traductor

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Detrás de mi cara


Descorriendo el techo,
abriré ventanas,
cambiaré los muebles
de la vieja sala.

Hundiré mi espalda
sobre las corolas,
un suave sonido
me abraza en las sombras.

Las cartas mezcladas,
las palmas arriba,
elevo plegarias...
el cielo me abriga.

En letras extrañas
describo mi pulso,
que impulsa el arribo
de lo que no oculto.

Mis ojos abiertos
desmenuzan tramas,
alerta el sentido...
se abre en la pausa.

Escalera al borde...
asciendo con calma,
en pequeños tramos...
mis huellas lacradas.

Un paisaje ajeno
con puerta de entrada,
ofrece el futuro
una imagen plana.

Oídos atentos...
la escena alterada,
me guardo los ases
detrás de mi cara.

Todo lo perdido...
el amor... la trampa,
el instinto intacto...
voy hacia el mañana.

Norma Marchetti
28/11/12

domingo, 25 de noviembre de 2012

El pequeño cajón vacío


¿Quién  no tiene un cajón vacío?... un espacio en esa geografía imposible de plasmar por medio de la cartografía... un espacio sin tiempo, guardado en el fondo destemplado de las sombras... una escena en desnivel, un castillo en el reloj de arena... la ausencia sin imagen, un lugar de reclamo enmudecido, un bolsillo   sin abrir. Un laberinto sin salida, una ruta inexplorada, esa línea punteada en las vocales por completar... un cielo sin destellos... siempre azul, sin un matiz... el hueco oculto sin lugar para otra cosa.
 Algunas veces, describo al corazón, como el lugar donde se guardan y protegen los sentimientos... los seres que impulsan nuestro ritmo cardíaco, una función no reconocida desde lo fisiológico, un sitio que lo seres sensibles le otorgamos dentro del cuerpo. Algunos lo describen como "una bomba muscular del tamaño de un puño, que hace circular la sangre por todo el cuerpo"... yo, en mi delirante y novelesca visión, lo describo como un habitáculo con varios cajoncitos, de diferentes tamaños... el de los padres, tiene capacidad para más de dos, porque algunos aman a sus padres del corazón o a quien cumpliera con esa abnegada tarea... el de los hijos, sin capacidad determinada, el de los amigos, que en ocasiones parece estar completo y en otras algo despoblado... y así, con cada persona que consigue penetrarnos esa capa dura de la piel... incluso los recuerdos, tiene lugares más o menos privilegiados, algunos se visualizan algo amarillentos en contraste con aquellos que aún parecen vivos... pero hay uno en especial, que es muy pequeñito, que alberga solo a una persona a la vez... porque cuando el sentimiento termina, pasa a otro compartimento... es el de ese compañero/a de vida, que nos impulsa, que nos desarma, que nos vulnera y revive. Es un cajoncito muy especial, que no tiene más capacidad que para una persona, aunque algunos pretendan hacer coexisistir a dos o más... y eso no es posible... en tal caso, todo funciona mal y alguno resulta dañado... o simplemente la gran incomodidad lo obliga a abandonar ese diminuto receptáculo. Duele, cuando acomodamos a alguien que no quiere permanecer y duele, incluso, en el vacío.
 Algunos pueden no compartir mis ideas, pueden tildarme de idealista, etc. etc., pero a pesar de todo, soy lo que elijo... porque así lo quiero y amo lo que amo, porque así lo siento.
 Cuando estrecho cajoncito queda vacío, por miedo al dolor o por abandono, solemos correr en busca de placebos, de amores diferentes, diversiones, distracciones de cualquier tipo, incluso perder la conciencia en adicciones absurdas, que en definitiva... nunca llenan ese abismos del pequeño cajón vacío. En resumen... nada ajusta en un lugar hecho a medida para la persona indicada y el silencio de la ausencia retumba en los oídos... cuando la música termina, el bullicio de otras voces se aplaca y el dolor se acentúa como punzada en el centro del impulso, marcando un soledad imperceptible, pero aguda y profundamente íntima.

Norma Marchetti
25/11/12
 

Me voy...


La sombra del dolor desgarra adentro,
un tiempo de  morir en mi verdad,
un pacto con mis venas, desde el llanto,
un vínculo en vacío...con mi paz.

El precio del perdón a las ofensas,
un hálito de fe que va a quebrar,
tragándome la hiel de los desplantes...
me fui con ese abrazo a mi lugar.

Y vuelvo a claudicar en mis intentos,
la vida es un fragmento a transitar,
los fallos, me acobardan entre sombras...
le quitan a mi impulso de volar.

Me voy a acurrucar a ojos cerrados,
me quedo en este amor de dignidad,
el abrazo es a mis hijos, mis pilares,
me voy a recluir de la maldad.

Norma Marchetti
25/11/12



domingo, 18 de noviembre de 2012

En perspectiva


Busco en mi interior el aire escaso,
busco en la demencia la salida,
vuelvo a descansar sin un remanso,
voy siguiendo el son de una utopía.

Fijo el curso nuevo... en perspectiva,
busco posición entre dos faros,
calzo estos zapatos de osadía....
y un vestido azul... del cian, al claro.

Escucho algunas voces desde el viento,
prefiero discernir y ser más cauta,
le agrego algún matiz al pensamiento,
dibujo algunos sueños sin distancia.

La huella, es la que marco con mi nombre,
el tiempo, es pendular y acompasado,
la piel, es ese tacto con el mundo...
lo interno, es la vehemencia en lo que abrazo.

Norma Marchetti
18/11/12

Con paso lento


Otra prueba que me enfrenta...
otra afrenta en mi interior.
Un tiempo de asumir lo que no puedo...
un tiempo de sumar a mi favor.

Secuencias de la vida arraigadas,
cadenas que condenan la razón,
la lluvia que relaja mi impotencia...
templanza en la conciencia y el perdón.

Me pongo un antifaz y salgo al ruedo.
reclamo otro lugar para mi voz,
le resto a mis pisadas esas sombras,
encuentro plenitud en lo que soy.

Avanzo en la estrechez con paso lento,
le acerco a mi pupila otro color,
me niego a ese lugar que no me alberga...
camino introspectivo... al corazón.

Norma Marchetti
18/11/12

jueves, 15 de noviembre de 2012

El lado anverso


Me voy a despertar al son del viento,
despierto de mi voz sonidos nuevos.
La nota en el revés del calendario...
la escena como filo entre mis manos.

Un tiempo de esperar... de ojos abiertos,
el sueño que no fue... y el lado anverso.
La esquirla en el torrente de mis venas,
el lapso en la cordura que se niega.

La mano que se afianza sobre el pecho,
cubriendo al corazón... latido expuesto.
Los labios en sordina... y su misterio...
un salto en la atadura del regreso.

Norma Marchetti
15/11/12

Me llevo mariposas


Estalla la implosión
entre las sombras,
la dura nulidad...
que me desborda.

De tinta la emboscada...
y entre comas,
se quiebra en el desdén...
siembra congoja.

La absurda dilación...
y el verso trunco,
la esquela que quedó
fuera del rumbo.

La búsqueda imperiosa...
y el silencio,
la estéril realidad
de un sentimiento.

Visiones del después...
e intento nulo,
razones vapuleadas...
claroscuros.

Desgarro la atadura...
me libero,
me abrigo en este frío
tan complejo.

Reclama mi interior
el tibio abrazo,
se suelta el corazón...
se abre en gajos.

Prefiero dormitar...
mi mente escapa,
me guardo la pasión
que me desangra.

Y vuelve a repetir
la misma escena,
me acosa ese adiós
tras de la puerta.

Le dejo lo mejor...
me voy al alba,
me llevo mariposas
de su cama.

