauto inicio
que a gritos reclama.
Y cierro mis ojos...
me voy desangrando,
no entiendo ese yugo
de amor desmembrado.
Y me enfrento al reto...
y al dolor punzante,
soy mujer entera
que no va a ocultarse.
Voy por mi revancha...
reclamo el derecho,
con la frente en alto...
y el pedido al cielo.
Norma Marchetti
1/12/12
miércoles, 28 de noviembre de 2012
Detrás de mi cara
Descorriendo el techo,
abriré ventanas,
cambiaré los muebles
de la vieja sala.
Hundiré mi espalda
sobre las corolas,
un suave sonido
me abraza en las sombras.
Las cartas mezcladas,
las palmas arriba,
elevo plegarias...
el cielo me abriga.
En letras extrañas
describo mi pulso,
que impulsa el arribo
de lo que no oculto.
Mis ojos abiertos
desmenuzan tramas,
alerta el sentido...
se abre en la pausa.
Escalera al borde...
asciendo con calma,
en pequeños tramos...
mis huellas lacradas.
Un paisaje ajeno
con puerta de entrada,
ofrece el futuro
una imagen plana.
Oídos atentos...
la escena alterada,
me guardo los ases
detrás de mi cara.
Todo lo perdido...
el amor... la trampa,
el instinto intacto...
voy hacia el mañana.
Norma Marchetti
28/11/12
domingo, 25 de noviembre de 2012
El pequeño cajón vacío
¿Quién no tiene un cajón vacío?... un espacio en esa geografía imposible de plasmar por medio de la cartografía... un espacio sin tiempo, guardado en el fondo destemplado de las sombras... una escena en desnivel, un castillo en el reloj de arena... la ausencia sin imagen, un lugar de reclamo enmudecido, un bolsillo sin abrir. Un laberinto sin salida, una ruta inexplorada, esa línea punteada en las vocales por completar... un cielo sin destellos... siempre azul, sin un matiz... el hueco oculto sin lugar para otra cosa.
Algunas veces, describo al corazón, como el lugar donde se guardan y protegen los sentimientos... los seres que impulsan nuestro ritmo cardíaco, una función no reconocida desde lo fisiológico, un sitio que lo seres sensibles le otorgamos dentro del cuerpo. Algunos lo describen como "una bomba muscular del tamaño de un puño, que hace circular la sangre por todo el cuerpo"... yo, en mi delirante y novelesca visión, lo describo como un habitáculo con varios cajoncitos, de diferentes tamaños... el de los padres, tiene capacidad para más de dos, porque algunos aman a sus padres del corazón o a quien cumpliera con esa abnegada tarea... el de los hijos, sin capacidad determinada, el de los amigos, que en ocasiones parece estar completo y en otras algo despoblado... y así, con cada persona que consigue penetrarnos esa capa dura de la piel... incluso los recuerdos, tiene lugares más o menos privilegiados, algunos se visualizan algo amarillentos en contraste con aquellos que aún parecen vivos... pero hay uno en especial, que es muy pequeñito, que alberga solo a una persona a la vez... porque cuando el sentimiento termina, pasa a otro compartimento... es el de ese compañero/a de vida, que nos impulsa, que nos desarma, que nos vulnera y revive. Es un cajoncito muy especial, que no tiene más capacidad que para una persona, aunque algunos pretendan hacer coexisistir a dos o más... y eso no es posible... en tal caso, todo funciona mal y alguno resulta dañado... o simplemente la gran incomodidad lo obliga a abandonar ese diminuto receptáculo. Duele, cuando acomodamos a alguien que no quiere permanecer y duele, incluso, en el vacío.
Algunos pueden no compartir mis ideas, pueden tildarme de idealista, etc. etc., pero a pesar de todo, soy lo que elijo... porque así lo quiero y amo lo que amo, porque así lo siento.
Cuando estrecho cajoncito queda vacío, por miedo al dolor o por abandono, solemos correr en busca de placebos, de amores diferentes, diversiones, distracciones de cualquier tipo, incluso perder la conciencia en adicciones absurdas, que en definitiva... nunca llenan ese abismos del pequeño cajón vacío. En resumen... nada ajusta en un lugar hecho a medida para la persona indicada y el silencio de la ausencia retumba en los oídos... cuando la música termina, el bullicio de otras voces se aplaca y el dolor se acentúa como punzada en el centro del impulso, marcando un soledad imperceptible, pero aguda y profundamente íntima.
Norma Marchetti
25/11/12
Me voy...
La sombra del dolor desgarra adentro,
un tiempo de morir en mi verdad,
un pacto con mis venas, desde el llanto,
un vínculo en vacío...con mi paz.
El precio del perdón a las ofensas,
un hálito de fe que va a quebrar,
tragándome la hiel de los desplantes...
me fui con ese abrazo a mi lugar.
Y vuelvo a claudicar en mis intentos,
la vida es un fragmento a transitar,
los fallos, me acobardan entre sombras...
le quitan a mi impulso de volar.
Me voy a acurrucar a ojos cerrados,
me quedo en este amor de dignidad,
el abrazo es a mis hijos, mis pilares,
me voy a recluir de la maldad.
Norma Marchetti
25/11/12
domingo, 18 de noviembre de 2012
En perspectiva
Busco en mi interior el aire escaso,
busco en la demencia la salida,
vuelvo a descansar sin un remanso,
voy siguiendo el son de una utopía.
Fijo el curso nuevo... en perspectiva,
busco posición entre dos faros,
calzo estos zapatos de osadía....
y un vestido azul... del cian, al claro.
Escucho algunas voces desde el viento,
prefiero discernir y ser más cauta,
le agrego algún matiz al pensamiento,
dibujo algunos sueños sin distancia.
La huella, es la que marco con mi nombre,
el tiempo, es pendular y acompasado,
la piel, es ese tacto con el mundo...
lo interno, es la vehemencia en lo que abrazo.
