No calles.

Mis poesías de amor te regalé,
mi inocencia y pasión yo te entregué,
fuiste la luz que iluminó mi fantasía
y el dolor de lágrimas sentidas.

Años de amor y crecimiento compartí,
alumbrando vidas que pusiste en mí.
Frases saqué de mi interior y te las di,
eran mi esencia... y las escribí.

Necesito sentirte, aunque no hables,
y que sientas que estoy, aunque no digas.
Si extiendo mi mano, es buscando,
que tus tibios dedos me rescaten.

Es sencillo adivinar que te propones,
te conozco tan bien que lo intuyo.
Tu mirada delatora te traiciona...
y me cuentan secretos que son tuyos.

Por favor, amor, no calles nada,
prefiero que lo digan tus palabras.
No pienses que hablar no es necesario,
¡Inténtalo!... ¡Verás!... no será en vano.

8/4/98