Norma Marchetti
1/11/12



domingo, 11 de noviembre de 2012

11 de Noviembre


 Buenos Aires, 11 de noviembre de 2012, la mañana esta fresca y el sol no es más que una intermitencia de luz dorada que se insinúa tímido, bajo de ese manto agrisado que viste el cielo... Esta Primavera tan esperada, que ostenta sus bondades veraniegas y en sus intentos, recorre esos ensayos de Invierno... que no le cuadran y se asienta en un Otoño desteñido, desubicado y aburrido.
 Esta mañana de silencio... de soledad elegida, de ambiguas sensaciones... de despedidas necesarias y proyectos obligados... para no morir ahogada en el hueco de la nada... en un lugar prestado que no necesito... en un volver sin sentido, a un espacio de sombra que nunca me correspondió... a un agónico respirar entrecortado cuando debo retener el aire en mis pulmones para los momentos en que se vuelve escaso y viciado.
 Solo Dios sabe el dolor y precio que pagué por esta libertad de mochilas pesadas en mi columna y de piernas cansadas que jamás se detienen... solo Él, sabe que mis apuestas son a manos llenas... sin venganzas... asumiendo el riesgo de perderlo todo... porque la vida a medias, es esperar el tren en un anden y seguir allí parada, aún, cuando el tren cierra sus puertas y se va... es esperar el próximo, con las manos en los bolsillos y el coraje agusanado dentro del miedo, que genera la supuesta llegada del dolor. Y allí quedamos, con los ojos atentos al próximo arribo y los pies clavados sobre el cemento frío del gris andén, que no va a ninguna parte... que nunca se percata de nuestra presencia absurda... mientras las agujas del viejo reloj, giran en un solo sentido... silenciosas, incansables, inconmovibles... insobornables.
 Por esta convicción de apostar al amor, claudico una y otra vez a la pereza y al egoísmo... y yo no sé como de ingenua suena esta declaración... la verdad... tampoco me importa! Yo soy esta persona que elegí ser hace muchos años... y me adapto... y acepto... y me rozo con un sistema que no condice con lo que siento... y sobrevivo... me rearmo... me reivindico.
 Tengo la paz de intentarlo todo, sin pasar los límites... sin dañar... al menos, nunca en forma consciente. Tengo el amor que sembré, con el sacrificio de postergar lo secundario, para doblar mi espalda en la tierra y posponer lo superfluo... y no es queja... es entender que todo tiene un precio y que no tiene que ver con lo material... que la cosecha es acorde y proporcional a la siembra... y eso es todo.
 De aquí en más... la vida, la oportunidad que me espera... los silencios que me aguardan... la felicidad que me corresponda... la dignidad sostenida... el coraje que me queda... los pies que me llevan en el cíclico ritmo       de mi pulso... un sentido hacia adelante... aunque las lágrimas se deslicen o se insinúen sonrisas... cuando el abrazo sea al alma... o a los huesos revestidos de piel...
 Todos somos únicos e irrepetibles... dejamos marcas indelebles... como tatuajes extraños, en las profundidades de un espacio inorgánico, pero que pesa y duele como la más desgarradora herida... o que nos endulza los recuerdos con la sonrisa que se instala sin aviso y esa inconmensurable ternura del abrazo, etéreo y distante... pero que se siente cálido y contenedor.
Las personas no se reemplazan... no hay otra igual.
El amor no desaparece... el sentimiento se acomoda de otra manera.
Los hijos son para siempre... las parejas... mientras se elijan.
El que no vive... esta muerto.

Gracias!!!.
Norma Marchetti
11/11/12

lunes, 5 de noviembre de 2012

La cuerda se afina


Voy a sacudirme el polvo
de este nocivo desgaste,
cuando el lugar no es el mío...
cuando no puedo quedarme.

Cuando la entrada es muy amplia
y las salidas estrechas,
cuando falta la cordura...
cuando la angustia es interna.

Cuando la opción esta afuera
y el corazón no escapa,
cuando se agota la fuerza
y se quiebran las bisagras.

Cuando el latido es muy leve...
cuando la cuerda se afina,
cuando el aire es tan escaso...
que no alcanzan las caricias.

Cuando la pérdida es grande
y el quedarse... un suicidio,
cuando no voy a entregarme
como presa de egoísmo.

Norma Marchetti
5/11/12

Un simbólico alegato


Un espacio en el silencio,
un cerezo en mi vereda,
un capítulo en mi cuento,
varios nudos en mi cuerda.

Un atril para mis versos,
una aurora en mi ventana,
el idioma de los besos,
un abrazo sin palabras...

Una expresión sin vocablos,
sobre angustiadas pupilas...
un simbólico alegato,
al costado de la vía.

Un cansancio desmedido
entre lágrimas calladas,
una duda en los latidos
en desnudas madrugadas.

Norma Marchetti
5/11/12

jueves, 1 de noviembre de 2012

Se aferra el corazón


Crece en mi interior otra carencia,
un tiempo de abrazarme a mi cordura,
la apuesta a otro escalón... en el vacío,
un tiempo de empezar mi cuesta arriba.

Hoy cargo en mi hombro esta tristeza,
la pérdida... el cadáver de algún sueño,
la sangre en mi interior... en esa herida,
me enfrento a las verdades que no quiero.

Y debo caminar aunque no pueda...
y debo hacerle frente a ese demonio,
la frente sostenida hacia el cielo...
las cuentas sin pagar de mis "no puedo".

Las lágrimas latentes... reprimidas,
un frío en mi interior dilapidario,
se aferra el corazón hasta el desgarro...
se aísla en la estrechez del desengaño.

Norma Marchetti
1/11/12



lunes, 29 de octubre de 2012

Un día más...


Octubre 29 de 2012, llueve otra vez en Buenos Aires y despertamos en la madrugada con ese rugido grave, de un cielo porteño y desvelado... con ese descontento contenido y desbordado... con esa nostalgia gris de tango que me hacía "piantar un lagrimón" en mi infancia... recuerdo, por ejemplo...  "Mi noche triste" de Contursi y Castriota, porque mi padre tarareaba esos versos que decían... "siempre llevo bizcochitos pa´ tomar con matecitos como si estuvieras vos"... y era exactamente lo que hacía cuando mi madre debía ausentarse por unos días. 
 Esta ciudad de bohemios, apasionados y extremistas... de creativos a la hora de sobrevivir... de pasos apurados... con la calidez cimentada en los afectos.
 Esta vorágine del tiempo que te empuja a incorporarte a una masa de pasajeros disconformes y forzados a una rutina asfixiante... que escapan de la rigidez del cemento, desesperados...  y vuelven con la resignación de los reos que se dirigen al cadalso... y así se suceden los días, con la conciencia marcando los inicios y finales de una semana... y un "finde" escaso que no llega a conceder el respiro necesario. Entonces... nos cruzamos y nos quejamos del tiempo, de los precios, del trabajo, del vecino, de los políticos, de los programas de televisión, de las boletas de servicios, de los sueldos, de los transportes, de las calles, de los puentes... etc. etc. etc. y no importa con quien... incluso balbuceamos a solas algún insulto. Y claro esta... la violencia, es un tema que nos sumerge en un clima de pánico justificado... pero paralizante. Sin detenernos en lo esencial... "Hoy estoy vivo y puedo hacer algo más"... no se trata de tener más dinero, acumular más bienes materiales, o someternos a implantes o cirugías para conservar una juventud artificial y externa... nada de eso nos da la verdadera satisfacción de sentirnos queridos, o nos conforta tanto como sentir la paz interior que equilibra y nos sustrae de las mezquindades y sentimientos de resentimiento, que sin duda, nos dañan profundamente. Allí aparece la soberbia... esa exagerada sensación de "poderlo todo" y ser "mejor en todo". Escucho y leo todos los días que es prioritario "amarse por sobre todo"... y es cierto, no tengo la autoridad para desmentirlo, pero tengo la firme convicción de practicar el... "ama a tu prójimo como a ti mismo"... no creo que amarnos un poquito menos, para amar un poquito más, nos quite nada... en tal caso... suma. Es muy bueno intentar ser autosuficientes y superarnos... pero... ¿Qué hace tanta gente interactuando con nosotros?... ¿Qué compartimos?... Si amamos la soledad porque nos hace independientes... ¿Qué hace un televisor, una computadora, un celular?... si desconfiamos hasta de nuestra sombra... ¿Quién podrá abrazarnos cuando estemos tristes?... ¿Por qué lo bueno es lo que esta por venir?... ¿Quién lo garantiza?...  ¿Con qué parámetros medimos a la gente que dejamos pasar o quedarse en nuestras vidas?... ¿Qué priorizamos?... ¿Cuánto cuesta hacer que alguien se sienta un poco mejor, destacando sus virtudes y no sus defectos?... ¿Cuántas cabezas hay que hundir para que se vea la propia?... Un día más, es más importante de lo que podemos aceptar... no firmamos ningún contrato de permanencia cuando nacemos... la vida es un PRIVILEGIO... no un castigo, somos dueños y responsables de lo que concedemos y de lo que elegimos... la vida es elección... segundo por segundo . Las capacidades que poseemos son para compartirlas... y nuestra capacidad de amar es totalmente gratuita, estimulante e ilimitada...
Gracias por ayudarme a ser mejor!!!.