Norma Marchetti
18/11/12
Con paso lento
Otra prueba que me enfrenta...
otra afrenta en mi interior.
Un tiempo de asumir lo que no puedo...
un tiempo de sumar a mi favor.
Secuencias de la vida arraigadas,
cadenas que condenan la razón,
la lluvia que relaja mi impotencia...
templanza en la conciencia y el perdón.
Me pongo un antifaz y salgo al ruedo.
reclamo otro lugar para mi voz,
le resto a mis pisadas esas sombras,
encuentro plenitud en lo que soy.
Avanzo en la estrechez con paso lento,
le acerco a mi pupila otro color,
me niego a ese lugar que no me alberga...
camino introspectivo... al corazón.
Norma Marchetti
18/11/12
jueves, 15 de noviembre de 2012
El lado anverso
Me voy a despertar al son del viento,
despierto de mi voz sonidos nuevos.
La nota en el revés del calendario...
la escena como filo entre mis manos.
Un tiempo de esperar... de ojos abiertos,
el sueño que no fue... y el lado anverso.
La esquirla en el torrente de mis venas,
el lapso en la cordura que se niega.
La mano que se afianza sobre el pecho,
cubriendo al corazón... latido expuesto.
Los labios en sordina... y su misterio...
un salto en la atadura del regreso.
Norma Marchetti
15/11/12
Me llevo mariposas
Estalla la implosión
entre las sombras,
la dura nulidad...
que me desborda.
De tinta la emboscada...
y entre comas,
se quiebra en el desdén...
siembra congoja.
La absurda dilación...
y el verso trunco,
la esquela que quedó
fuera del rumbo.
La búsqueda imperiosa...
y el silencio,
la estéril realidad
de un sentimiento.
Visiones del después...
e intento nulo,
razones vapuleadas...
claroscuros.
Desgarro la atadura...
me libero,
me abrigo en este frío
tan complejo.
Reclama mi interior
el tibio abrazo,
se suelta el corazón...
se abre en gajos.
Prefiero dormitar...
mi mente escapa,
me guardo la pasión
que me desangra.
Y vuelve a repetir
la misma escena,
me acosa ese adiós
tras de la puerta.
Le dejo lo mejor...
me voy al alba,
me llevo mariposas
de su cama.
Norma Marchetti
1/11/12
domingo, 11 de noviembre de 2012
11 de Noviembre
Buenos Aires, 11 de noviembre de 2012, la mañana esta fresca y el sol no es más que una intermitencia de luz dorada que se insinúa tímido, bajo de ese manto agrisado que viste el cielo... Esta Primavera tan esperada, que ostenta sus bondades veraniegas y en sus intentos, recorre esos ensayos de Invierno... que no le cuadran y se asienta en un Otoño desteñido, desubicado y aburrido.
Esta mañana de silencio... de soledad elegida, de ambiguas sensaciones... de despedidas necesarias y proyectos obligados... para no morir ahogada en el hueco de la nada... en un lugar prestado que no necesito... en un volver sin sentido, a un espacio de sombra que nunca me correspondió... a un agónico respirar entrecortado cuando debo retener el aire en mis pulmones para los momentos en que se vuelve escaso y viciado.
Solo Dios sabe el dolor y precio que pagué por esta libertad de mochilas pesadas en mi columna y de piernas cansadas que jamás se detienen... solo Él, sabe que mis apuestas son a manos llenas... sin venganzas... asumiendo el riesgo de perderlo todo... porque la vida a medias, es esperar el tren en un anden y seguir allí parada, aún, cuando el tren cierra sus puertas y se va... es esperar el próximo, con las manos en los bolsillos y el coraje agusanado dentro del miedo, que genera la supuesta llegada del dolor. Y allí quedamos, con los ojos atentos al próximo arribo y los pies clavados sobre el cemento frío del gris andén, que no va a ninguna parte... que nunca se percata de nuestra presencia absurda... mientras las agujas del viejo reloj, giran en un solo sentido... silenciosas, incansables, inconmovibles... insobornables.
Por esta convicción de apostar al amor, claudico una y otra vez a la pereza y al egoísmo... y yo no sé como de ingenua suena esta declaración... la verdad... tampoco me importa! Yo soy esta persona que elegí ser hace muchos años... y me adapto... y acepto... y me rozo con un sistema que no condice con lo que siento... y sobrevivo... me rearmo... me reivindico.
Tengo la paz de intentarlo todo, sin pasar los límites... sin dañar... al menos, nunca en forma consciente. Tengo el amor que sembré, con el sacrificio de postergar lo secundario, para doblar mi espalda en la tierra y posponer lo superfluo... y no es queja... es entender que todo tiene un precio y que no tiene que ver con lo material... que la cosecha es acorde y proporcional a la siembra... y eso es todo.
De aquí en más... la vida, la oportunidad que me espera... los silencios que me aguardan... la felicidad que me corresponda... la dignidad sostenida... el coraje que me queda... los pies que me llevan en el cíclico ritmo de mi pulso... un sentido hacia adelante... aunque las lágrimas se deslicen o se insinúen sonrisas... cuando el abrazo sea al alma... o a los huesos revestidos de piel...
Todos somos únicos e irrepetibles... dejamos marcas indelebles... como tatuajes extraños, en las profundidades de un espacio inorgánico, pero que pesa y duele como la más desgarradora herida... o que nos endulza los recuerdos con la sonrisa que se instala sin aviso y esa inconmensurable ternura del abrazo, etéreo y distante... pero que se siente cálido y contenedor.
Las personas no se reemplazan... no hay otra igual.
El amor no desaparece... el sentimiento se acomoda de otra manera.
Los hijos son para siempre... las parejas... mientras se elijan.
El que no vive... esta muerto.
Gracias!!!.
Norma Marchetti
11/11/12
lunes, 5 de noviembre de 2012
La cuerda se afina
Voy a sacudirme el polvo
de este nocivo desgaste,
cuando el lugar no es el mío...
cuando no puedo quedarme.