Norma Marchetti
29/10/12  

domingo, 28 de octubre de 2012

Estas alas de mi cuerpo


Agito estas alas de mi cuerpo,
livianas de culpables y de miedos,
al margen de los vientos de zozobra,
ausente en las curvas de las sombras.

Suspiros aliviados sin captura,
la escala que asciende sin premura,
un tiempo en libertad inusitado,
un lapso en mi interior acompasado.

La ruta que conduce hasta mi espacio,
cadenas que se rompen a mi paso,
Un cielo transparente a ambos lados,
un tiempo de aprender lo inesperado.

Las manos, con las palmas hacia arriba,
los ojos, exponiéndose a la vida,
el centro, equilibrado en la columna,
las piernas, que se alternan más seguras.

Voy planeando en la calma del mi ritmo,
ese espacio insospechado y definido,
esa página que se abre en otro texto...
el lenguaje más acorde a mis sueños.

Un paréntesis de oxígeno en mis venas,
la esperada redención a mis falencias,
la fragancia de una paz desconocida,
la esencia de esa luz que hoy me habita.

Norma Marchetti
28/10/12

martes, 23 de octubre de 2012

Proyecto lo que soy


Se me cae la luna y la sostengo,
la acerco a la tibieza de mi cuerpo.
La imprimo en el espacio del vacío,
la arraigo a mi horizonte comprimido.

Me acerco a su face más callada,
la enciendo alumbrando mi llegada,
la espero en el portal de los silencios,
la arrimo a las falanges de mis sueños.

La estrecho en el abrazo inusitado,
la abrigo en el reverso de mis brazos,
me siento en su versión de luna nueva,
le acoplo ese menguante que le queda.

Me quedo en su figura de reflejo,
proyecto lo que soy, con mis complejos,
le agrego un nombre más... es masculino,
tatuado en el espacio más genuino.

Norma Marchetti
23/10/12



sábado, 20 de octubre de 2012

Soy artífice


Soy artífice del tiempo
que perdí en los suspiros,
de la angustia que me muerde
con la rabia en los colmillos.

De esos miedos me que asfixian
entre lágrimas calladas,
de ese hueco que me oprime
sobre el filo de mi espalda.

Soy artífice del nudo
en el centro de mi tráquea,
de los momentos cedidos
a mi corazón en calma.

De las caricias flexibles
a los bordes de su forma,
de los momentos cedidos...
de mi entrega sin zozobra.

Soy artífice del beso
que acelera mi torrente...
de lo que nunca le he dado...
de como quiero quererte.

Norma Marchetti
20/10/12


jueves, 18 de octubre de 2012

Yo quiero despedirme.


Me paro en la otra orilla...
y es confuso,
yo quiero despedirme
de estas ganas.

¿Quién soy en su país
si no me extraña?...
¿Qué soy en esos brazos
sin mañana?

No voy a explicarle
lo que valgo...
si tengo que decirlo...
ya no cuenta.

Lo dejo con sus logros
materiales,
me enfrento a la verdad...
si me quisiera...

Conservo mi universo
y mis amores,
un cielo vertical...
y el alma entera.

Las cuentas que pagué...
y mis retratos,
la vida que me abrí
sobre estas piedras.

Hoy voy a acurrucarme...
tengo miedo,
en esta soledad
que me congela.

Ya no voy a sufrir
si no te tengo,
yo sé que es mejor
que así lo entienda.

Norma Marchetti
18/10/12

martes, 16 de octubre de 2012

Mañana...


 Hoy vuelve a deshacerse el cielo en pequeñas gotas, un ínfimo sonido tras otro, conformando una extraña melodía... que se acrecienta y se aplaca... que se hunde en la tierra y se desliza sobre el pavimento, como arañazos sobre los vidrios de las ventanas. Y se presenta gris... y predispone al abrazo, este derrame... este reflejo de ojos tristes, cansinos y solapados, cargados en melancólicos lagrimales que se avistan desde la tormentosa noche, que llega a cobijarse entre sus sombras... cuando el sol se viste de ausencia y la luna se abraza a la espalda álgida de otro sueño.
 Y me pregunto cómo es... ¿Es esperar a que la vida me defina?... ¿O es definir lo que de la vida se espera?... ¿Es esperar a que todo suceda?... ¿O hacer que suceda lo que espero?... 
 La verdad, me defino entre la aceptación de lo "real", que siempre es discutible, apelable y relativo... y ese matiz rebelde con que se tiñen mis franjas alternas, inestables y sanguíneas. Intento ubicarme en un medio necesario y equilibrado, pero siento un desnivel bajo mis pies que me hace recordar que es necesario, en ocasiones, flexionar una rodilla, para encontrar el equilibrio necesario. Entre tanta base inestable e impredecible, entiendo que el desafío diario, consiste en acomodar el cuerpo y todo lo que subyace en él. 
Y me despido con un "Hasta mañana"... un alfiler de gancho que me aferra a un futuro inmediato, la escena que no sucedió... un número en el calendario que voy a marcar como uno más... o uno menos... la cita impostergable con la vida... es siempre otro mañana, hasta que se extinga la cuota de oportunidades, de sucesivos tramos de una historia ordenada en lapsos de 24hs... como cuentas de un collar que varía en el tamaño y en la intensidad de los tonos que le imprimimos... una gargantilla abierta, con el extremo oculto.
La vida... este camino a recorrer que se hace a fuerza de abrirse paso día a día... con la constancia de los latidos y la esperanza de encontrar lo que se espera...
Hasta mañana...

Norma Marchetti
16/10/12

sábado, 13 de octubre de 2012

No creo en los cuadrantes


Los pasos se suceden aplacados,
conscientes del valor de los segundos.
La espera es esa cuerda que se suelta...
cansada de estirarse en los preludios.

Y yo que ya no creo en los cuadrantes
que vienen a ubicarme en mis dominios,
y yo que en el amor soy incansable,
buscando la armonía de mi instinto.

Te invito en la premura del presente,
trazada en perspectiva hacia el futuro,
me abrazo a la ternura que aparece
como el oasis blanco de lo oscuro.

Y creo en tu mirada más profunda,
aquella vulnerable... amurallada,
y creo en la ternura de la dermis,
que corre irrefrenable y desbordada.

Norma Marchetti
13/10/12











lunes, 8 de octubre de 2012

No sé rendirme


 Llovizna en Buenos Aires, en este preludio de explosivos colores, en esta tímida Primavera que se esconde tras la máscara de un Otoño desubicado. Esta ambigua sensación de estar transitando por la alfombra roja hacia el Verano, mezclada con esta incapacidad de recordarlo. Me despierto con el aroma a azahar del limonero y el perfume del jazmín japones en las veredas, que me recuerda que aunque el clima no se resigne a cambiar, la Primavera no claudica a su derecho de manifestarse en sus formas, aromas y colores... una batalla ganada en los florecidos malvones y las suntuosas azaleas.
 Algo me dice que 48 Primaveras no han pasado en vano... que no sé rendirme... que lucho incansablemente cuando siento que algo vale la pena, pero que agotados los recursos... me retiro con los bolsillos vacíos y la sensación de haber entregado todo. Cuando esto sucede, lavo con lágrimas los resabios y comienzo otra vez... y es indescriptiblemente doloroso... pero necesario...
 Mi vida comenzó como un Verano, aunque mi nacimiento aconteció en Invierno. Tuve una infancia muy feliz... en la austeridad de los recursos materiales... pero aprendiendo a valorar los gestos... las buenas intenciones... los sacrificios... y los sentimientos, por sobre toda expresión humana. Ese fue mi Verano... el inmenso amor que me brindaron... el apoyo incondicional y el claro significado de la palabra dignidad como recurso para cimentar las columnas que me mantendrían de pie a pesar de todo y de todos.
 Mi adolescencia... un Otoño, por mi timidez... por sobreprotección... o tal vez, solo por ese desafío que conlleva el ganarse un lugar en el mundo adulto. A los 15 años, me aventuré en una historia que viví como los cuentos de princesas que habían marcado mi infancia... no entendí que estaba dando un giro abrupto a mi vida que más tarde transformaría a "La bella durmiente"... en "Rapunzel"...
 Fui menor emancipada a los 17 años... y le di inicio a un Invierno largo, donde puse a prueba mi perseverancia... mi paciencia, mi fortaleza y mi inagotable instinto maternal. Y fueron mis hijos mi razón... mi sentido, mi prolongación genética... mi orgullo... mi costado sensible... mi sello vulnerable de por vida...
 Ahora transito esta Primavera, que hidrata mis raíces con lloviznas inusitadas, con sus matizadas sensaciones... entre pueriles y adultas, entre lo osado y el recato, entre me voy... y regreso... entre un "te espero"... y un "no te necesito"... entre la sensación de acomodarme  plácidamente en esta desconocida libertad... y la necesidad de vivir abrazada. Una conjunción extraña y bifurcada... la experiencia que advierte... la omisión del miedo que me hace bendecir esta inercia necesaria e inducida. Este codiciado milagro de sentirme joven, desafiando las imposiciones del calendario y de las supuestas normas de conducta... las pequeñas prisiones en las que otros condenan a muerte sus deseos... sus anhelos, que por imposible que parezcan, no deberían ser depuestos hasta haber transitado todos los caminos posibles para alcanzarlos. 
 En este perfume de azahares... en esta expuesta rebelión de colores disimiles... en esta prolongación de luz sobre los días... en esta manifestación de libertad auténtica y contrariada... en esta reafirmación de mis sentidos intactos... sorprendentemente renovados y exaltados... la vida me regala el elixir de lo impensado y descubro que tengo mucho por aprender... que jamás esta todo dicho... que lo mejor vivido... es superable... que mientras la vida me habite... no existen los imposibles... que amo sin medida... porque es la única manera posible y que todos los días de mi vida guardo, al menos, el placer de una sonrisa conseguida.
Gracias!!!,

Norma Marchetti
8/10/12

domingo, 7 de octubre de 2012

Libertad y apego


Esa ruta estéril
que pinte de olvido,
se quedó a la vera
y varió el destino.

El paso apurado... 
agudo el instinto,
se calmo el reclamo
cuando fue preciso.

Los cristales nuevos
cambiaron la forma,
la visión renueva...
comprendiendo el dogma.

El margen se extiende,
flexible... menguado,
corazón latiendo
fuerte y atinado.

Estoy en el centro...
libertad y apego,
los pies en la tierra...
sentimientos nuevos.

Norma Marchetti
7/10/12


jueves, 4 de octubre de 2012

Que sea AHORA.


¿Cuántas veces escuchaste decir que el amor es como una plantita, que si no se riega diariamente... se seca y muere?... Seguramente ya perdiste la cuenta. Yo creo que es un valioso consejo que pocas veces se tiene en cuenta. Cada uno elije como quiere cuidar lo irreemplazable, lo que nos vincula internamente... desde lo humano, la conexión sensible. Algunas personas, realmente valoran a otras cuando se alejan...
-No des a otras personas lo que te gusta dar... dales lo que necesitan.
-Nadie puede dormirse en el placer de una conquista, porque ese es el momento en que todo comienza a desmoronarse.
-Las personas no nos pertenecen, son seres humanos libres que elijen... o no, nuestra compañía.
-El amor no condiciona ni ata definitivamente a alguien, porque los sentimientos no desaparecen... pero se transforman.
-No es bueno confiar en que una promesa de amor garantiza algo eterno... las consecuencias suelen ser dolorosas.
-Si vas alejar a alguien por un tiempo... pensá que es posible que no este cuando cuando regreses.
-Nada más importante que valorar lo que se tiene... mientras puedas.
-Nada garantiza un mañana... que sea AHORA.
-Buscá el equilibrio... no sobrevalores y no desmerezcas...
-No esperes que llueva... ama sin miedo... hoy estas vivo/a!!!
Un abrazo enorme



 

miércoles, 3 de octubre de 2012

Presente impensado


La vida esperaba
en una emboscada,
la luna en el río...
corazón sin guardia.

Unos ojos tristes,
misteriosos... claros,
la dulzura interna...
sereno recato.

Lenguaje de gestos,
pasión y ternura,
expresión renuente
en fría cordura.

Historias guardadas
que exceden el tiempo,
lazos infantiles...
tatuajes perpetuos.

Ágil el ingenio,
consciente... constante,
disciplina y temple
junto a sus contrastes.

Sensible... sincero,
inquieto... intuitivo,
un portal incierto...
derribando muros.

Intrínseca fuerza...
medida y pautada,
esa que no expone...
su esencia demanda.

Distante... impensado,
personal... huidizo,
presente impensado...
me abrazo y confío.

Norma Marchetti
3/10/12

sábado, 29 de septiembre de 2012

La ruta sin mojón


Me arraigo a la cordura
casi ausente,
la nueva mutación...
y su textura.

El nuevo andarivel
que me sostiene,
la ruta sin mojón...
a la deriva.

El sueño que busqué...
y su trasfondo,
el cielo trastocado...
y las diatribas.

Elijo la abstracción
y sus recodos,
la exigua agitación
de la mesura.

Desplazo la razón...
late el sentido,
le sumo una pasión
a esta ternura.

Norma Marchetti
29/9/12






viernes, 28 de septiembre de 2012

Sin mover los labios


Abriré ese cerco
de mis sueños blancos,
del torrente interno...
un perfil alado.

De la brisa inquieta
que acaricia y calma,
de los ojos buenos
que llegan al alma.

Mirada extasiada
que no ve la forma,
que no evade el riesgo,
y aprende el idioma.

Que es carne y es tacto...
ensamble y memoria,
canto adolescente...
amnesia de historias.

Sublime... elegido,
único... indecible,
el momento eterno
que no quieren irse.

Y serán los gestos...
y serán las manos,
y será ese eco
sin mover los labios.

Y tendrá en los ojos
un brillo impensado,
correrá en sus venas
el pulso agitado.