Cuando la entrada es muy amplia
y las salidas estrechas,
cuando falta la cordura...
cuando la angustia es interna.
Cuando la opción esta afuera
y el corazón no escapa,
cuando se agota la fuerza
y se quiebran las bisagras.
Cuando el latido es muy leve...
cuando la cuerda se afina,
cuando el aire es tan escaso...
que no alcanzan las caricias.
Cuando la pérdida es grande
y el quedarse... un suicidio,
cuando no voy a entregarme
como presa de egoísmo.
Norma Marchetti
5/11/12
Un simbólico alegato
Un espacio en el silencio,
un cerezo en mi vereda,
un capítulo en mi cuento,
varios nudos en mi cuerda.
Un atril para mis versos,
una aurora en mi ventana,
el idioma de los besos,
un abrazo sin palabras...
Una expresión sin vocablos,
sobre angustiadas pupilas...
un simbólico alegato,
al costado de la vía.
Un cansancio desmedido
entre lágrimas calladas,
una duda en los latidos
en desnudas madrugadas.
Norma Marchetti
5/11/12
jueves, 1 de noviembre de 2012
Se aferra el corazón
Crece en mi interior otra carencia,
un tiempo de abrazarme a mi cordura,
la apuesta a otro escalón... en el vacío,
un tiempo de empezar mi cuesta arriba.
Hoy cargo en mi hombro esta tristeza,
la pérdida... el cadáver de algún sueño,
la sangre en mi interior... en esa herida,
me enfrento a las verdades que no quiero.
Y debo caminar aunque no pueda...
y debo hacerle frente a ese demonio,
la frente sostenida hacia el cielo...
las cuentas sin pagar de mis "no puedo".
Las lágrimas latentes... reprimidas,
un frío en mi interior dilapidario,
se aferra el corazón hasta el desgarro...
se aísla en la estrechez del desengaño.
Norma Marchetti
1/11/12
lunes, 29 de octubre de 2012
Un día más...
Octubre 29 de 2012, llueve otra vez en Buenos Aires y despertamos en la madrugada con ese rugido grave, de un cielo porteño y desvelado... con ese descontento contenido y desbordado... con esa nostalgia gris de tango que me hacía "piantar un lagrimón" en mi infancia... recuerdo, por ejemplo... "Mi noche triste" de Contursi y Castriota, porque mi padre tarareaba esos versos que decían... "siempre llevo bizcochitos pa´ tomar con matecitos como si estuvieras vos"... y era exactamente lo que hacía cuando mi madre debía ausentarse por unos días.
Esta ciudad de bohemios, apasionados y extremistas... de creativos a la hora de sobrevivir... de pasos apurados... con la calidez cimentada en los afectos.
Esta vorágine del tiempo que te empuja a incorporarte a una masa de pasajeros disconformes y forzados a una rutina asfixiante... que escapan de la rigidez del cemento, desesperados... y vuelven con la resignación de los reos que se dirigen al cadalso... y así se suceden los días, con la conciencia marcando los inicios y finales de una semana... y un "finde" escaso que no llega a conceder el respiro necesario. Entonces... nos cruzamos y nos quejamos del tiempo, de los precios, del trabajo, del vecino, de los políticos, de los programas de televisión, de las boletas de servicios, de los sueldos, de los transportes, de las calles, de los puentes... etc. etc. etc. y no importa con quien... incluso balbuceamos a solas algún insulto. Y claro esta... la violencia, es un tema que nos sumerge en un clima de pánico justificado... pero paralizante. Sin detenernos en lo esencial... "Hoy estoy vivo y puedo hacer algo más"... no se trata de tener más dinero, acumular más bienes materiales, o someternos a implantes o cirugías para conservar una juventud artificial y externa... nada de eso nos da la verdadera satisfacción de sentirnos queridos, o nos conforta tanto como sentir la paz interior que equilibra y nos sustrae de las mezquindades y sentimientos de resentimiento, que sin duda, nos dañan profundamente. Allí aparece la soberbia... esa exagerada sensación de "poderlo todo" y ser "mejor en todo". Escucho y leo todos los días que es prioritario "amarse por sobre todo"... y es cierto, no tengo la autoridad para desmentirlo, pero tengo la firme convicción de practicar el... "ama a tu prójimo como a ti mismo"... no creo que amarnos un poquito menos, para amar un poquito más, nos quite nada... en tal caso... suma. Es muy bueno intentar ser autosuficientes y superarnos... pero... ¿Qué hace tanta gente interactuando con nosotros?... ¿Qué compartimos?... Si amamos la soledad porque nos hace independientes... ¿Qué hace un televisor, una computadora, un celular?... si desconfiamos hasta de nuestra sombra... ¿Quién podrá abrazarnos cuando estemos tristes?... ¿Por qué lo bueno es lo que esta por venir?... ¿Quién lo garantiza?... ¿Con qué parámetros medimos a la gente que dejamos pasar o quedarse en nuestras vidas?... ¿Qué priorizamos?... ¿Cuánto cuesta hacer que alguien se sienta un poco mejor, destacando sus virtudes y no sus defectos?... ¿Cuántas cabezas hay que hundir para que se vea la propia?... Un día más, es más importante de lo que podemos aceptar... no firmamos ningún contrato de permanencia cuando nacemos... la vida es un PRIVILEGIO... no un castigo, somos dueños y responsables de lo que concedemos y de lo que elegimos... la vida es elección... segundo por segundo . Las capacidades que poseemos son para compartirlas... y nuestra capacidad de amar es totalmente gratuita, estimulante e ilimitada...
Gracias por ayudarme a ser mejor!!!.
Norma Marchetti
29/10/12
domingo, 28 de octubre de 2012
Estas alas de mi cuerpo
Agito estas alas de mi cuerpo,
livianas de culpables y de miedos,
al margen de los vientos de zozobra,
ausente en las curvas de las sombras.