Mágico el efluvio...
conexión sin reglas,
un portal abierto...
una vida nueva.

Y será el deseo...
de su compañía.
y el sentido impulso
que genera vida.

Norma Marchetti
28/9/12









jueves, 27 de septiembre de 2012

Lo que no creía.


Y fue en el momento
que menos pensaba,
un silencio ambiguo...
palabras al alba.

El ensamble justo
y la fe dispuesta,
todo en sintonía,
mi verdad... tus huellas.

Renunciar al yugo...
liberar el cuello,
entenderlo libre
en un nuevo intento.

Y que sea el destino...
prendido a mis manos,
y que sea el alivio
que me dio su abrazo.

Lo que no creía
se prendió a mi pecho,
nada que me asigne
un lugar en tiempo.

Norma Marchetti
27/9/12




martes, 25 de septiembre de 2012

Fusionando el pulso


Un instante apenas...
tal vez una vida.
Un día... unas horas,
cortando las bridas.

El cause espontáneo...
la pasión expuesta,
corazón abierto...
que no se fragmenta.

Un abrazo eterno
de pocos minutos,
sentidos y sangre
fusionando el pulso.

El silencio alberga
un lenguaje alterno,
casi imperceptible
traslúcido... interno.

Norma Marchetti
25/9/12

sábado, 22 de septiembre de 2012

No estaré mañana


Al fin sucedió...
cayó por su peso,
algo se me rompió...
y cortó el ensueño.

Corazón en mano
creí las mentiras...
las crueles verdades
en miradas frías.

Me voy... ya no importa,
te di demasiado,
quedate en tu mundo,
frío... enmascarado.

Yo ya no te espero...
no estaré mañana,
lágrimas perdidas
sin razón ni causa.

De todo se aprende...
no seré una sombra,
no estará conmigo
quien no me valora.

Norma Marchetti
22/9/12






jueves, 20 de septiembre de 2012

Conecto el corazón


Soy libre en mi interior...
no pertenezco,
trasluzco lo que soy...
y mi reverso.

Conservo la inocencia...
aún creo,
yo voy a ser quien soy...
tan solo aprendo.

Alejo lo perverso...
contamina,
apuesto a lo sensible...
sangre y vida.

Consciente de lo humano
en el cosmos,
rescato las miradas
y su trasfondo.

Conservo lo que queda
de un abrazo,
la muda interacción
a ojos cerrados.

La historia queda adentro...
no en fachadas,
palabras de silencio...
llegan claras.

Percibo lo que sientes...
lo hago mío,
Conecto el corazón
a tus latidos.

Norma Marchetti
20/9/12





miércoles, 19 de septiembre de 2012

Un paso hacia la izquierda


Inhalo la armonía...
y se expande,
la estrofa que se ensambla
a la constante.

Un paso hacia la izquierda...
no estoy sola,
la dermis se ha acoplado
a otra forma.

Se exalta la fusión...
enfoco escenas,
yo busco la alegría...
estoy de vuelta.

La noche entre tus brazos...
y la vuelta.
caricias como sellos...
con tus huellas.

Estoy en la verdad
de mis deseos...
miradas que se afianzan
a mi centro.

Norma Marchetti
19/9/12



domingo, 16 de septiembre de 2012

Ya no espero...


Cósmico el momento
que me envuelve,
corta la expresión...
que se disuelve.

Exhalo este mutismo
semiamargo,
las huellas de palabras
sobre el tacto.

Un pacto en mi interior
entumecido,
los surcos que ha dejado
en mi camino.

La estrofa fragmentada...
incompleta,
el cóncavo vacío
entre mis venas.

La espera incomprensible
y el letargo,
la excusa que le anexo
a esos labios.

Me quedo en un presente
consensuado,
Desgaste o concordancia
entre sus manos.

El tramo en su trayecto
tempestuoso,
debato entre finales
y retornos.

Ya no hay felicidad...
cerró las puertas,
la amarga aclaración
que me sofrena.

La brecha que se abre
es peligrosa,
la burda realidad
marchita rosas.

Avanzo en la tinieblas...
ya no veo,
mis ojos están tristes...
ya no espero.

Norma Marchetti
16/9/12












domingo, 9 de septiembre de 2012

Tormentas en mi cielo


Capciosa realidad...
enjambre extraño,
de bruma y somnolencia,
mis dos manos.

Me trago este dolor...
es solo mío,
las huellas del amor
sobre el olvido.

Y busco algún rincón...
quiero evadirme,
quisiera estar muy sola...
diluirme.

Buscar algún lugar
en el silencio,
los ojos más acuosos
de mis versos.

Cerrar esa apertura...
que sea nada,
pintarme la sonrisa
que me falta.

Encontrar mi lugar...
en donde sea,
el tiempo que me adeudo...
que no llega.

El recuerdo entrañable
de mi infancia,
mis padres generosos...
y su magia.

Mis hijos, mis pilares...
mis dos piernas,
sus ojos transparentes
me compensan.

El hueco del abrazo...
mis falencias,
la sangre en una herida
que no cierra.

El amor que he derramado
sobre el agua,
los días transcurridos...
los que faltan.

Mis brazos van sangrando
las ausencias,
mis labios apretados...
son de piedra.

Sin miedo a enamorarme...
fui mi trampa,
Tormentas en mi cielo
de palabras.

Hoy me han preguntado
si estoy triste...
mis ojos son palomas
algo grises.

Norma Marchetti
9/9/12







No permitas...


Viernes 7 de Septiembre, 19:58 hs. Es invierno... transito un paisaje frío y solitario... es mi vuelta, mi regreso, a solas, cargando una mochila negra en mi espalda. Cruzo la despoblada plaza en diagonal y paso frente al busto de bronce de Juan Bautista Alberdi, lo observo al pasar y no puedo evitar retener la imagen de su rígida expresión, pero sigo viaje... todavía falta bastante para llegar a la estación. Un camino rojizo bajo mis pies y la mirada al frente... atenta... pero ausente. Los pensamientos enroscados entre presente, pasado y futuro... y esa angustia... ese sabor amargo que me deja el día. Camino unas cuadras más... me las consumo con pasos largos y apurados. Cruzo la avenida y camino por la angosta vereda del parque... ya a oscuras, con la humedad que dejo la lluvia... y algunos charcos que inevitablemente, detienen mi automática elección por caminar en línea recta.
 Detrás de mí, un hombre trota... me rebasa y finalmente, se achica en la perspectiva de la siguiente cuadra. Dos hombres conversan, mientras pasean a sus perros y una parejita de enamorados, camina delante de mi.
 La última cuadra del parque, la camino en diagonal nuevamente para cruzar la otra avenida... tres cuadras más... y finalmente... el andén de la estación. Advierto con cierta tranquilidad que el tren esta próximo a arribar, porque el grupo de gente que espera, es lo suficientemente grande. Camino hasta el otro extremo  para que me facilite el descenso en la terminal.
Me apoyo sobre el enrejado, intentando descansar y me detengo a mirar que hace la gente... dos o tres conversan... el resto, parecen estar recortados de otros mundos... cada uno en lo suyo, sumergidos en mensajes desde sus celulares, leyendo... con auriculares, o simplemente, con la mirada perdida, resignados a esta imposición de horarios que nos marcan el ritmo.
 Se escucha la campanilla del paso a nivel y a mi derecha, la gente se va acercando a la franja amarilla que marca el límite seguro del andén. Pronto se ve la luz y el tren avanza para tomar posición, las puertas se abren y suspiro aliviada... "Qué suerte, hoy juega Argentina!!!"... al menos, puedo entrar al vagón sin empujar y sostenerme del pasamano... aunque esto parezca lo lógico, no lo es en este horario. Después de dos estaciones, logro acomodarme en un asiento y descansar.
 Suben dos vendedores ambulantes, uno vende fundas para la tarjeta Sube y el otro, alfajores. Vuelvo a observar... y las escenas se repiten, con la diferencia que se suman al cuadro... los dormidos, los se apoyan en la ventanilla y los que simplemente dejan caer sus cabezas hasta acomodarse.
 Personas muy humildemente vestidas y otras muy elegantes... en todos, se advierte esa ansiedad por llegar quien sabe a dónde y con quién...
 Llega la última estación y todos se aglutinan en las puertas... el descenso es lento, como la caminata por el andén hasta llegar al extremo, en donde se bifurca en dos grupos... yo me acoplo al de la derecha. Paso por el supermercado y con una bolsa en cada mano me dirijo al semáforo para cruzar la última avenida... solo me faltan ocho cuadras más...
 Entonces, hago un resumen de lo sucedido en la semana... pasaron muchas cosas que hubiese preferido evitar, pero pienso... la vida me esta brindando una segunda chance y esta vez, no voy a dejar que nadie me diga que debo hacer, porque en definitiva, la que pago los platos rotos... siempre soy yo, pero la vida me enseñó que un buen consejo de alguien bien intencionado, puede ser una puerta que alguien descubre para nuestros ojos. Todos tenemos el derecho a cambiar o a defender lo que somos... sin intensión de ser soberbia,  insisto en ocasiones, que solo Dios tiene más autoridad sobre mi persona que yo, al menos cuando se refiere a limitaciones en mi expresión... en mis anhelos, en lo que soy... o lo que elijo ser... incluso en mi poesía, que es el más claro lenguaje de mi sensibilidad.
 Si algunas personas no hubiesen pensado que los moldes no existen, que cada uno de nosotros es artífice y artesano de su tiempo en esta vida y que no esta todo dicho... que los libros se componen de experiencias, estadísticas y emociones ajenas... pero todavía faltan las mías... que si para algunos no es importante, lo son para mi. Que si tengo la capacidad de crear, es porque los límites para lo positivo no existen y no hay libro que contenga lo que queda por decir... lo que todavía no fue descubierto... lo que queda por revertir, lo que todavía no aconteció. Por estas y por tantas otras razones, comprendo que vivir es la oportunidad de abrir puertas, de caminar hacia adelante, de aprovechar el afecto... los abrazos, las sonrisas, las miradas... las caricias... los proyectos... y las utopías.
 Finalmente... estoy en casa, saco las llaves, abro la puerta... voy a darle un beso a mi hija.

 Cuando sientas algo positivo y tengas un sueño... no permitas que nadie te diga... NO PODÉS.

Norma Marchetti
9/9/12

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Junco


 En la nostalgia de este Invierno que se va, salpicando de anticipados días primaverales este letargo de la despedida, este llanto de nubes grises, esta mirada fría y temperamental bajo un cielo extraño. Cuando la soledad se vuelve pulsera y parece adorno... pero es grillete.
 Entre las imágenes comunes, rostros arraigados al corazón... y de los otros. En este espacio que pocos entienden y que yo transito a diario con la ilusión de cambiar... de darle un giro a esta realidad que pasa factura y me recuerda que no es momento de bajar los brazos... que nunca lo fue... y que esto recién empieza. Cuando todo esto pasa, me doy cuenta que soy una columna viva... un engranaje.
 Es muy difícil sostener una posición... y ser madre, ser hermana, ser amiga... y ser MUJER. Cuando la soledad no es un espacio placentero, es un fantasma... una sombra que me cubre después del ocaso, el momento en que el hueco imperceptible, se hace oscuro en mi interior y quiero irme... dormirme, escaparme.
 Yo no soy lo que parezco, soy un cúmulo sensible de sensaciones que buscan armonía. Soy la música que se escucha a lo lejos... que se aleja.
 Quiero acurrucarme, me duele el egoísmo y no hago más que lastimarme intentando proteger lo que no se debe y justificando lo injustificable... y aguantar lo que no se puede. Estoy sola en medio de este aglutinamiento de pasos a mi alrededor... no me quejo... estoy viva, pero esta noche me angustia... voy a dormir mis lágrimas para que mañana estén muertas... y sea otro día... y vuelva a mi rutina pautada, poniendo a prueba esta vocación de junco que me hace flexible y resistente cuando debo serlo...

Norma Marchetti
5/9/12

martes, 4 de septiembre de 2012

Crecer y vivir.


De la estrechez del pasado,
se conjugan estos verbos...
amar y partir... se han dado,
crecer y vivir... surgieron.

Tengo una mano abierta
y la otra sobre el pecho...
con una, te tengo cerca,
con la otra, me preservo.

Voy a caminar calmada,
por la senda de esta vida,
en la bajada... el alivio,
el coraje cuesta arriba.

Mi ojos serán reflejos,
como luna en el agua,
si brillan... serán sonrisas,
si lloran... serán templanza.

Volveré a los comienzos,
sin parámetros ni bridas,
sin vallas que me limiten,
sin renuncias exigidas.

Cuando la musa se acople
y me susurre un poema,
será mi lenguaje interno...
mi versión más valedera.

Norma Marchetti
4/9/12




domingo, 2 de septiembre de 2012

Palabras mudas

Cascada de pigmentos...
perfil sin sombras,
se elevan las salidas
sobre derrotas.

Un tiempo de sentir
sin más dobleces,
la hora es de llegar...
a donde fuere.

Dibujo en mis pupilas
un par de sueños,
se vuelan con las hojas
los viejos miedos.

Carillas que se acoplan...
hojas de vida,
mis huellas que plasman
en sendas vivas.

Abrazos de mi alma...
dentro del pecho,
los brazos, son los lazos
de juego abierto.

Gestos de sus palabras
mudas... y a solas,
mensajes de los latidos...
que se desbordan.

Norma Marchetti
2/9/12






sábado, 1 de septiembre de 2012

Presente


El presente es la región
donde resido,
lo franqueable... lo tangible,
el lenguaje terrenal.

El lugar más cotidiano,
el sabor que se percibe,
una flor sobre la mano,
lo accesible... la verdad.

Es el nudo de la historia,
la versión más valedera,
el sonido ineludible,
la expresión más terrenal.

Es el tacto exacerbado,
la agudeza en lo certero,
la fluidez en lo espontáneo,
la debida ambigüedad.

Son los ojos sublimados,
ambos pies sobre la tierra,
la vehemencia del latido...
la visión más natural.

Norma Marchetti
1/9/12


lunes, 27 de agosto de 2012

Con la mente abierta


Latirá la vida
y seré respuesta,
un lugar a tiempo...
la verdad en mi diestra,
un encuentro afable
con la mente abierta
y el silencio justo,
cuando así lo crea.

Un anoche a solas...
y otra entre sus brazos,
llenando el vacío
que dejó el pasado,
y seré completa...
modelando vida,
y seré retorno
de otra partida.

Abriré mi pecho
limitando sueños,
construiré un refugio
para los recuerdos,
y serán mis noches
de pasión pactada,
dejando el momento
guardado en su cama.

Caminando lunas
con los pies descalzos,
un salto al vacío
lento y consensuado,
la distancia justa...
la fe en mi entereza,
rearmando el enigma
labrado en mis venas.

Norma Marchetti
27/8/12





viernes, 24 de agosto de 2012

Vacío


Camino de luz
sobre las tinieblas,
caléndulas grises...
camino de piedras.

Portales cerrados
que se desmoronan,
sobre noches tristes...
silentes derrotas.

De amores raídos
por el egoísmo,
que a la piel se arraigan
negando el instinto.

Con la copa llena
de ese vino amargo,
que mancha los días
con un luto extraño.

Alas atrofiadas
bajo un cielo helado,
cartas del destino
con ases marcados.

La brújula rota
al caer la tarde,
la noche se cierne
con negro semblante.