Suspiros aliviados sin captura,
la escala que asciende sin premura,
un tiempo en libertad inusitado,
un lapso en mi interior acompasado.
La ruta que conduce hasta mi espacio,
cadenas que se rompen a mi paso,
Un cielo transparente a ambos lados,
un tiempo de aprender lo inesperado.
Las manos, con las palmas hacia arriba,
los ojos, exponiéndose a la vida,
el centro, equilibrado en la columna,
las piernas, que se alternan más seguras.
Voy planeando en la calma del mi ritmo,
ese espacio insospechado y definido,
esa página que se abre en otro texto...
el lenguaje más acorde a mis sueños.
Un paréntesis de oxígeno en mis venas,
la esperada redención a mis falencias,
la fragancia de una paz desconocida,
la esencia de esa luz que hoy me habita.
Norma Marchetti
28/10/12
martes, 23 de octubre de 2012
Proyecto lo que soy
Se me cae la luna y la sostengo,
la acerco a la tibieza de mi cuerpo.
La imprimo en el espacio del vacío,
la arraigo a mi horizonte comprimido.
Me acerco a su face más callada,
la enciendo alumbrando mi llegada,
la espero en el portal de los silencios,
la arrimo a las falanges de mis sueños.
La estrecho en el abrazo inusitado,
la abrigo en el reverso de mis brazos,
me siento en su versión de luna nueva,
le acoplo ese menguante que le queda.
Me quedo en su figura de reflejo,
proyecto lo que soy, con mis complejos,
le agrego un nombre más... es masculino,
tatuado en el espacio más genuino.
Norma Marchetti
23/10/12
sábado, 20 de octubre de 2012
Soy artífice
Soy artífice del tiempo
que perdí en los suspiros,
de la angustia que me muerde
con la rabia en los colmillos.
De esos miedos me que asfixian
entre lágrimas calladas,
de ese hueco que me oprime
sobre el filo de mi espalda.
Soy artífice del nudo
en el centro de mi tráquea,
de los momentos cedidos
a mi corazón en calma.
De las caricias flexibles
a los bordes de su forma,
de los momentos cedidos...
de mi entrega sin zozobra.
Soy artífice del beso
que acelera mi torrente...
de lo que nunca le he dado...
de como quiero quererte.
Norma Marchetti
20/10/12
jueves, 18 de octubre de 2012
Yo quiero despedirme.
Me paro en la otra orilla...
y es confuso,
yo quiero despedirme
de estas ganas.
¿Quién soy en su país
si no me extraña?...
¿Qué soy en esos brazos
sin mañana?
No voy a explicarle
lo que valgo...
si tengo que decirlo...
ya no cuenta.
Lo dejo con sus logros
materiales,
me enfrento a la verdad...
si me quisiera...
Conservo mi universo
y mis amores,
un cielo vertical...
y el alma entera.
Las cuentas que pagué...
y mis retratos,
la vida que me abrí
sobre estas piedras.
Hoy voy a acurrucarme...
tengo miedo,
en esta soledad
que me congela.
Ya no voy a sufrir
si no te tengo,
yo sé que es mejor
que así lo entienda.
Norma Marchetti
18/10/12
martes, 16 de octubre de 2012
Mañana...
Y me pregunto cómo es... ¿Es esperar a que la vida me defina?... ¿O es definir lo que de la vida se espera?... ¿Es esperar a que todo suceda?... ¿O hacer que suceda lo que espero?...
La verdad, me defino entre la aceptación de lo "real", que siempre es discutible, apelable y relativo... y ese matiz rebelde con que se tiñen mis franjas alternas, inestables y sanguíneas. Intento ubicarme en un medio necesario y equilibrado, pero siento un desnivel bajo mis pies que me hace recordar que es necesario, en ocasiones, flexionar una rodilla, para encontrar el equilibrio necesario. Entre tanta base inestable e impredecible, entiendo que el desafío diario, consiste en acomodar el cuerpo y todo lo que subyace en él.
Y me despido con un "Hasta mañana"... un alfiler de gancho que me aferra a un futuro inmediato, la escena que no sucedió... un número en el calendario que voy a marcar como uno más... o uno menos... la cita impostergable con la vida... es siempre otro mañana, hasta que se extinga la cuota de oportunidades, de sucesivos tramos de una historia ordenada en lapsos de 24hs... como cuentas de un collar que varía en el tamaño y en la intensidad de los tonos que le imprimimos... una gargantilla abierta, con el extremo oculto.
La vida... este camino a recorrer que se hace a fuerza de abrirse paso día a día... con la constancia de los latidos y la esperanza de encontrar lo que se espera...
Hasta mañana...
Norma Marchetti
16/10/12
sábado, 13 de octubre de 2012
No creo en los cuadrantes
Los pasos se suceden aplacados,
conscientes del valor de los segundos.
La espera es esa cuerda que se suelta...
cansada de estirarse en los preludios.
Y yo que ya no creo en los cuadrantes
que vienen a ubicarme en mis dominios,
y yo que en el amor soy incansable,
buscando la armonía de mi instinto.
Te invito en la premura del presente,
trazada en perspectiva hacia el futuro,
me abrazo a la ternura que aparece
como el oasis blanco de lo oscuro.
Y creo en tu mirada más profunda,
aquella vulnerable... amurallada,
y creo en la ternura de la dermis,
que corre irrefrenable y desbordada.
Norma Marchetti
13/10/12
lunes, 8 de octubre de 2012
No sé rendirme
Algo me dice que 48 Primaveras no han pasado en vano... que no sé rendirme... que lucho incansablemente cuando siento que algo vale la pena, pero que agotados los recursos... me retiro con los bolsillos vacíos y la sensación de haber entregado todo. Cuando esto sucede, lavo con lágrimas los resabios y comienzo otra vez... y es indescriptiblemente doloroso... pero necesario...