Pálida la luna,
se quedó sin brazos,
y muta sus fases...
en gris azulado.

No admite reclamos,
ya pagó su deuda,
un silencio cruento
se acopla a sus venas.

Sola por las noches,
se ahoga en su prosa,
bebiendo el vacío
que quedó en su boca.

Los versos sin letras...
vocales cerradas,
cautiva el enigma
de las madrugadas.

Un rosario a cuestas,
páginas de historia,
tatuajes inertes...
vivos en memorias.

Huecos y tormentas
del torrente interno,
se muere y revive
en cíclico intento.

Al volver la cara,
se cubre de ausencia,
contiene el presente...
cubre sus falencias.

Y respira hondo...
retiene el aliento,
se seca ese llanto...
enfrenta su reto.

Norma Marchetti
21/9/12



lunes, 13 de agosto de 2012

Un verso con comas.

Quiero esconderme al caer la tarde,
voy a acurrucarme... no quiero pensar,
la noche es eterna... y el dolor certero,
mi llanto, es el cepo de mi libertad.

Mi silencio... el velo de amor desbordado,
una llaga oculta que no va a cerrar,
un verso con comas, desnudo... entrañable,
un suspiro agudo desgarrando paz.

Quiero estar a solas hasta ver el alba,
despintar el cielo... cubrirlo de mar,
claudicar al trono... descartar promesas,
y besar los labios que van más allá.

Con las manos frías y mirada ausente,
preludio de un vuelo bajo y desigual,
me detengo al borde y cierro los ojos,
bajo de una mueca... máscara de sal.

Quiero ser mutismo y verdad interna,
quiero la respuesta que no puedo hallar,
la luna en el río... su versión más bella,
la versión más noble para retomar.

Norma Marchetti
13/8/12

jueves, 9 de agosto de 2012

Sembró lirios en las piedras.


Desvencijadas las manos
modelando las opciones,
adoptando esas formas...
acoplándose a los roles.

Un café amargo... intenso,
una cruz en la columna...
Una llaga que no cierra,
en ese costado a oscuras.

Un puñado de inocencia...
desperdigado en el viento.
Apelando a la nobleza...
y el egoísmo en el eco.

Con el último suspiro...
abrió el pecho y las entrañas,
dejo todo en esos brazos...
y no se quedó con nada.

Sembró lirios en las piedras...
caminó con pies descalzos.
perdiéndose en los pasillos
que conducen al cadalso.

Una mirada tan fría...
como los gélidos pasos.
Ella traspasó su dermis...
él se cubrió de alabastro.

Norma Marchetti
9/8/12

miércoles, 8 de agosto de 2012

¿El corazón o la cabeza?


Estoy en mi presente consensuado,
reescribo esas páginas borradas,
difícil decisión la que se cierne...
buscando las razones acertadas.

La simple conclusión... y la osadía,
la eximia reflexión... y las pasiones,
rompiendo las barreras de lo impropio,
me dejo seducir... sin más temores.

No importa lo que digan... soy mi fuerza,
recorro mis pasillos interiores,
me juego el corazón o la cabeza,
los sueños o el amor... las decisiones.

Un pacto espiritual... o razonado,
los brazos de promesas... o los mudos,
la nueva afirmación... o la pendiente,
la aurora o el ocaso... mi refugio.

¿Me bajo en esta vuelta... o lo espero?
¿Desoigo mi letargo... o lo incito?
Mi tiempo va corriendo... y yo camino,
descorro este final sobre un principio.

Norma Marchetti
8/8/12


domingo, 5 de agosto de 2012

Humana


El punto de partida es doloroso,
de mente y corazón es el litigio,
se inclina la balanza... soy humana,
en búsqueda incesante de equilibrio.

Me aprieta el corazón acongojado,
mi lado más sensible y desvalido,
se suman los motivos terrenales,
un nuevo temporal... y este frío.

Estuve tan dispuesta, que fui frágil,
pospuse dignidad y fue un delirio,
hoy cargo las mochilas de mis actos...
enfrento la verdad... no es el destino.

Las cartas ya jugadas... y otra chance,
hoy sola con mi voz en mis oídos,
el costo es muy alto... yo no pago,
hoy busco la equidad...no me resigno.

Apuesto a los pilares... mis dos piernas,
aplaco mis latidos comprimidos,
mi tiempo de bondad dejó este hueco,
no voy a someterme... no claudico.

Hoy soy lo que trasluzco... y lo que oculto,
mi cuota de dolor y mi entereza,
un día... una lección... mi frente en alto,
orfebre y artesana de mis huellas.

Norma Marchetti
5/8/12







viernes, 3 de agosto de 2012

Sin más esperas.


Albergo la ternura entre mis manos,
la cuota de piedad... y la de olvido,
camino en la cornisa sin arneses...
estoy recuperando mis dominios.

Empuño mi verdad con mano diestra,
mi oído esta afirmado en mis latidos,
me voy a reinventar desde el inicio,
me aparto de las sombras sin sentido.

Las voces son de otros... solo escucho,
mi frente y corazón vuelven a proa,
el tiempo de renuncias fue depuesto...
me abrazo los aciertos de otra forma.

Me encuentro en una curva del destino,
en plena mutación... sin más esperas,
me elevo a lo más puro de mi centro...
me voy a conciliar con mis ausencias.

Estoy en mi interior... pasión y fuerza,
la justa dimensión de mi equilibrio,
me abro a la demanda de mis sueños...
voy a reafirmarme en mis motivos.


Norma Marchetti
3/8/12

Autoexigencia.


Tal vez, sea la lluvia y su indeclinable crepitar... tal vez, este frío insostenible para algunos y tan manejable para otros. Tal vez, sea esta melancolía de ventanales mojados y pies fríos... no sé...
 Algunas veces la vida te enseña que lo crees una verdad indiscutible en determinado momento de tu vida... es simplemente un pensamiento erróneo en otra etapa de la vida... que este invierno que tanto repudio en mi adultez, en mi infancia, me traía la satisfacción de acurrucarme bien calentita en mi cama. Yo pensaba que el amor era indiscutiblemente eterno... y no es así, pensaba que la mejor manera de amar, era incondicionalmente, sin egoísmos y a pesar de tener cierta coherencia, es curioso escuchar a personas que constantemente insisten en que la incondicionalidad del amor, es debilidad... se traduce en a necesidad de la persona que ama en busca de aprobación y reciprocidad... ¿curioso?... ¿Totalmente cierto?... ¿Dónde esta la equivocación?... Algunos opinan que no es necesario reflexionar sobre estos temas... el ritmo de vida no corre en concordancia con esta pérdida de tiempo innecesaria. Así dejamos de preocuparnos por los que sentimos y generamos... nos aturdimos... nos sacudimos las responsabilidades en el patio del vecino. La autoexigencia, no pasa por ser mejores personas... amar con intensidad, amar lo que tenemos y la posibilidad de mejorar con el esfuerzo diario... NO!!!... de ninguna manera... la auto exigencia pasa por ser como alguien a quien los demás admiran... por tener determinada cantidad de bienes materiales... por conservar la juventud eterna a cualquier precio, porque la experiencia de vida no cuenta... todo entra por los ojos y debe ser estéticamente agradable, aprobado por la mayoría o destacarse por original. Y yo me pregunto... ¿Qué pasa cuando los parámetros impuestos se tornan prácticamente inaccesibles?... uno deja de cotejar sus valores para sentir que no se esta a la altura de las circunstancias y todo se desdibuja, lo posible, carece de valor... alguien siempre nos recuerda los faltantes... y nos creemos que somos ESO... un postulante al título de "perfecto", que obviamente, jamás va a tener acceso.
 Por muchas razones absolutamente necesarias e inclaudicables... me declaro en rebeldía contra esta imposición banal... después de todo, la vida no ofrece garantías, la idea de perfección depende del demandante o espectador... por lo tanto es relativa.
 Admitamos que todos sentimos la necesidad de amar, ser amados, valorados y respetados.
 Quererse, respetarse y valorarse... sin que eso implique un culto narcisista!.

domingo, 29 de julio de 2012

Tal vez otra prueba.

Pasos impensados
bajo el mismo cielo,
presumo el latido
del torrente interno.

Un escape erróneo...
un iris sin brillo,
los brazos traspasan
todo lo previsto.

Un lenguaje alterno,
carente de idioma,
incierto el presente
que se reincorpora.

La voz más sanguínea
buscando ese lazo,
una apuesta fuerte
abriéndose paso.

El tiempo... el destino...
tal vez otra prueba,
sin bajar los brazos...
doblego mi fuerza.

Otra vez al filo...
vulnerable... alerta,
un aire de vida,
sin edad... sin vueltas.

Norma Marchetti
29/7/12

viernes, 27 de julio de 2012

La cadencia de mi instinto.


Apelo a mi equilibrio...  y me libero
vislumbro alegorías sobre el miedo.
El lapso es de retorno... o es inicio,
me afirmo en la cadencia de mi instinto.

Transmuto mi presente... lo concibo,
asumo mi experiencia en lo vivido.
Mis manos son los nexos sensitivos,
que buscan afianzarme a los latidos.

Un cambio de expresión... solo nobleza,
la justa comprensión... tiempo de siembra.
La paz se que se fusiona a mi columna,
me quedo en esta fase de ternura.

Me ajusto a la medida del silencio,
que viene a cotejar lo que merezco.
Seré sin condición lo que me atreva...
el cauto proceder... y mi vehemencia.

Norma Marchetti
27/7/12

miércoles, 25 de julio de 2012

Un guiño a tu mirada


Tal vez dure un suspiro... o sea eterno,
tal vez sea un paraíso... o el averno.
Me inclino y equilibro la postura...
apoyo mis dos pies... descarto dudas.

Respiro... y recupero mi cordura,
la apuesta a su mirada y tesitura.
Un quiebre necesario en mi universo,
me enfrento al desafío porque quiero.

A corazón abierto... sin escudo,
son blancas las palabras que descubro.
Mis manos son dos alas en su cielo...
mis versos... confesiones en silencio.

No importa lo que diga... es la esencia,
un lazo transparente de tibieza.
No importa lo que diga... es profundo,
la muda dilación de dos segundos.

No tiene explicación... no es perfecto
y tiene la excelencia del acierto.
No tiene explicación... me debilita,
sublime sensación que me da vida.

La insólita irrupción... a escondidas,
intentos de escaparme... sin salida.
La absurda obstinación y esta espera,
un guiño a tu mirada... "no a la guerra".

Norma Marchetti
25/7/12



lunes, 23 de julio de 2012

No le otorgues todo el poder de decisión a tu cerebro...


 En estas tardes frías de ocasos grisáceos y pasos ligeros, en este invierno particularmente extraño... donde la realidad me pide a gritos un cambio... el reloj se impacienta y el corazón reclama, asumo una nueva etapa de aceptación y cambios... de replanteos y ausencias.
 ¿Solo sé que no se nada?... Más allá de Sócrates o Platón, creo que es la pregunta que quiebra la soberbia de creer que somos dueños de una verdad irrefutable, equivocarse, reconocerlo y aprender... es saludable... reconocernos imperfectos y vulnerables también lo es. Salir de las estructuras prefijadas por otros y esa obsesión por agradar o revelarnos contra todo... salir del encierro que fija un margen imaginario que nos limita, nos predispone y nos asfixia. 
 ¿Qué es lo importante a conservar?... ¿Lo tangible?... todos sabemos que lo que nos proporciona la verdadera sensación de bienestar, es lo interno, lo que traspasa lo material, esa sensación inigualable de sentirse pleno en los afectos, en el tesón de la lucha por alcanzar los objetivos y su posterior resultado. 
 En nuestra memoria emotiva, acumulamos momentos de menor o mayor importancia, pero, sin lugar a dudas, los que ocupan un lugar de privilegio... son los momentos que nos proporcionan felicidad... esos abrazos sin un parámetro existente para otorgarle un valor... esas sonrisas que no nacen de un simple movimiento muscular... sino de la expresión genuina de un sentimiento y del complemento inevitable de una mirada... esas palabras colocadas en el tiempo y el lugar exacto, que nos dejan con la guardia baja y se dirigen con absoluta precisión a un lugar del corazón, en donde quedan grabadas para siempre y tantas otras sensaciones transmitidas sin una razón aparente... pero increíblemente profundas, que se marcan a fuego y dibujan sonrisas o se acompañan de suspiros.
 ¿Cuántos errores cometemos?... ¿Cuál es el límite de la idiotez cuando discriminamos?... ¿Dónde radica el verdadero valor de una persona?... ¿Qué ves cuando miras?... Con los ojos, vemos lo exterior, los oídos, interpretan vibraciones de sonido... nuestras cuerdas vocales emiten sonidos que generalmente no traducen los verdaderos sentimientos y el olfato nos proporciona un estímulo... pero el tacto es mudo, sordo, ciego y carente de aroma... al menos en apariencia, porque el nos conecta con las sensaciones... y tal vez, sea un sentido algo subestimado, pero percibe un lenguaje profundo y solo comprendido desde el interior y con la cercanía. No somos solo lo que se ve... ni lo que pretendemos ser... ni tampoco lo que decimos ser... somos esa esencia que escapa a la percepción del cerebro por medio de los sentidos... cada ser humano es único e irrepetible, absolutamente valioso y especial... no somos mejores o peores... SOMOS IGUALES y tenemos el derecho de amar y que nos amen. Lo auténtico e importante no tiene que ver con una imagen. 
 Cuando observes a alguien... no le otorgues todo el poder de decisión a tu cerebro...


Norma Marchetti
23/7/12

miércoles, 18 de julio de 2012

Porque creo...

Voy a dejarme llevar...
por mis latidos internos,
por las formas tan extrañas
con que despiertan de nuevo.

Porque la vida es muy corta
y mis sueños... infinitos,
porque mis miedos no pueden
agotarme los sentidos.

Porque me sobran las ganas
de aprender eso que falta,
lo que adeudo a mi alegría...
ese sitio que no hallaba.

Porque el ritmo de mi pulso
hoy me ofrece la revancha,
por este tiempo conmigo
reconociendo mis fallas.

Porque el amor no es derrota,
ni se agota en dos palabras,
porque algunos no pueden...
y se resignan a nada.

Porque hoy es ese día
que ayer tanto esperaba,
y porque hoy traspaso muros
que ayer me intimidaban.

Porque ya me he perdonado
y he olvidado los rencores...
porque creo en esta lucha
que acrecienta los valores.

Norma Marchetti
18/7/12

martes, 17 de julio de 2012

Me traicionó la luna


Y me traicionó la luna
en el abrazo certero,
fue la noche... o tus ojos
abriendo mis sentimientos.

Y me sentí indefensa
en ilógico desmedro,
yo, me perdía en tus brazos...
vos, manejabas los tiempos.

Y me quedaba a un costado,
en el margen del abismo...
yo, aceptando angustias...
vos, razonando a tu ritmo.

Y me embarqué para huir
de flaquezas y desprecios,
no sé que pasó conmigo...
me dejé ganar el juego.

Y ahora sin más cimientos,
sin esa luna... en silencio,
voy juntando lo que queda...
y me rearmo por dentro.

Y la escena se repite,
vuelvo a mi paz... y la pierdo,
siempre vuelvo sin razones...
no puedo con lo que siento.

Norma Marchetti
17/7/12