Mi vida comenzó como un Verano, aunque mi nacimiento aconteció en Invierno. Tuve una infancia muy feliz... en la austeridad de los recursos materiales... pero aprendiendo a valorar los gestos... las buenas intenciones... los sacrificios... y los sentimientos, por sobre toda expresión humana. Ese fue mi Verano... el inmenso amor que me brindaron... el apoyo incondicional y el claro significado de la palabra dignidad como recurso para cimentar las columnas que me mantendrían de pie a pesar de todo y de todos.
Mi adolescencia... un Otoño, por mi timidez... por sobreprotección... o tal vez, solo por ese desafío que conlleva el ganarse un lugar en el mundo adulto. A los 15 años, me aventuré en una historia que viví como los cuentos de princesas que habían marcado mi infancia... no entendí que estaba dando un giro abrupto a mi vida que más tarde transformaría a "La bella durmiente"... en "Rapunzel"...
Fui menor emancipada a los 17 años... y le di inicio a un Invierno largo, donde puse a prueba mi perseverancia... mi paciencia, mi fortaleza y mi inagotable instinto maternal. Y fueron mis hijos mi razón... mi sentido, mi prolongación genética... mi orgullo... mi costado sensible... mi sello vulnerable de por vida...
Ahora transito esta Primavera, que hidrata mis raíces con lloviznas inusitadas, con sus matizadas sensaciones... entre pueriles y adultas, entre lo osado y el recato, entre me voy... y regreso... entre un "te espero"... y un "no te necesito"... entre la sensación de acomodarme plácidamente en esta desconocida libertad... y la necesidad de vivir abrazada. Una conjunción extraña y bifurcada... la experiencia que advierte... la omisión del miedo que me hace bendecir esta inercia necesaria e inducida. Este codiciado milagro de sentirme joven, desafiando las imposiciones del calendario y de las supuestas normas de conducta... las pequeñas prisiones en las que otros condenan a muerte sus deseos... sus anhelos, que por imposible que parezcan, no deberían ser depuestos hasta haber transitado todos los caminos posibles para alcanzarlos.
En este perfume de azahares... en esta expuesta rebelión de colores disimiles... en esta prolongación de luz sobre los días... en esta manifestación de libertad auténtica y contrariada... en esta reafirmación de mis sentidos intactos... sorprendentemente renovados y exaltados... la vida me regala el elixir de lo impensado y descubro que tengo mucho por aprender... que jamás esta todo dicho... que lo mejor vivido... es superable... que mientras la vida me habite... no existen los imposibles... que amo sin medida... porque es la única manera posible y que todos los días de mi vida guardo, al menos, el placer de una sonrisa conseguida.
Gracias!!!,
Norma Marchetti
8/10/12
domingo, 7 de octubre de 2012
Libertad y apego
que pinte de olvido,
se quedó a la vera
y varió el destino.
El paso apurado...
agudo el instinto,
se calmo el reclamo
cuando fue preciso.
Los cristales nuevos
cambiaron la forma,
la visión renueva...
comprendiendo el dogma.
El margen se extiende,
flexible... menguado,
corazón latiendo
fuerte y atinado.
Estoy en el centro...
libertad y apego,
los pies en la tierra...
sentimientos nuevos.
Norma Marchetti
7/10/12
jueves, 4 de octubre de 2012
Que sea AHORA.
¿Cuántas veces escuchaste decir que el amor es como una plantita, que si no se riega diariamente... se seca y muere?... Seguramente ya perdiste la cuenta. Yo creo que es un valioso consejo que pocas veces se tiene en cuenta. Cada uno elije como quiere cuidar lo irreemplazable, lo que nos vincula internamente... desde lo humano, la conexión sensible. Algunas personas, realmente valoran a otras cuando se alejan...
-No des a otras personas lo que te gusta dar... dales lo que necesitan.
-Nadie puede dormirse en el placer de una conquista, porque ese es el momento en que todo comienza a desmoronarse.
-Las personas no nos pertenecen, son seres humanos libres que elijen... o no, nuestra compañía.
-El amor no condiciona ni ata definitivamente a alguien, porque los sentimientos no desaparecen... pero se transforman.
-No es bueno confiar en que una promesa de amor garantiza algo eterno... las consecuencias suelen ser dolorosas.
-Si vas alejar a alguien por un tiempo... pensá que es posible que no este cuando cuando regreses.
-Nada más importante que valorar lo que se tiene... mientras puedas.
-Nada garantiza un mañana... que sea AHORA.
-Buscá el equilibrio... no sobrevalores y no desmerezcas...
-No esperes que llueva... ama sin miedo... hoy estas vivo/a!!!
Un abrazo enorme
miércoles, 3 de octubre de 2012
Presente impensado
La vida esperaba
en una emboscada,
la luna en el río...
corazón sin guardia.
Unos ojos tristes,
misteriosos... claros,
la dulzura interna...
sereno recato.
Lenguaje de gestos,
pasión y ternura,
expresión renuente
en fría cordura.
Historias guardadas
que exceden el tiempo,
lazos infantiles...
tatuajes perpetuos.
Ágil el ingenio,
consciente... constante,
disciplina y temple
junto a sus contrastes.
Sensible... sincero,
inquieto... intuitivo,
un portal incierto...
derribando muros.
Intrínseca fuerza...
medida y pautada,
esa que no expone...
su esencia demanda.
Distante... impensado,
personal... huidizo,
presente impensado...
me abrazo y confío.
Norma Marchetti
3/10/12
sábado, 29 de septiembre de 2012
La ruta sin mojón
Me arraigo a la cordura
casi ausente,
la nueva mutación...
y su textura.
El nuevo andarivel
que me sostiene,
la ruta sin mojón...
a la deriva.
El sueño que busqué...
y su trasfondo,
el cielo trastocado...
y las diatribas.
Elijo la abstracción
y sus recodos,
la exigua agitación
de la mesura.
Desplazo la razón...
late el sentido,
le sumo una pasión
a esta ternura.
Norma Marchetti
29/9/12
viernes, 28 de septiembre de 2012
Sin mover los labios
Abriré ese cerco
de mis sueños blancos,
del torrente interno...
un perfil alado.
De la brisa inquieta
que acaricia y calma,
de los ojos buenos
que llegan al alma.
Mirada extasiada
que no ve la forma,
que no evade el riesgo,
y aprende el idioma.
Que es carne y es tacto...
ensamble y memoria,
canto adolescente...
amnesia de historias.
Sublime... elegido,
único... indecible,
el momento eterno
que no quieren irse.
Y serán los gestos...
y serán las manos,
y será ese eco
sin mover los labios.
Y tendrá en los ojos
un brillo impensado,
correrá en sus venas
el pulso agitado.
Mágico el efluvio...
conexión sin reglas,
un portal abierto...
una vida nueva.
Y será el deseo...
de su compañía.
y el sentido impulso
que genera vida.
Norma Marchetti
28/9/12
jueves, 27 de septiembre de 2012
Lo que no creía.
que menos pensaba,
un silencio ambiguo...
palabras al alba.
El ensamble justo
y la fe dispuesta,
todo en sintonía,
mi verdad... tus huellas.
Renunciar al yugo...
liberar el cuello,
entenderlo libre
en un nuevo intento.
Y que sea el destino...
prendido a mis manos,
y que sea el alivio
que me dio su abrazo.
Lo que no creía
se prendió a mi pecho,
nada que me asigne
un lugar en tiempo.
Norma Marchetti
27/9/12
martes, 25 de septiembre de 2012
Fusionando el pulso
Un instante apenas...
tal vez una vida.
Un día... unas horas,
cortando las bridas.
El cause espontáneo...
la pasión expuesta,
corazón abierto...
que no se fragmenta.
Un abrazo eterno
de pocos minutos,
sentidos y sangre
fusionando el pulso.
El silencio alberga
un lenguaje alterno,
casi imperceptible
traslúcido... interno.
Norma Marchetti
25/9/12
sábado, 22 de septiembre de 2012
No estaré mañana
Al fin sucedió...
cayó por su peso,
algo se me rompió...
y cortó el ensueño.
Corazón en mano
creí las mentiras...
las crueles verdades
en miradas frías.
Me voy... ya no importa,
te di demasiado,
quedate en tu mundo,
frío... enmascarado.
Yo ya no te espero...
no estaré mañana,
lágrimas perdidas
sin razón ni causa.
De todo se aprende...
no seré una sombra,
no estará conmigo
quien no me valora.
Norma Marchetti
22/9/12
jueves, 20 de septiembre de 2012
Conecto el corazón
Soy libre en mi interior...
no pertenezco,
trasluzco lo que soy...
y mi reverso.
Conservo la inocencia...
aún creo,
yo voy a ser quien soy...
tan solo aprendo.
Alejo lo perverso...
contamina,
apuesto a lo sensible...
sangre y vida.
Consciente de lo humano
en el cosmos,
rescato las miradas
y su trasfondo.
Conservo lo que queda
de un abrazo,
la muda interacción
a ojos cerrados.
La historia queda adentro...
no en fachadas,
palabras de silencio...
llegan claras.
Percibo lo que sientes...
lo hago mío,
Conecto el corazón
a tus latidos.
Norma Marchetti
20/9/12
miércoles, 19 de septiembre de 2012
Un paso hacia la izquierda
Inhalo la armonía...
y se expande,
la estrofa que se ensambla
a la constante.
Un paso hacia la izquierda...
no estoy sola,
la dermis se ha acoplado
a otra forma.
Se exalta la fusión...
enfoco escenas,
yo busco la alegría...
estoy de vuelta.
La noche entre tus brazos...
y la vuelta.
caricias como sellos...
con tus huellas.
Estoy en la verdad
de mis deseos...
miradas que se afianzan
a mi centro.
Norma Marchetti
19/9/12
domingo, 16 de septiembre de 2012
Ya no espero...
Cósmico el momento
que me envuelve,
corta la expresión...
que se disuelve.
Exhalo este mutismo
semiamargo,
las huellas de palabras
sobre el tacto.
Un pacto en mi interior
entumecido,
los surcos que ha dejado
en mi camino.
La estrofa fragmentada...
incompleta,
el cóncavo vacío
entre mis venas.
La espera incomprensible
y el letargo,
la excusa que le anexo
a esos labios.
Me quedo en un presente
consensuado,
Desgaste o concordancia
entre sus manos.
El tramo en su trayecto
tempestuoso,
debato entre finales
y retornos.
Ya no hay felicidad...
cerró las puertas,
la amarga aclaración
que me sofrena.
La brecha que se abre
es peligrosa,
la burda realidad
marchita rosas.
Avanzo en la tinieblas...
ya no veo,
mis ojos están tristes...
ya no espero.
Norma Marchetti
16/9/12
domingo, 9 de septiembre de 2012
Tormentas en mi cielo
Capciosa realidad...
enjambre extraño,
de bruma y somnolencia,
mis dos manos.
Me trago este dolor...
es solo mío,
las huellas del amor
sobre el olvido.
Y busco algún rincón...
quiero evadirme,
quisiera estar muy sola...
diluirme.
Buscar algún lugar
en el silencio,
los ojos más acuosos
de mis versos.
Cerrar esa apertura...
que sea nada,
pintarme la sonrisa
que me falta.
Encontrar mi lugar...
en donde sea,
el tiempo que me adeudo...
que no llega.
El recuerdo entrañable
de mi infancia,
mis padres generosos...
y su magia.
Mis hijos, mis pilares...
mis dos piernas,
sus ojos transparentes
me compensan.
El hueco del abrazo...
mis falencias,
la sangre en una herida
que no cierra.
El amor que he derramado
sobre el agua,
los días transcurridos...
los que faltan.
Mis brazos van sangrando
las ausencias,
mis labios apretados...
son de piedra.
Sin miedo a enamorarme...
fui mi trampa,
Tormentas en mi cielo
de palabras.
Hoy me han preguntado
si estoy triste...
mis ojos son palomas
algo grises.
Norma Marchetti
9/9/12
No permitas...
Viernes 7 de Septiembre, 19:58 hs. Es invierno... transito un paisaje frío y solitario... es mi vuelta, mi regreso, a solas, cargando una mochila negra en mi espalda. Cruzo la despoblada plaza en diagonal y paso frente al busto de bronce de Juan Bautista Alberdi, lo observo al pasar y no puedo evitar retener la imagen de su rígida expresión, pero sigo viaje... todavía falta bastante para llegar a la estación. Un camino rojizo bajo mis pies y la mirada al frente... atenta... pero ausente. Los pensamientos enroscados entre presente, pasado y futuro... y esa angustia... ese sabor amargo que me deja el día. Camino unas cuadras más... me las consumo con pasos largos y apurados. Cruzo la avenida y camino por la angosta vereda del parque... ya a oscuras, con la humedad que dejo la lluvia... y algunos charcos que inevitablemente, detienen mi automática elección por caminar en línea recta.
Detrás de mí, un hombre trota... me rebasa y finalmente, se achica en la perspectiva de la siguiente cuadra. Dos hombres conversan, mientras pasean a sus perros y una parejita de enamorados, camina delante de mi.
La última cuadra del parque, la camino en diagonal nuevamente para cruzar la otra avenida... tres cuadras más... y finalmente... el andén de la estación. Advierto con cierta tranquilidad que el tren esta próximo a arribar, porque el grupo de gente que espera, es lo suficientemente grande. Camino hasta el otro extremo para que me facilite el descenso en la terminal.
Me apoyo sobre el enrejado, intentando descansar y me detengo a mirar que hace la gente... dos o tres conversan... el resto, parecen estar recortados de otros mundos... cada uno en lo suyo, sumergidos en mensajes desde sus celulares, leyendo... con auriculares, o simplemente, con la mirada perdida, resignados a esta imposición de horarios que nos marcan el ritmo.
Se escucha la campanilla del paso a nivel y a mi derecha, la gente se va acercando a la franja amarilla que marca el límite seguro del andén. Pronto se ve la luz y el tren avanza para tomar posición, las puertas se abren y suspiro aliviada... "Qué suerte, hoy juega Argentina!!!"... al menos, puedo entrar al vagón sin empujar y sostenerme del pasamano... aunque esto parezca lo lógico, no lo es en este horario. Después de dos estaciones, logro acomodarme en un asiento y descansar.
Suben dos vendedores ambulantes, uno vende fundas para la tarjeta Sube y el otro, alfajores. Vuelvo a observar... y las escenas se repiten, con la diferencia que se suman al cuadro... los dormidos, los se apoyan en la ventanilla y los que simplemente dejan caer sus cabezas hasta acomodarse.
Personas muy humildemente vestidas y otras muy elegantes... en todos, se advierte esa ansiedad por llegar quien sabe a dónde y con quién...
Llega la última estación y todos se aglutinan en las puertas... el descenso es lento, como la caminata por el andén hasta llegar al extremo, en donde se bifurca en dos grupos... yo me acoplo al de la derecha. Paso por el supermercado y con una bolsa en cada mano me dirijo al semáforo para cruzar la última avenida... solo me faltan ocho cuadras más...
Entonces, hago un resumen de lo sucedido en la semana... pasaron muchas cosas que hubiese preferido evitar, pero pienso... la vida me esta brindando una segunda chance y esta vez, no voy a dejar que nadie me diga que debo hacer, porque en definitiva, la que pago los platos rotos... siempre soy yo, pero la vida me enseñó que un buen consejo de alguien bien intencionado, puede ser una puerta que alguien descubre para nuestros ojos. Todos tenemos el derecho a cambiar o a defender lo que somos... sin intensión de ser soberbia, insisto en ocasiones, que solo Dios tiene más autoridad sobre mi persona que yo, al menos cuando se refiere a limitaciones en mi expresión... en mis anhelos, en lo que soy... o lo que elijo ser... incluso en mi poesía, que es el más claro lenguaje de mi sensibilidad.
Si algunas personas no hubiesen pensado que los moldes no existen, que cada uno de nosotros es artífice y artesano de su tiempo en esta vida y que no esta todo dicho... que los libros se componen de experiencias, estadísticas y emociones ajenas... pero todavía faltan las mías... que si para algunos no es importante, lo son para mi. Que si tengo la capacidad de crear, es porque los límites para lo positivo no existen y no hay libro que contenga lo que queda por decir... lo que todavía no fue descubierto... lo que queda por revertir, lo que todavía no aconteció. Por estas y por tantas otras razones, comprendo que vivir es la oportunidad de abrir puertas, de caminar hacia adelante, de aprovechar el afecto... los abrazos, las sonrisas, las miradas... las caricias... los proyectos... y las utopías.
Finalmente... estoy en casa, saco las llaves, abro la puerta... voy a darle un beso a mi hija.
Cuando sientas algo positivo y tengas un sueño... no permitas que nadie te diga... NO PODÉS.
Norma Marchetti
9/9/12
miércoles, 5 de septiembre de 2012
Junco
En la nostalgia de este Invierno que se va, salpicando de anticipados días primaverales este letargo de la despedida, este llanto de nubes grises, esta mirada fría y temperamental bajo un cielo extraño. Cuando la soledad se vuelve pulsera y parece adorno... pero es grillete.
Entre las imágenes comunes, rostros arraigados al corazón... y de los otros. En este espacio que pocos entienden y que yo transito a diario con la ilusión de cambiar... de darle un giro a esta realidad que pasa factura y me recuerda que no es momento de bajar los brazos... que nunca lo fue... y que esto recién empieza. Cuando todo esto pasa, me doy cuenta que soy una columna viva... un engranaje.
Es muy difícil sostener una posición... y ser madre, ser hermana, ser amiga... y ser MUJER. Cuando la soledad no es un espacio placentero, es un fantasma... una sombra que me cubre después del ocaso, el momento en que el hueco imperceptible, se hace oscuro en mi interior y quiero irme... dormirme, escaparme.
Yo no soy lo que parezco, soy un cúmulo sensible de sensaciones que buscan armonía. Soy la música que se escucha a lo lejos... que se aleja.
Quiero acurrucarme, me duele el egoísmo y no hago más que lastimarme intentando proteger lo que no se debe y justificando lo injustificable... y aguantar lo que no se puede. Estoy sola en medio de este aglutinamiento de pasos a mi alrededor... no me quejo... estoy viva, pero esta noche me angustia... voy a dormir mis lágrimas para que mañana estén muertas... y sea otro día... y vuelva a mi rutina pautada, poniendo a prueba esta vocación de junco que me hace flexible y resistente cuando debo serlo...
Norma Marchetti
5/9/12
martes, 4 de septiembre de 2012
Crecer y vivir.
De la estrechez del pasado,
se conjugan estos verbos...
amar y partir... se han dado,
crecer y vivir... surgieron.
Tengo una mano abierta
y la otra sobre el pecho...
con una, te tengo cerca,
con la otra, me preservo.
Voy a caminar calmada,
por la senda de esta vida,
en la bajada... el alivio,
el coraje cuesta arriba.
Mi ojos serán reflejos,
como luna en el agua,
si brillan... serán sonrisas,
si lloran... serán templanza.
Volveré a los comienzos,
sin parámetros ni bridas,
sin vallas que me limiten,
sin renuncias exigidas.
Cuando la musa se acople
y me susurre un poema,
será mi lenguaje interno...
mi versión más valedera.
Norma Marchetti
4/9/12
domingo, 2 de septiembre de 2012
Palabras mudas
Cascada de pigmentos...
perfil sin sombras,
se elevan las salidas
sobre derrotas.
Un tiempo de sentir
sin más dobleces,
la hora es de llegar...
a donde fuere.
Dibujo en mis pupilas
un par de sueños,
se vuelan con las hojas
los viejos miedos.
Carillas que se acoplan...
hojas de vida,
mis huellas que plasman
en sendas vivas.
Abrazos de mi alma...
dentro del pecho,
los brazos, son los lazos
de juego abierto.
Gestos de sus palabras
mudas... y a solas,
mensajes de los latidos...
que se desbordan.
Norma Marchetti
2/9/12
perfil sin sombras,
se elevan las salidas
sobre derrotas.
Un tiempo de sentir
sin más dobleces,
la hora es de llegar...
a donde fuere.
Dibujo en mis pupilas
un par de sueños,
se vuelan con las hojas
los viejos miedos.
Carillas que se acoplan...
hojas de vida,
mis huellas que plasman
en sendas vivas.
Abrazos de mi alma...
dentro del pecho,
los brazos, son los lazos
de juego abierto.
Gestos de sus palabras
mudas... y a solas,
mensajes de los latidos...
que se desbordan.
Norma Marchetti
2/9/12
sábado, 1 de septiembre de 2012
Presente
El presente es la región
donde resido,
lo franqueable... lo tangible,
el lenguaje terrenal.
El lugar más cotidiano,
el sabor que se percibe,
una flor sobre la mano,
lo accesible... la verdad.
Es el nudo de la historia,
la versión más valedera,
el sonido ineludible,
la expresión más terrenal.
Es el tacto exacerbado,
la agudeza en lo certero,
la fluidez en lo espontáneo,
la debida ambigüedad.
Son los ojos sublimados,
ambos pies sobre la tierra,
la vehemencia del latido...
la visión más natural.
Norma Marchetti
1/9/12
lunes, 27 de agosto de 2012
Con la mente abierta
Latirá la vida
y seré respuesta,
un lugar a tiempo...
la verdad en mi diestra,
un encuentro afable
con la mente abierta
y el silencio justo,
cuando así lo crea.
Un anoche a solas...
y otra entre sus brazos,
llenando el vacío
que dejó el pasado,
y seré completa...
modelando vida,
y seré retorno
de otra partida.
Abriré mi pecho
limitando sueños,
construiré un refugio
para los recuerdos,
y serán mis noches
de pasión pactada,
dejando el momento
guardado en su cama.
Caminando lunas
con los pies descalzos,
un salto al vacío
lento y consensuado,
la distancia justa...
la fe en mi entereza,
rearmando el enigma
labrado en mis venas.
Norma Marchetti
27/8/12
viernes, 24 de agosto de 2012
Vacío
Camino de luz
sobre las tinieblas,
caléndulas grises...
camino de piedras.
Portales cerrados
que se desmoronan,
sobre noches tristes...
silentes derrotas.
De amores raídos
por el egoísmo,
que a la piel se arraigan
negando el instinto.
Con la copa llena
de ese vino amargo,
que mancha los días
con un luto extraño.
Alas atrofiadas
bajo un cielo helado,
cartas del destino
con ases marcados.
La brújula rota
al caer la tarde,
la noche se cierne
con negro semblante.
Pálida la luna,
se quedó sin brazos,
y muta sus fases...
en gris azulado.
No admite reclamos,
ya pagó su deuda,
un silencio cruento
se acopla a sus venas.
Sola por las noches,
se ahoga en su prosa,
bebiendo el vacío
que quedó en su boca.
Los versos sin letras...
vocales cerradas,
cautiva el enigma
de las madrugadas.
Un rosario a cuestas,
páginas de historia,
tatuajes inertes...
vivos en memorias.
Huecos y tormentas
del torrente interno,
se muere y revive
en cíclico intento.
Al volver la cara,
se cubre de ausencia,
contiene el presente...
cubre sus falencias.
Y respira hondo...
retiene el aliento,
se seca ese llanto...
enfrenta su reto.
Norma Marchetti
21/9/12
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